Nueva entrega de la franquicia
que está dirigida por Joe Nimziki, quien además fue co-escritor del guión junto
a James Robert Johnston. Salió directamente en VOD durante el 2011 y en el 2012
hizo su debut en formato físico.
Sinopsis:
Will (Landon Liboiron) es el
típico adolescente que se encuentra en su último año de preparatoria y justo
antes de graduarse finalmente decide declarársele a su hermosa compañera Eliana
(Lindsey Shaw). Aunque, por otra parte, también descubre que sus ancestros eran
hombres lobo y poco a poco empezará a descubrir sus increíbles poderes;
poniéndolo en una situación en donde tendrá que elegir entre su sangre o a la
chica que ama.
Comentarios generales:
En su momento no me pudo importar
menos esta nueva entrega, la cual se manejaba como un remake pero que en
realidad solo está ligada por el nombre. Salió justo en el pleno apogeo de
Twilight y con solo ver el tráiler uno podía darse cuenta sobre lo que pretendían
explotar, siendo esto el principal motivo por el cual no le di oportunidad
hasta ahora que me la encontré de mera casualidad por TV. Algo que sin duda fue
la mejor elección.
Esto porque lo que nos regala
Nimziki es una historia de amor que pretende ser muy sexual, pero que se
termina estancando en el típico romance adolescente que se ha visto millones de
veces, nada más que ahora involucrando hombres lobo. Sustentándose en el blando
personaje de Will y su evolución no solo en la cuestión del lado animal, sino
también en su aspecto humano que lo lleva a realizar acciones que normalmente
no haría para construir así un primer acto que presenta poco o nada llamativo;
al grado que, salvo por un par de tomas con perspectiva de primera persona, uno
no pensaría que está viendo una película de terror.
Es hasta pasados los 40 minutos
cuando las cosas empiezan a tener un tono mucho más oscuro con la aparición del
villano principal, algo que se da de manera muy agitada y sin explicarte gran
cosa sobre este (salvo por detalles básicos) pero que sin duda beneficia al
ritmo utilizado en el resto de la película. Ya que a partir de ese punto todo
se vuelve una larga cacería dentro de la escuela que genera las dosis mínimas
de tensión necesarias para poder soportar la dinámica melosa entre los dos
personajes principales; una que definitivamente terminará hartándolos no solo
por su ridiculez, sino porque además gracias a esto los sucesos nunca logran
tener un desarrollo fluido y lo que supuestamente tendría que ser la construcción
de un conflicto violento solo se queda en una pelea entre perritos.
La parte final no está tan mal.
Cuenta con acción, algo de sangre y peleas muy dinámicas que están filmadas de
manera inteligente para no notar el pobre trabajo de caracterización; sin
embargo, dejan totalmente en blanco varios aspectos respecto al villano y sus
verdaderas motivaciones que te dejan con la sensación de que termina de manera
muy abrupta.
Las actuaciones no son muy
buenas, salvo por la de Lindsey Shaw, quien logra darle vida a una chica
bastante atractiva que se roba todos los reflectores cada que aparece en
pantalla gracias a su relajada personalidad. La producción no es la gran cosa,
pero cumple: el trabajo de fotografía es decente, el score es bastante bueno,
cuenta con un buen sonido y efectos que pasan el control de calidad; aunque,
por otra parte, el trabajo de maquillaje deja mucho que desear debido a que los
hombres lobo lucen terribles.
Opinión final: The Howling:
Reborn es de lo peor de la franquicia y después de verla entenderán por qué esta
se encuentra en la congeladora.
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