Película dirigida por Sylvain
White y escrita por David Birke. Se estrenó en cines dentro de los Estados
Unidos el 10 de agosto, mientras que en México hizo lo propio el pasado fin de
semana. Recaudando hasta la fecha $34 millones de dólares a nivel mundial en
taquilla.
Sinopsis:
En un pequeño pueblo de
Massachusetts un grupo de amigas, curiosas por la creepypasta de Slender Man,
pretenden probar que este realmente no existe… hasta que una de ella desaparece
misteriosamente.
Comentarios generales:
Ante el hartazgo por el found
footage, la sobreexplotación del cine de zombies y la cada vez más escasa lista
de opciones para hacer remakes, Hollywood se ha volcado a la creepypastas para
tratar de encontrar el nuevo hit del género de terror. Sin duda un paso natural
ante la abundancia que existe en internet; sin embargo, como ya he dicho antes,
estas han demostrado no ser lo suficientemente robustas como para que se
adapten de manera exitosa a la pantalla grande y Slender Man solo viene a
confirmar esto.
Básicamente estamos ante un checklist de cosas que hemos visto en otras películas y con las
cuales un novato dentro del género como White no sabe realmente que hacer, dejando
como resultado un revoltijo de ideas que nunca terminan por construir una
experiencia agradable. Ya que todo se da de manera acelerada y sin grandes detalles, sobre todo
durante un primer acto en el que no se toman el tiempo suficiente como para
desarrollar un poco las personalidades de este grupo de chicas y mucho menos de
dónde viene todo el tema de Slender Man; dejando así un inicio con una amenaza
que es literalmente un plagio a Sadako y una desaparición que no te genera
intriga.
Esto último propiciado en gran
medida porque no se sabe nada sobre las chicas como para que uno sienta apego hacia
ellas, pero también porque la construcción alrededor del mito que se maneja es
completamente desangelada y con ideas muy vagas que ni siquiera se atreven a
explotar el tema del internet con el cual está estrechamente ligado. Sustentándose
en visiones que terminan llevando a nada o en sustos fáciles forzados que nunca
ayudan a generar una sensación de peligro adecuada gracias al mal timing con el
que se utilizan, lo cual provoca que la historia no se pueda desarrollar de
manera fluida ante tanta interrupción que solo enreda un concepto básico al que
le añaden más cosas de las que deberían.
La parte final tampoco mejora la
experiencia, a pesar de que es la uníca en donde se pretende darle cierta personalidad a Slender Man. Aquí el tema de la locura empieza a tomar relevancia para reflejar
el desgaste mental de las protagonistas, llevando así a más visiones huecas y a
situaciones sin mucho sentido con las cuales se pretende añadir sorpresa sin grandes resultados.
De las actuaciones solo vale la
pena la de Joey King (Wren), sin ella la película hubiera sido mucho peor
debido a que es la única que logra ofrecerle algo más de emoción a una dinámica
de grupo que nunca se siente natural y en la que abundan las interacciones
acartonadas. En el tema de la producción es donde tiene sus cosas más
destacadas: el trabajo de fotografía es bastante bueno, la dirección de arte no
resalta, el score no está mal, el trabajo de sonido se encuentra bien cuidado y
los efectos cumplen.
Opinión final: Slender Man es
decepcionante y muy aburrida. Tal vez sea la mejor película sobre dicha
creepypasta hasta la fecha, pero eso no es nada para presumir.
Ojometro:
**
**