Primer largometraje del director
Tristan Clay, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a
Destinie Orndoff. Se estrenó directamente en VOD dentro de los Estados Unidos
el pasado 9 de febrero, aunque no hay información sobre si saldrá en formato
físico.
Sinopsis:
Cuatro amigos viajan a los
bosques de West Virginia para filmar un documental sobre una leyenda local. Al
inicio solo parece un proyecto personal bastante inocente, pero con el
transcurrir de las horas se darán cuenta que puede que haya algo de cierto en
dicha leyenda.
Comentarios generales:
Leyendas locales siendo
investigadas es definitivamente el tema predominante en el cine de terror
independiente, es una fórmula simple que te brinda la posibilidad de ser
creativo y además es perfecta para realizar una película con muy pocos
recursos. Lo complicado viene al momento de ser original debido a que existe
una cantidad incontable de trabajos de este tipo que parecen hechos en serie,
la comodidad por no arriesgar es demasiada y en el caso de Red Eye se puede
notar en exceso.
Más que nada porque lo que nos
traen Clay y Orndoff es una historia que, a pesar de sustentarse en una leyenda
bastante retorcida, nunca demuestra tener como objetivo principal el ser tan impactante. Ya que el primer acto en términos generales se podría describir
como un bonito homenaje a la nada, en donde pareciera que el principal propósito
de los creadores no era realizar una película de terror, sino más bien una de
superación personal debido a que gran parte de este se enfoca en temas
como el bullying, el maltrato infantil o el embarazo no deseado mientras de
manera superficial te brindan los detalles mínimos de lo que
estos jóvenes supuestamente van a investigar.
Sin duda temas delicados, pero en
este caso no sirven de mucho y solo hacen que el ritmo sea lento al consumir
gran parte del metraje por medio de largas conversaciones que te hacen olvidar
en algún punto cuál es el propósito original del viaje. Una situación que
significa un gran desgaste para el espectador y que solo provoca que no sientas
ningún tipo de curiosidad por ver lo que le pueda ocurrir a los personajes una
vez que se topen con la inevitable realidad, la cual llega de golpe, sin
demasiada construcción de suspenso y que solo tiene como propósito el tratar de
generar cierta fuerza por medio de un par de muertes que ante el poco
presupuesto te resultan más cómicas que grotescas o perturbadoras.
De la parte final por lo menos
puedo reconocer que es sangrienta y que el director no se guarda nada al
momento de mostrar las cosas en pantalla. Aunque, por otra parte, el giro que
se le da se siente en exceso forzado considerando que las motivaciones que hay
detrás son un tanto ridículas; además de que ya se ha visto en ocasiones
anteriores.
Las actuaciones son muy malas, no
hay mucho más que decir respecto a esto. La producción es lo que uno espera de
un filme independiente: un trabajo de fotografía pobre, el score fastidioso y
un trabajo de sonido poco cuidado; aunque en el tema de los efectos/maquillaje se
hace una labor decente considerando los ínfimos recursos con los que contaron.
Opinión final: Red Eye es una
mala película. No es una atrocidad como otros proyectos independientes
similares, pero resulta difícil recomendarla.
Ojometro:
**
**