Co-producción japonesa/estadounidense que significa el debut tras la cámara de Michael
Barrett y cuyo guión fue escrito por Simon Barrett. Se estrenó el pasado 1 de
septiembre directamente en VOD dentro de los Estados Unidos, pero no existe
información sobre si llegará a otros mercados o sobre su salida en formato
físico.
Sinopsis:
Tres turistas estadounidenses se
adentran en los bosques de Japón para encontrar un antiguo templo. Lo que no
saben es que dicho lugar es vigilado por espíritus que harán todo para
convertir su viaje en una auténtica pesadilla.
Comentarios generales:
Uno sabe que con el género de
terror siempre se está a merced de películas de todo tipo, pero con altas probabilidades de encontrarse con cosas
realmente espantosas que en algún punto harán que te cuestiones por qué te
gusta sufrir de esa manera. Suele ocurrir por lo menos unas cuatro o cinco
veces por año, es algo inevitable, y precisamente con Temple se dio esa
situación; no solo porque no tiene nada que destacar, sino porque además es uno
de los trabajos con menos sentido que he visto últimamente.
Y no es porque se trate de una
historia compleja que resulte complicada de exponer en pantalla, al contrario,
creo que los Barrett no podrían haber elegido algo tan simple para hacer su
debut, pero a todas luces se nota que no sabían exactamente lo que
querían contar. Esto debido a que, si bien existen elementos que construyen de
manera muy superficial una historia sobre fantasmas, gran parte de la película
se centra más en un supuesto triangulo amoroso entre los turistas que no te
lleva a ningún lado y que solo sirve para poder gastar tiempo mostrando
situaciones por demás absurdas que están diseñadas con el único propósito de
poder explotar lo más que se pueda el aspecto visual que de manera natural
brinda Japón.
Una tónica que se mantiene
durante gran parte del filme y que se incrementa una vez que se trasladan las
acciones a la zona rural, donde el tema del templo empieza a tener más
relevancia pero te genera nulo interés debido a que lo que ocurre es
perfectamente descifrable. Aunque lo peor es que todo se realiza con una
lentitud frustrante, extendiendo así un viaje agónico que carece por completo
de suspenso o de cualquier tipo de construcción de una atmósfera que te haga
sentir el peligro que supuestamente corren estos personajes.
La parte final es un desastre
como pocos. Realmente pareciera como si los últimos 10/15 minutos solo fueran
escenas random filmadas para usarlas en dado caso de no tener una idea clara
del desenlace, ya que todas las historias de los personajes quedan
inconclusas y no explican absolutamente nada; dejando así en el aire muchas
preguntas para algo que de por si no tenía mucha sustancia.
Las actuaciones son genéricas, no
tienen nada de especial y terminan importando poco. La producción es
probablemente lo más aceptable: el trabajo de fotografía es lo mejor de la
película, la dirección de arte está ok, el score no tiene nada destacado, el
trabajo de sonido cumple, los efectos están bien y la labor de maquillaje es
bastante sencilla.
Opinión final: Temple es
espantosa. Un sinsentido absoluto que sin duda estará dentro de lo peor de
2017.
Ojometro:
*
*