Película que significa el primer
largometraje dentro del género para el director John William Holt, cuyo guión
fue escrito por Jason Turner. Se estrenó directamente en DVD y VOD dentro de
los Estados Unidos el pasado 14 de junio.
Sinopsis:
Kyle Cole (Austin Madding)
regresa junto a su equipo de filmación a su pueblo natal en Kentucky después de
una década con la idea realizar un documental sobre un devastador recuerdo de
su infancia. Sin embargo, cuando los lugareños se enteran de su regreso
empiezan a ocurrir extraños eventos conectados a lo ocurrido años atrás y a un
miembro de la comunidad llamado Jordan (Bill Oberst Jr.).
Comentarios generales:
Realmente solo hay un puñado de
personajes ligados en la actualidad al género de terror que me hacen ver sus
películas sin pensar demasiado sobre si serán buenas o no, siendo Oberst Jr.
uno de ellos. Gracias a esto The Dooms Chapel Horror era un trabajo al que le
seguí la pista muy de cerca y, a pesar de tratarse de una producción
independiente, le tenía mucha fe por su temática; aunque tristemente el
resultado final fue uno no tan satisfactorio.
Algo que resulta lamentable
porque Holt en verdad hace un gran esfuerzo por poder regalarnos una película
que se sienta diferente a pesar de tener una premisa un tanto común, utilizando
diversos estilos de filmación que tienen un propósito específico y eso se nota
en el primer acto. Uno que está construido evidentemente para brindarte un
contexto muy trágico sobre la infancia de Kyle, pero que se siente
increíblemente fluido gracias a la combinación de formatos que van desde entrevistas
de manera tradicional hasta found footage para
captar los momentos más emocionales del protagonista y, además, el uso de una
cámara tipo GoPro para las situaciones tensas.
Todo esto hace que la historia te
atrape sin importar su simpleza, sobre todo porque en base a este tipo de cosas
el director logra generar una sensación de misterio muy fuerte no solo sobre el
pasado del protagonista, sino también sobre el pueblo en sí. Uno que sabes que oculta muchas cosas, pero no sabes exactamente qué.
El problema llega cuando a la mitad del segundo acto, ya con la presencia de los antagonistas, las cosas se estancan de manera importante y se le empieza a dar vueltas al pasado de Kyle de una manera muy absurda; donde ya sabes perfectamente lo que pasó (o al menos tienes una idea sólida) y aún así no se atreven a tratar el tema de manera clara hasta que es demasiado tarde. Lo cual hace que la parte final se sienta muy acelerada e incluso un tanto absurda.
Ya que en poco tiempo le quieren dar la relevancia que no pudieron en la primera hora al culto de Jordan, pero este termina quedando en segundo plano con la revelación de algo mucho mayor que hace de los últimos 10 minutos lo más sangriento de toda la película. Aunque también lo vuelve confuso por algunas decisiones con los estilos de filmación que no tienen mucho sentido.
El problema llega cuando a la mitad del segundo acto, ya con la presencia de los antagonistas, las cosas se estancan de manera importante y se le empieza a dar vueltas al pasado de Kyle de una manera muy absurda; donde ya sabes perfectamente lo que pasó (o al menos tienes una idea sólida) y aún así no se atreven a tratar el tema de manera clara hasta que es demasiado tarde. Lo cual hace que la parte final se sienta muy acelerada e incluso un tanto absurda.
Ya que en poco tiempo le quieren dar la relevancia que no pudieron en la primera hora al culto de Jordan, pero este termina quedando en segundo plano con la revelación de algo mucho mayor que hace de los últimos 10 minutos lo más sangriento de toda la película. Aunque también lo vuelve confuso por algunas decisiones con los estilos de filmación que no tienen mucho sentido.
Las actuaciones no son nada del
otro mundo, realmente lo más destacado es la siempre imponente presencia de
Bill Oberst Jr. y el gran complemento que significa Joshua Mark Robinson
(Samuel) como su discípulo/compinche. La producción es lo que se puede esperar
de un proyecto independiente: el trabajo de fotografía es decente, la dirección
de arte no presenta grandes complicaciones, el trabajo de sonido es muy limpio
considerando los formatos, los efectos son bastante pobres y el trabajo de
maquillaje resulta muy básico.
Opinión final: The Dooms Chapel
Horror es un trabajo independiente más. No es un desperdicio, pero la verdad
hay trabajos similares que logran mejores resultados.
Ojometro:
***
***