Película dirigida por Luke Jaden
(Dark, Deadly & Dreadful), quien además comparte créditos como co-escritor
del guión junto a Diane Michelle. Se estrenó en VOD dentro de los Estados
Unidos el pasado 12 de abril, aunque todavía no hay información sobre si saldrá
en formato físico.
Sinopsis:
Una familia con muchos problemas
se rehúsa a tomar en serio las advertencias de una inocente broma de Halloween,
provocando así que una fuerza sobrenatural se les aparezca para arruinarles sus
vidas.
Comentarios generales:
Boo! fue una de esas propuestas
que salió a la luz justo al final de 2018 con tan solo un póster promocional y
vagas descripciones por parte de personas que la pudieron ver en alguno que
otro festival, así que esta pudo gozar de algo que resulta muy difícil de
lograr hoy en día: sorpresa. Y es por eso que llegaba a este visionado con
bastante interés, ya que la premisa parecía que podía ofrecer algo disfrutable,
pero al final me he llevado una tremenda decepción.
Esto porque lo que nos trae Jaden
es una historia de la cual nunca parece tener intenciones de explotar lo que
supuestamente la hace especial (la leyenda urbana) y mejor decide centrarse en
un dramón familiar que se siente eterno. Drama que de inicio no resulta tan
fastidioso porque evidentemente este es importante para entender la dinámica
entre estos cuatro personajes y su fracturada relación; sin embargo, cuando uno
ve que durante el primer acto la menor de las preocupaciones es establecer la
peligrosidad de los fantasmas/espíritus presentes sabe que el camino a seguir será
espinoso.
Y es que más allá de algunas
alucinaciones sobre los peores temores de los miembros de la familia o momentos extraños de
un niño hablando con su pez, aquí realmente no ocurre nada o lo que ocurre es
banal. Todo por medio de un ritmo lento que se ve interrumpido de manera
constante y que gracias a ello resulta imposible el poder ir incrementando la
tensión que supuestamente debería de irse acumulando ante las experiencias que
cada miembro vive por su propia cuenta, provocando con esto un vacío muy
palpable que daña lo que debería de ser una experiencia más explosiva
considerando el peligro que los asecha.
La parte final es sin duda la
mejor. Principalmente porque por fin se deja de lado el drama para poder enfocarse
en la generación de un suspenso que tenga cierta constancia y así construir un
desenlace intenso que cuente con algunos momentos visualmente interesantes y se
salga por completo de la dinámica general.
Las actuaciones son malas, nadie
se salva, aunque Jaden Pinder (Caleb) es sin duda quien deja la peor impresión
ya que en ningún momento le crees absolutamente nada ante la tremenda
dificultad que tiene para realizar expresiones que se sientan naturales. La
producción es lo habitual en un filme pequeño como este: el trabajo de
fotografía es bastante bueno, la dirección de arte es un tanto desangelada, el
score no está tan mal, el trabajo de sonido tiene altibajos, los efectos son
aceptables y la labor de maquillaje cumple.
Opinión final: Boo! es bastante
mala. Película independiente que pasará sin pena ni gloria en este 2019.
Ojometro:
**
**