Película dirigida por Alberto
Marini, quien además es co-escritor del guión junto a Danielle Schleif. Se
estrenó en cines apenas el pasado fin de semana dentro de México y su estreno
en España se dará en febrero, aunque no se sabe cuándo va a llegar a otros
mercados.
Sinopsis:
Cuatro jóvenes estadounidenses se
ofrecen para ser monitores en un campamento de verano en Europa y así vivir una
experiencia inolvidable. Sin embargo, una noche antes de que lleguen los niños,
un extraño virus que provoca furia extrema azota la hacienda donde se
encuentran; convirtiendo en una auténtica pesadilla su estancia y obligándolos
a hacer cosas que normalmente no harían para mantenerse con vida.
Comentarios generales:
Cuando lees o escuchas que este
trabajo es una colaboración entre los creadores de REC y The Conjuring es
prácticamente imposible no emocionarte considerando lo que esos dos trabajos han
significado para el género en los últimos diez años. Sin duda es una carta
presentación muy impresionante, pero a la vez se trata de un peso bastante fuerte que
cargar y para nuestra fortuna Summer Camp logra solventar dicha carga por medio
de una dosis de originalidad que ha hecho un tanto complicado el escribir esta
crítica al estar tratando de evitar spoilers.
Inicialmente todo luce sumamente familiar
al presentar unos 15 minutos dedicados a la introducción de personajes que
siguen los típicos estereotipos conocidos, cayendo ligeramente en un humor un
tanto inocente que realmente no afecta en lo más mínimo gracias a que
Marini no tarda demasiado para pisar el acelerador. Ya que una vez que se da el
primer caso de infección (como a los 20 minutos) la película toma un ritmo brutal
que no dejará que el espectador pueda despegar los ojos de la pantalla ante las
situaciones presentadas. La mayoría diseñadas no solo para añadir impacto
inmediato por medio de una amenaza mucho más inteligente que el promedio, sino también
con ciertos toques cómicos muy bien pensados que permiten relajarte un poco y
disfrutar mucho más la experiencia.
Sin embargo, lo mejor llega en el
segundo acto con un giro que le brinda frescura a todo esto; uno que no recuerdo
haber visto en alguna otra película a pesar de su relativa sencillez y el cual
sin duda cambia por completo la dinámica de la historia al sustentarla en el
tema de la confianza más que en el tratar de descubrir los origines del virus o cómo curarlo. Igualmente,
este detalle le da mucho más sentido a la decisión de tener solo un puñado de
personajes debido a que ahora estos juegan un rol completamente distinto al que
esperabas en un inicio.
Cada decisión que toman tiene efectos para el desarrollo y el director obtiene un poco más de libertad al momento de construir sustos que, en la mayoría de los casos, muestran que cuenta con un perfecto sentido del timing.
Cada decisión que toman tiene efectos para el desarrollo y el director obtiene un poco más de libertad al momento de construir sustos que, en la mayoría de los casos, muestran que cuenta con un perfecto sentido del timing.
La parte final es caótica y
cuenta con un nivel de intensidad elevado, así como con las dosis de sangre
necesarias para satisfacer a los fans. Las sorpresas se siguen dando y justo
cuando piensas que ya todo está definido se presenta un momento de impacto
brutal que define perfectamente la idea de “hacer cualquier cosa para
sobrevivir”; además cuenta con un desenlace que, si bien siempre es una
posibilidad, nunca te esperas que se vaya a dar.
Las actuaciones son
sorprendentemente sólidas: Diego Boneta, Jocelin Donahue y Maiara Walsh se ven
a obligados a realizar dos tipos distintos de roles que no solo les exigen en
el aspecto emocional, sino también en el físico; cumpliendo de buena manera con
ambos. La producción es de destacar: tiene un trabajo de fotografía muy bueno
(sobre todo las partes nocturnas en el bosque), la dirección de arte es
sencilla, el score cumple, el trabajo de sonido es brutal y la cuestión de
efectos/maquillaje está bien cuidada para dejar siempre en claro que se trata
de una película sobre infectados y no de zombies.
Opinión final: Summer Camp es muy
entretenida. Difícilmente la catalogaría como un clásico, pero cuenta con una idea fresca y mucha acción que definitivamente
harán que más de uno la disfrute.
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