Película escrita y dirigida por William
McGregor, la cual significa su primer largometraje. Se estrenó en cines dentro
del Reino Unido durante el mes de julio, mientras que en los Estados Unidos
hizo lo propio en VOD el pasado 16 de agosto. Todavía no se sabe si saldrá en
formato físico.
Sinopsis:
Luchando contra la misteriosa
enfermedad de su madre, la ausencia de su padre y con una compañía minera que
trata de quitarles su tierra, la joven Gwen (Eleanor Worthington-Cox) pronto
empezará a notar como una peculiar oscuridad rodea su casa y su comunidad se
pone en contra de su familia.
Comentarios generales:
Con el éxito que significó “The
Witch” las películas de época dentro del género de terror tomaron un nuevo
aire, así que no es tan raro que salgan propuestas que quieran ser la nueva
referente dentro de esta clase de cine. Lo malo es que lograr este objetivo no
es algo tan simple, sobre todo porque se trata de películas que apuestan por
una fórmula que básicamente actúa como repelente para un porcentaje importante
de la audiencia, convirtiéndolas así en unas de nicho y Gwen creo que es un
claro ejemplo de esto.
Ya que lo que ofrece McGregor
apuesta completamente por explotar la atmósfera e ir construyendo bajo un ritmo
lento una historia deprimente con la que desde el primer minuto el espectador
comprenda que la situación de Gwen es la peor posible y así establecer el tono
predominante desde muy temprano. Centrándose más que nada en una dinámica
familiar en la que las fricciones son constantes y en donde se da a conocer la
problemática de la compañía minera, la cual durante el primer acto no
representa gran peligro pero su simple presencia hace que uno empiece a dudar
de ciertas situaciones en las que podría o no estar detrás.
Y es que aquí estamos ante una
película en donde nada es claro y prácticamente todo se deja a la
interpretación una vez que el estado físico de la madre empeora, utilizándola
como el medio para ir integrando elementos que puedan generar momentos de
relativo impacto o sospecha. Sobre todo porque te dan breves indicios de que,
tal vez, ella podría ser más de lo que aparenta y en base a esto gira
prácticamente un segundo acto con tintes mucho más trágicos en los que se
expone el conflicto pero tampoco se hace demasiado como para elevar la
intensidad de las cosas y todo sigue avanzando a un ritmo que no ayuda al
desarrollo general.
La parte final no la la encontré mala, pero si poco
satisfactoria. Para este punto uno espera que tanto sufrimiento por lo menos
lleve a una situación que logre cambiar un poco la dinámica y deje atrás por
algunos instantes la pasividad en las acciones; sin embargo, aunque tratan de
hacerlo, el resultado termina siendo pobre y la conclusión te deja con una
sensación de indiferencia muy fuerte cuando, en teoría, tendría que ser todo lo
contrario.
Las actuaciones son correctas,
realmente nadie destaca porque tampoco se trata de una película que exija
demasiado a su elenco. La producción cumple: el trabajo de fotografía es
bastante bueno, la dirección de arte correcta, el score es sólido, el trabajo
de sonido no tiene fallos, los efectos son mínimos y la labor de maquillaje
solo atiende aspectos básicos.
Opinión final: Gwen está ok. Si
tienen un nivel de paciencia alto seguro la disfrutarán, pero si no, lo mejor
es que la eviten.
Ojometro:
***
***