Adaptación de la novela del mismo
nombre dirigida por Susanne Bier y cuyo guión fue escrito por Eric Heisserer.
Se estrenó directamente en Netflix a nivel mundial el pasado 21 de diciembre.
Sinopsis:
Cinco años después de que una presencia
siniestra llevara a la mayoría de la sociedad al suicidio, una madre y sus dos
pequeños hijos hacen un intento desesperado para llegar a un refugio. Aunque
esto no será nada sencillo debido a que la amenaza no puede ser vista y tendrán
que realizar su travesía a ciegas.
Comentarios generales:
Creo que es difícil no estar de
acuerdo en que Netflix tuvo un 2018 impresionante en cuanto a su oferta de
terror se refiere, ya que el servicio de streaming estuvo lanzando contenido
casi todo el año que abarcó bastantes subgéneros. Realmente con lo que habían
sacado en octubre/noviembre era más que suficiente para cerrar el año, pero
todavía tenían a Bird Box en espera y, aunque su fecha de salida no fue
precisamente la más conveniente, no podía ignorarla. Mucho más porque sin duda
es un trabajo controversial.
Y es que además de tener que
pasar por las inevitables comparaciones con “A Quiet Place”, lo que nos trae
Bier también tiene que lidiar con aquellas a “The Happening” gracias a lo
idéntica que resulta su premisa. Una que sin duda es atractiva y sirve para
contar una historia que la directora aborda, al menos de inicio, como si se
tratará de una de zombies durante los eventos del pasado y que va alternando
con el viaje del presente para brindar así una dinámica agradable que con el
paso de los minutos logra captar tu interés gracias al misterio que hay detrás
de la amenaza; además de que cuenta con algunos momentos de impacto que elevan
el nivel de intensidad de manera adecuada.
Realmente durante los primeros
treinta minutos las cosas fluyen sin problemas, pero pasando este periodo de
tiempo todo empeora y se vuelve prácticamente imposible que se rectifique el
rumbo, no solo porque lo que ocurre en pantalla se empieza a sentir repetitivo,
sino porque lo que rodea a las criaturas que provocan los suicidios nunca
parece tener una explicación lógica y la información brindada solo son migajas
a las que les tienes que ir encontrando cierto sentido. Obligando así a que los
conflictos se centren más entre los sobrevivientes y, sobre todo, a añadir una
amenaza externa que se siente muy forzada e incluso tiene menos sentido que la
principal (¿Por qué a los locos no les afecta?).
A esto hay que agregarle la poca efectividad
al tratar de generar momentos de tensión, los cuales son importantes
considerando que la película pone siempre en escenarios poco ventajosos a los
personajes pero que, salvo por un par de estos, realmente nunca existen
situaciones en las que el espectador verdaderamente sienta preocupación por lo
que ocurre.
La parte final tampoco es la
mejor; de hecho, diría que empeora las cosas. Y no es tanto porque nunca se
muestre a la amenaza, eso creo que termina quedando en segundo plano cuando en
lugar de esclarecer varios puntos importantes solo van aumentando las dudas y
te dejan con muchísimas preguntas sin responder al apostar por un desenlace
abierto a interpretación.
En cuanto a las actuaciones es
donde sin duda tiene sus puntos más fuertes, con una Sandra Bullock (Malorie) que
carga sin demasiados problemas con el peso de la película y con un John
Malkovich (Douglas) que tiene una participación que roba cámara. La producción también
es buena: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte cumple, el
score está ok, el trabajo de sonido es bueno y los efectos están bien hechos.
Opinión final: Bird Box es
bastante decepcionante. Película con potencial que nunca logra su cometido.
Ojometro:
**
**