martes, 15 de enero de 2019

Crítica: The Car: Road to Revenge (2019)


Película dirigida por G.J. Echternkamp (Death Race 2050), quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Michael Tabb y Matt Yamashita. Se estrenó el pasado 8 de enero en DVD y VOD dentro de los Estados Unidos.

Sinopsis:

En una ciudad plagada por el crimen y la violencia, un fiscal de distrito sin escrúpulos es salvajemente asesinado y lanzado por un edificio para caer sobre su automóvil. Con su muerte siendo todo un misterio parece que su caso no será resuelto, esto hasta que el propio automóvil toma vida e inicia una sangrienta venganza.



Comentarios generales:

Hace no mucho mencionaba que las películas sobre automóviles poseídos lucen sumamente ridículas para los estándares actuales, así que cuando se reveló de la nada una secuela de “The Car” me sorprendió bastante. Nadie la pidió y claramente ni siquiera la propia Universal tenía demasiada fe en esta gracias a la manera en la que la sacó a la luz, algo por lo cual no se le puede culpar demasiado debido a que este es uno de esos trabajos con los que nadie quiere que se les relacione.

Y es que para que dos de tus guionistas prácticamente borraran casi cualquier referencia sobre ellos en los créditos, promocionales o fichas técnicas se necesita algo realmente malo, algo que se encuentre en niveles de atrocidad importantes y ciertamente lo que nos ofrece Echternkamp llega a eso. No tanto por la premisa en sí, ya que más allá de lo ridícula que resulta esta todavía brindaba un margen de maniobra decente para darnos algo entretenido y al menos durante los primeros 10/15 minutos parece que irá por ese camino gracias al nivel violencia que se presenta; sin embargo, una vez que se da la muerte del fiscal simplemente lo que tenemos es un desastre que resulta imposible de corregir.

Ya que de entrada NUNCA se explica cómo diablos el automóvil termina siendo poseído, simplemente pretenden que el espectador deje pasar ese punto fundamental mientras se ve expuesto a una venganza que, además de tener su dosis significativa de sangre, también presenta cosas a las que resulta imposible tomarlas en serio. Cosas que se terminan mezclando con una investigación que solo da vueltas en círculos mientras este auto mata a cualquier cosa que se le ponga en su camino y realiza maniobras espectaculares para lograr su cada vez menos claro objetivo.

En la parte final se hace una breve referencia a la película de los 70s que solo identificarán aquellos que la vieron, pero realmente no tiene demasiada importancia. En general no cambia nada con respecto a lo que se ve durante la hora previa, aunque al menos hay explosiones y se deja abierta la puerta a una nueva entrega que seguramente nunca verá la luz.

Las actuaciones son las que uno se imagina considerando la clase de película que es, algunas rayan en lo caricaturesco en este mundo distópico y otras simplemente son demasiado planas. La producción es probablemente lo mejorcito: el trabajo de fotografía es aceptable, la dirección de arte no es la gran cosa, el score está ok, el trabajo de sonido es bueno, los efectos lucen de pobre calidad y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: The Car: Road to Revenge es extremadamente mala. Tan mala que probablemente algunos le encuentren el gusto a sus ridiculeces.

Ojometro:
*