Película dirigida por G.J.
Echternkamp (Death Race 2050), quien además comparte créditos como co-escritor
del guión junto a Michael Tabb y Matt Yamashita. Se estrenó el pasado 8 de
enero en DVD y VOD dentro de los Estados Unidos.
Sinopsis:
En una ciudad plagada por el
crimen y la violencia, un fiscal de distrito sin escrúpulos es salvajemente
asesinado y lanzado por un edificio para caer sobre su automóvil. Con su muerte
siendo todo un misterio parece que su caso no será resuelto, esto hasta que el
propio automóvil toma vida e inicia una sangrienta
venganza.
Comentarios generales:
Hace no mucho mencionaba que las
películas sobre automóviles poseídos lucen sumamente ridículas
para los estándares actuales, así que cuando se reveló de la nada una secuela
de “The Car” me sorprendió bastante. Nadie la pidió y claramente ni siquiera la
propia Universal tenía demasiada fe en esta gracias a la manera en la que la
sacó a la luz, algo por lo cual no se le puede culpar demasiado debido a que
este es uno de esos trabajos con los que nadie quiere que se les relacione.
Y es que para que dos de tus
guionistas prácticamente borraran casi cualquier referencia sobre ellos en los
créditos, promocionales o fichas técnicas se necesita algo realmente malo, algo
que se encuentre en niveles de atrocidad importantes y ciertamente lo que nos
ofrece Echternkamp llega a eso. No tanto por la premisa en sí, ya que más allá
de lo ridícula que resulta esta todavía brindaba un margen de maniobra decente
para darnos algo entretenido y al menos durante los primeros 10/15 minutos
parece que irá por ese camino gracias al nivel violencia que se presenta; sin
embargo, una vez que se da la muerte del fiscal simplemente lo que tenemos es un
desastre que resulta imposible de corregir.
Ya que de entrada NUNCA se explica
cómo diablos el automóvil termina siendo poseído, simplemente pretenden que el
espectador deje pasar ese punto fundamental mientras se ve expuesto a una venganza
que, además de tener su dosis significativa de sangre, también presenta cosas a
las que resulta imposible tomarlas en serio. Cosas que se terminan mezclando
con una investigación que solo da vueltas en círculos mientras este auto mata a
cualquier cosa que se le ponga en su camino y realiza maniobras espectaculares
para lograr su cada vez menos claro objetivo.
En la parte final se hace una
breve referencia a la película de los 70s que solo identificarán aquellos que la
vieron, pero realmente no tiene demasiada importancia. En general no cambia
nada con respecto a lo que se ve durante la hora previa, aunque al menos hay explosiones
y se deja abierta la puerta a una nueva entrega que seguramente nunca verá la luz.
Las actuaciones son las que uno
se imagina considerando la clase de película que es, algunas rayan en lo caricaturesco
en este mundo distópico y otras simplemente son demasiado planas. La producción
es probablemente lo mejorcito: el trabajo de fotografía es aceptable, la dirección
de arte no es la gran cosa, el score está ok, el trabajo de sonido es bueno,
los efectos lucen de pobre calidad y la labor de maquillaje cumple.
Opinión final: The Car: Road to
Revenge es extremadamente mala. Tan mala que probablemente algunos le
encuentren el gusto a sus ridiculeces.
Ojometro:
*
*