Película dirigida por Guillermo
Del Toro, quien demás comparte créditos como co-escritor del guión junto con Matthew
Robbins. Tuvo su estreno dentro de los Estados Unidos (así como en muchos otros
países) el pasado 16 de octubre, mientras que en México llego apenas durante el
fin de semana pasado. Hasta la fecha ha recaudado $62.6 millones de dólares en
taquilla a nivel mundial.
Sinopsis:
Después de sufrir una tragedia
familiar, Edith Cushing (Mia Wasikowska) contrae matrimonio con un misterioso
extranjero y se muda a Inglaterra con él para dejar atrás los fantasmas de su
pasado. Sin embargo, lo que no sabe es que la casa a donde llegará respira,
sangra y… recuerda.
Comentarios generales:
Guillermo Del Toro es uno de los
directores con una visión y estilo muy distintivos a los que difícilmente
puedes ignorar cuando se involucra en algún proyecto, sobre todo en estas
épocas en donde hace tantas cosas a la vez sin permitirle dirigir de manera tan
seguida. Por eso Crimson Peak se encontraba en el tope de mi lista de películas
más esperadas en 2015, ya que soy fan de la mayoría de los trabajos en donde ha
dirigido y por ello esperaba algo importante de su parte ahora que regresaba a
terrenos conocidos; lo cual se da por momentos, pero sin dejarme totalmente
satisfecho.
Curiosamente casi al inicio de la
película sale a relucir esta línea: “No es una historia de fantasmas, sino una
historia con fantasmas”. Un breve dialogo que para muchos pasará desapercibido
pero que en realidad es la manera del director para describirnos perfectamente
lo que será este homenaje a los viejos filmes de mansiones embrujadas, ya que
sin duda el primer acto se centra mucho más en desarrollar un drama en donde
todo lo que tenga que ver con fantasmas pasa a segundo término para así poder
construir un misterio sólido de manera pausada y sin prisas en torno a una
relación amorosa que genera constantes choques; cuyo propósito es prepárate
para una escena de impacto brutal que dé pie a algo mucho mayor.
Es llegado el segundo acto cuando
esto se siente más como un trabajo de Del Toro, sobre todo porque una vez que
las acciones se trasladan a la mansión se convierte en un deleite visual
maravilloso gracias a los valores de producción con los que cuenta y porque,
ahora sí, la aparición de fantasmas se vuelve algo relevante para añadirle
algunas escenas que le devuelven ese toque de terror que por varios minutos
perdió. Sin embargo, para nuestra mala suerte el ritmo pausado nunca se va y
poco a poco se empieza a caer en una repetitividad que ni siquiera lo visual
logra ocultar; provocando así una sensación de que no ocurre demasiado dentro
de una historia que no es precisamente compleja a la hora de resolver los
misterios presentados.
La parte final realmente me gustó
porque es sangrienta, pero sin llegar a ser un gorefest que desentone por completo
con el estilo manejado. Además es donde los tres actores principales brillan gracias
a que los dejan mostrar más emociones e imprimirle mayor fuerza a sus acciones,
obteniendo así un grado intensidad ideal para el conflicto decisivo.
En cuanto a las actuaciones debo
de decir que Wasikowska y Hiddleston ofrecen un trabajo sólido, pero es Jessica
Chastain quien se come la pantalla gracias a su interpretación tétrica (mención
especial para Jim Beaver). La producción es de un nivel superior a lo
acostumbrado dentro del género: el trabajo de fotografía es estupendo, la dirección
de arte es espectacular (todo lo referente a la mansión es de diez), cuenta con
un buen score, los efectos son una combinación bien balanceada de CGI/Prácticos
y el trabajo de maquillaje logra un gran impacto en momentos puntuales.
Opinión final: Difícilmente diría
que Crimson Peak es una mala película, pero sin duda le hace falta fuerza como para
poder considerarla algo espectacular.
****