Película escrita y dirigida por Alexander
Babaev, la cual significa su primer largometraje. Se estrenó directamente en
VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 10 de febrero, pero todavía no hay
información sobre si saldrá en formato físico.
Sinopsis:
Con la ayuda de sus amigos, Emily
(Margaret Judson) se muda a una casa remota para poder cuidar mejor de su hermano
con parálisis cerebral. Lo que ellos no saben es que esa casa guarda un
aterrador secreto que los empezará a acosar uno por uno hasta poder quebrarlos
física y mentalmente.
Comentarios generales:
El que una película utilice
fórmulas antiguas últimamente es algo satanizado por muchos, pero lo cierto es
que eso no significa que esta sea automáticamente mala o no sea capaz de
ofrecer algo entretenido con pequeños toques que le brinden una identidad
propia. Lo cual ciertamente parece complicado de lograr si la historia en
cuestión es sobre posesiones, pero en el caso de Bornless Ones puedo decir que
si ofrecen algo con ese sello particular que la vuelve disfrutable sin ser
precisamente muy original.
Siendo esto posible gracias a que
lo que nos regala Babaev es una historia que, si bien se centra en un concepto
básico conocido, también se construye en base a una situación familiar que
presenta cierta complejidad para los personajes y que además juega un papel
fundamental en la manera en la que se desarrolla todo esto. Ya que es por medio
de la condición física de Zach que se justifica la presencia de los demonios,
generando así un primer acto que no resulta tan simple como las típicas fiestas
de fin de semana habituales y cuyo lento avance logra establecer de manera
sólida todos los misterios que rodean a la casa para que estos vayan siendo revelados
poco a poco conforme pasen los minutos.
Lo cual ocurre sin muchos
contratiempos pasada la media hora de metraje y que además se da mediante una
serie de sucesos desencadenados por posesiones que resultan mucho más violentos
de lo que uno se imaginaria. Presentando un nivel considerable de crudeza y
sangre sin llegar a algo excesivo como para querer sustentar todo lo que ocurre
solo en el shock barato que podría proporcionar un gorefest; donde además se
van soltando más detalles con respecto al pasado de los personajes que los
dejan vulnerables ante la amenaza y los quiebran mentalmente para empezar a generar
así conflictos entre estos.
La parte final es bastante
intensa. El director se sigue valiendo del impacto visual para lograr muchos
objetivos, pero también se toma su tiempo para explicar claramente la manera de
salir del problema y en base a esto construir momentos efectivos que no solo
justifiquen la violencia, sino que
además puedan solidificar la postura del personaje de Emily ante una situación
que bien podría dejar que la consuma fácilmente.
Las actuaciones no están nada
mal, curiosamente Judson es la más floja pero el resto del elenco hace una
labor bastante buena, especialmente en sus roles de poseídos. La producción es
de buena nota: tiene un trabajo de fotografía acertado, la dirección de arte es
simple, el score es sólido, el trabajo de sonido es bueno, los efectos son en
su mayoría prácticos bien hechos (aunque si hay algo de CGI) y la labor de
maquillaje es destacada.
Opinión final: Bornless Ones me
gustó. Es una buena película de posesiones cuya única intención es entretener y lo logra de manera adecuada.
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