Primer largometraje del director Travis
Stevens, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Paul
Johnstone y Ben Parker. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el
pasado 25 de octubre, mientras que su salida en formato físico está confirmada
para el 7 de enero de 2020.
Sinopsis:
Don Koch (Phil Brooks) trata de
renovar una antigua casa en muy malas condiciones para empezar una nueva vida
con su esposa embarazada, aunque pronto descubrirá que la propia casa tiene
otros planes y explotará sus demonios del pasado.
Comentarios generales:
Por lo regular no me generan
mucha confianza las películas que involucran luchadores porque estas suelen ser
proyectos de poca calidad cuyo principal propósito es utilizar su imagen para
tratar de alcanzar una audiencia mayor explotando a sus fanáticos.
Y es que si alguien conoce un
poco sobre la carrera de Phil Brooks (mejor conocido como CM Punk) sabe que su
vida misma genera mucho morbo y sus fans suelen ser muy pasionales al respecto, así que mis
expectativas por Girl on the Third Floor no eran las mejores porque parecía que
se trataba de otro intento barato donde no aplicaría la ley del mínimo esfuerzo. Aunque para mi sorpresa me
encontré un trabajo que pretende algo más que simplemente explotar la presencia
de un rostro conocido.
Ya que Stevens presenta una
historia de casas poseídas que trata de variar un poco la fórmula, sacrificando
dinamismo en favor de ir construyendo lentamente un descenso a la oscuridad que
por grandes lapsos se asemeja más a un thriller psicológico. Esto porque, si
bien hay claras señales de que en esta casa pasan cosas raras (que son
épicamente ignoradas), la primera mitad en realidad se centra en cómo Don Koch
es una terrible persona que hace lo que supuestamente ya no quiere hacer y
mucho de lo que ocurre en pantalla juega con situaciones que ponen en duda lo
que es real o no para exponer su potencial locura.
Lo cual brinda algunos buenos momentos
pero en general hace que las acciones sean un tanto aburridas la mayor parte
del tiempo, sobre todo porque no se profundiza demasiado con respecto al pasado
de la casa y eso crea un vació que provoca que poco a poco lo que ocurre se
torne repetitivo e incluso un tanto confuso. Dejando así todo a expensas de determinadas acciones que
logran que la segunda mitad cuente con mayor fuerza gracias a su nivel de
impacto y un evidente incremento en el ritmo que ayuda a potenciar la
sensación de locura por la cual pasa nuestro protagonista.
Es hasta la parte final cuando se da un cambio
radical, al grado de que parece una película totalmente distinta. Y eso no lo
digo como algo negativo; de hecho, esta fue mi parte favorita debido a que le
brinda un tono completamente distinto a las cosas al ser una mucho más
intensa y, sobre todo, visceral. Además de que aclaran detalles importantes
cuando parecía que los iban a dejar en el olvido.
De las actuaciones puedo decir
que Brooks no lo hace mal, el papel está perfectamente diseñado para explotar
sus fortalezas y esconder sus carencias; además el reducido grupo de actores
secundarios lo complementan de buena manera, especialmente Sarah Brooks (Sarah).
La producción es discreta: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de
arte es muy básica, el score es bueno, el trabajo de sonido limpio, los efectos prácticos son de muy buena calidad y la labor de maquillaje es de primer
nivel.
Opinión final: Girl on the Third
Floor está ok. Película con ideas interesantes y buenos efectos para ver un día
en el que no tengan nada más que hacer.
Ojometro:
***
***