Producción australiana escrita y
dirigida por Tony D'Aquino, la cual significa su primer largometraje. Se
estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos a inicios de octubre, mientras que
se estrenará en cines dentro de Australia el próximo 7 de noviembre. Todavía no
hay información sobre si saldrá en formato físico.
Sinopsis:
Kayla (Airlie Dodds) es
secuestrada y posteriormente despierta en medio de un bosque donde tendrá que participar en
contra de su voluntad en un juego mortal en el que varias mujeres son cazadas
por hombres enmascarados.
Comentarios generales:
Vivimos en una época en la que
pareciera que todo debe de tener un trasfondo político o social para que logre
satisfacer a cierto sector de la crítica, ya que de lo contrario se empiezan a
tachar ciertos productos como basura. Así que cuando empecé a ver que The
Furies estaba siendo destrozada por no cumplir dichos estándares me pareció
curioso, en especial porque con su trailer era muy obvio cual era su tirada y si
uno conoce lo más mínimo de la historia del cine de terror australiano (así
como sus excesos) tenía bastante sentido, aunque parece que para muchas personas
no.
Esto porque lo que nos trae D'Aquino
es un claro homenaje al cine de los 70s de aquel país y a los slasher de los 80s,
en el que además podemos encontrar cierta inspiración de “Battle Royale” e
incluso “Hostel”. Generando así una mezcla que irremediablemente cuenta con un
solo camino: la violencia extrema.
Violencia que sin duda es el
sustento de una historia cuyo inicio no da pie a muchas explicaciones y que
pone al espectador ante un escenario en el que va a ir descubriendo de manera vertiginosa
cuáles son las reglas bajo las que se maneja este juego, así como los niveles
de impacto que se encontrará. Ya que no tiene que pasar mucho tiempo para ver
la primera muerte y con ello entender que esto será un gorefest, aunque poco a
poco también van apareciendo ciertos elementos que demuestran que este juego es
algo más elaborado de lo que parece e incluso se establece, de manera una tanto
forzada, una dificultad ligada al personaje de Kayla que incrementa la
sensación de riesgo en cualquier instante.
Avanzando así sin muchos contratiempos
a un segundo acto por medio del shock y muertes muy llamativas que enaltecen
los efectos prácticos del filme, así como en un ritmo veloz que brinda pocos
respiros hasta que se llega a un punto de relativa calma para presentar un
detalle que le añade cierta complejidad a la dinámica de las mujeres con los
asesinos. Aspecto que de inicio resulta interesante gracias a que no
recuerdo haberlo visto anteriormente; sin embargo, a partir de aquí es cuando
el director empieza a tener problemas para sostener la película dado a que algo
que no es tan complejo se vuelve enredoso y eso torna un tanto aburridas las
cosas, sobre todo porque hace que el conflicto entre todos los involucrados
solo se vuelva un maratón de gritos y comportamientos un tanto absurdos.
Lo cual nos deja como resultado
una parte final desangelada, donde el propósito que sustenta gran parte de las acciones
de nuestra protagonista es desechado de manera rápida y sin demasiada
justificación. Todo para establecer las bases de lo que podría ser el inicio de
una franquicia o, por lo menos, de una posible secuela.
Las actuaciones están aceptables
para lo que son, con una Airlie Dodds que hace lo necesario para quedar como
una “final girl” decente y un grupo de secundarios que en su mayoría solo
sirven como carne de cañón. La producción tampoco está mal: el trabajo de
fotografía es sólido, la dirección de arte es limitada, el score cumple y el
trabajo de sonido está bien cuidado; aunque definitivamente lo que más destaca
son los efectos prácticos y la labor de maquillaje que son en gran medida el
alma de la película.
Opinión final: The Furies está ok.
Película para ver mucha sangre y muertes de alto impacto.
Ojometro:
***
***