Remake del clásico de 1977
dirigido por Luca Guadagnino y escrito David Kajganich. Se estrenó en cines
dentro de los Estados Unidos durante el mes de noviembre del año pasado,
mientras que en México apenas lo hizo durante el 11 de enero. Su salida en
formato físico está anunciada para el próximo 31 de enero.
Sinopsis:
La oscuridad gira en torno a una
prestigiosa compañía de danza y en esta se encuentran sumergidos la directora
del lugar, una ambiciosa joven bailarina y un psicoterapeuta en duelo. Algunos
de ellos sucumbirán ante tal pesadilla, pero otros finalmente despertarán.
Comentarios generales:
Al ser una de las películas con
más alto perfil de 2018 dentro del género varios me preguntaron que por qué no
había escrito sobre Suspiria y la razón de esto es simple: retrasaron su
estrenó en México por motivos que sigo sin comprender. Gracias a esto se quedó
fuera de toda consideración de mis reconocimientos pero las expectativas se
mantuvieron intactas, sobre todo por la cantidad de opiniones extremas a su
alrededor que por un instante me hicieron temer; aunque al final he quedado bastante
satisfecho con el resultado.
Personalmente me sigo quedando
con la original de Argento, pero lo que nos trae Guadagnino es digno de
aplaudir debido a que nos regala un remake que nunca pretende sustentar su
éxito (o fracaso) siendo solo una actualización moderna, sino que trata de
construir algo que pueda fungir casi como un complemento al material original
bajo su propia visión y estética durante seis actos. Esto claro sin alejarse de
la fuente, ya que al menos de inicio guarda similitudes marcadas en el
desarrollo de la historia pero sin recaer demasiado en lo visual y, sobre todo,
en no ocultar por mucho tiempo el tema de las brujas para añadir así una
constante sensación de peligro.
Sin duda el cambio más radical
que presenta, aunque en este caso resulta por demás efectivo debido a que
gracias a esto se pueden construir momentos con los que se nos enseña más
respecto a la manera en la que opera el aquelarre y ayuda a darle más trasfondo
a la desaparición de las estudiantes (una de estas por medio de una de las
muertes más brutales que se puedan ver). Logrando así un buen balance entre lo
fantástico y lo real que permita el desarrollo de pequeños conflictos entre las
propias brujas para mantener así el interés sobre su meta final, a pesar de que
ya se sabe cuáles son sus intenciones.
En general la película fluye de buena manera, pero no todo es perfecto. Cuenta algunas
decisiones extrañas en lo que se refiere a la edición (cortes muy bruscos que
rompen por breves momentos el ritmo) y también se ve plagada de ideas del director italiano poco
efectivas; tales como implementar tomas desde ángulos extraños que lucen
forzadas o ciertos flashbacks/sueños que aportan muy poco.
Mencionado esto, también hay que
decir que lo que ocurre nunca te aburre y poco a poco te va absorbiendo entre
los bailes, la atmósfera oscura y la fabulosa música con la que cuenta, todo
para llegar a un sexto acto magistral. Uno que contiene una gran sorpresa que
desencadena un suceso de terror puro no solo por lo que representa, sino porque
visualmente logra un impacto enorme por medio de elementos gráficos que se
mantuvieron muy dosificados hasta este punto.
Las actuaciones son bastante
buenas: Tilda Swilton hace un trabajo estupendo con los dos personajes a los
que le toca darle vida (Madame Blanc y Dr. Klemperer), Dakota Johnson (Susie) cumple
perfectamente en su rol de chica “ingenua” con la que el espectador puede
preocuparse y en general el resto de los secundarios tienen sus momento para
brillar; en especial Chloe Grace Moretz (Patricia).
La producción es de gran factura:
el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte está increíblemente
bien cuidada, la música compuesta por Thom Yorke es fantástica, el trabajo de
sonido es genial, los efectos son sólidos y la labor de maquillaje es de primer
nivel.
Opinión final: Suspiria me gustó
bastante. Película divisiva a más no poder que algunos amarán y otros odiarán
con pasión, pero que difícilmente los dejará indiferentes.
Ojometro:
*****
*****