domingo, 22 de noviembre de 2015

Crítica: Lumberjack Man (2015)


Película dirigida por Josh Bear, cuyo guión fue escrito por Ed Kuehnel y Matt Entin. Se estrenó de manera limitada en cines, VOD y DVD el pasado 16 de octubre dentro de los Estados Unidos, aunque no se sabe si llegará a otros mercados.

Sinopsis:

Mientras el staff de un campamento cristiano se prepara para recibir a los niños en lo que será una primavera llena de “diversión bajo el sol”, un demonio renace desde las profundidades de su caldera para poder iniciar su venganza y darse un festín de pancakes cubiertos en la sangre de sus víctimas.



Comentarios generales:

Si hace veinte años alguien me hubiera dicho que iba a ver un slasher en donde la motivación para matar del asesino era obtener sangre para poder cubrir sus pancakes (hot-cakes o panqueques) gigantes, sin duda lo hubiera tachado de loco. De hecho, si alguien me hubiera dicho eso hace un año probablemente hubiera reaccionado igual, pero en estos tiempos todo es posible y con Lumberjack Man queda claro eso; aunque sin resultados dignos de presumir.

La verdad es que con los primeros cinco minutos es más que suficiente para darte cuenta de lo que te espera al ver a un grupo de adolescentes que en cuestión de segundos no solo dejan plasmados cada uno de los estereotipos conocidos, sino que además se encargan de decir algunos diálogos cuyo principal propósito es establecer que en esta historia solo importa una cosa: el sexo. Ya que la verdad el primer acto pasaría más como una película de softporn sino fuera por alguno que otro asesinato presentado, donde se utiliza un tono cómico muy simplón y ciertamente no se logra crear algún tipo de interés por personajes que bien pudieran haber sido reemplazados por cubetas sin ningún problema; incluyendo a la “final girl”, quien probablemente sea a la primera que quisieras ver morir.

Todo el tiempo se nota que el director pretende generar un humor totalmente exagerado bajo el pretexto de nunca tomarse nada en serio, pero esto más que ayudar termina perjudicando porque cada situación presentada es más estúpida que la anterior y poco a poco las cosas empiezan a perder el rumbo; volviendo bastante aburrida una experiencia que sustenta sus esperanzas en hacerte reír con sus defectos. Ante esto la única alternativa es ofrecer una carnicería memorable, pero ni eso logran, ya que aunque si presentan algunas muertes que resultan divertidas de ver (mención especial a una donde se utiliza uno de los pancakes), por alguna razón se opta por no mostrar en cámara los aspectos más brutales de estas y eso les quita impacto.

La parte final es increíblemente mala. Se siente lenta y muy cortada; con una pelea decisiva que no cuenta con ningún momento emocionante a pesar de que tratan de generarlo en repetidas ocasiones sin éxito, lo cual en parte se le puede atribuir a que es demasiado extensa y contiene mucha comedia integrada con calzador.

De las actuaciones no hay mucho que decir; por ahí Michael Madsen tiene dos o tres chispazos entretenidos pero en general todos están terribles. La producción es pobre: el trabajo de fotografía es aceptable, el score intrascendente, tiene algunos problemas con la labor de sonido, los efectos se nota que estuvieron muy limitados por el presupuesto y el trabajo de maquillaje es casi inexistente.

Opinión final: Lumberjack Man tienen sus momentos, pero en general es un trabajo pobre que solo vale la pena ver si eres un fan a muerte de Michael Madsen.

Ojometro:
**