Secuela dirigida por Travis Cluff
y Chris Lofing (The Gallows), quienes además comparten créditos como escritores
del guión. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 25 de
octubre, mientras que su salida en formato físico está confirmada para el 24 de
diciembre.
Sinopsis:
Cuando Auna Rue (Ema Horvath) es
transferida a una nueva prestigiosa escuela, sus deseos de convertirse en
actriz se ven aplastados después de participar en un desafío por internet que
convoca a un malvado espíritu.
Comentarios generales:
En 2015 “The Gallows” tomó al
mundo por sorpresa gracias a una excelente campaña de publicidad que generó
mucho revuelo y prácticamente aseguro que la película fuera un éxito a pesar de
que el producto no era nada especial. Así que el que hubiera una secuela no
era algo de extrañar, nada más que no parecía que el público estuviera tan desesperado
por una y eso empezó a ser evidente cuando el estrenó de The Gallows Act II se
quedó en el limbo por casi dos años sin explicación aparente; aunque después de
verla uno entiende por qué se tardó tanto tiempo en salir a la luz.
Y es que la verdad lo que nos
traen Cluff y Lofing es una secuela desangelada en la que claramente ya no
sabían a qué publico dirigirse ante lo efímero que resultó el interés por la
primera entrega, optando por terminar con el uso del found footage para contar
una historia mucho más estándar a la que se le pudiera sacar provecho a futuro.
Algo que no se escucha tan mal pero que en la práctica resulta terrible porque
desde muy temprano se siente una desconexión enorme entre ambas partes a pesar
de que la obra The Gallows sigue siendo el foco de atención, nada más que en
esta ocasión se pretende construir todo alrededor de un reto que se
sustenta en sustos fáciles poco efectivos y en una protagonista carismática con
la que cuesta trabajo conectar.
Lo cual es un problema porque el
personaje de Auna domina la pantalla y para cuando se llega a la mitad del
metraje uno ya está harto de su situación debido a que lo que le ocurre resulta
hueco e increíblemente acelerado. Generando así varios momentos que no cuentan
con demasiado sustento detrás o situaciones que empiezan a resultar repetitivas
ante la poca imaginación de los directores para diseñarlas; especialmente
cuando se entra en la etapa en donde el espíritu debe de tener más relevancia
y este queda parado como algo muy secundario la mayoría del tiempo.
Ahora, por si lo anterior no
fuera suficiente para convencerte de que esta es una mala película, lo que
hacen en la parte final no tiene ningún tipo de justificación.
Ya para este punto muchas de las cosas presentadas carecen de sentido y la efectividad de los sustos ha desaparecido por su sobreexplotación, pero por los menos hay cierto misterio que se mantiene intacto. Sin embargo, con la revelación definitiva lo destrozan de manera brutal al utilizar un recurso tan pobre para justificar lo ocurrido que solo te hace cuestionar todo lo que viste previamente y provoca una sensación de vació enorme.
Ya para este punto muchas de las cosas presentadas carecen de sentido y la efectividad de los sustos ha desaparecido por su sobreexplotación, pero por los menos hay cierto misterio que se mantiene intacto. Sin embargo, con la revelación definitiva lo destrozan de manera brutal al utilizar un recurso tan pobre para justificar lo ocurrido que solo te hace cuestionar todo lo que viste previamente y provoca una sensación de vació enorme.
En cuanto a las actuaciones debo
de decir que es frustrante ver a Ema Horvath porque en ningún momento logras
tener empatía hacia su personaje, mientras que el resto del elenco es
completamente intrascendente. La producción es discreta: el trabajo de
fotografía es aceptable, la dirección de arte no tiene nada particularmente
destacado, el score es genérico, el trabajo de sonido es bueno, los efectos no
presentan mucha complejidad y la labor de maquillaje es simple.
Opinión final: The Gallows Act II
es bastante mala. Una secuela innecesaria que debió quedarse perdida en la
oscuridad.
Ojometro:
**
**