viernes, 22 de mayo de 2020

Crítica: 1BR (2020)


Película escrita y dirigida por David Marmor, la cual significa su primer largometraje. Se estrenó directamente en VOD a finales del mes de abril, mientras que su salida en formato físico está programada para el próximo 2 de junio.

Sinopsis:

Sarah (Nicole Brydon Bloom) trata de iniciar una nueva vida en un complejo de apartamentos, pero sus vecinos no son lo que aparentan.



Comentarios generales:

El nombre de una película es algo mucho más importante de lo que se suele llegar a pensar y por eso mismo es que los estudios buscan que estos no sean tan raros con el objetivo de no ahuyentar a los potenciales espectadores. Así que no fue extraño que cuando salió a la luz 1BR lo que más llamara la atención era su peculiar nombre, el cual para todo aquel cuyo idioma materno no sea el inglés probablemente no tenga mucho sentido, pero para los propósitos generales de este proyecto encaja a la perfección.

Ya que el significado es “one bedroom” y en base a esto es como Marmor nos trae un thriller bastante inteligente que en el fondo tiene mucha más sustancia de la que se puede apreciar en el material promocional. Regalándonos un primer acto que de inmediato logra que una experiencia muy normal se vuelva bastante inquietante porque desde el instante en el que el personaje de Sarah pone un pie en el complejo la atmósfera cambia por completo y una sensación de extrañeza empieza fluir debido a que uno sabe que algo anormal ocurre, pero no resulta tan claro exactamente qué será lo peligroso de dicho lugar.

Lo cual al revelarse hace que la historia vaya por un camino más intenso e incluso violento al que te imaginas, aunque por medio de un ritmo semi-lento.

Priorizando la fortaleza física y mental de nuestra protagonista ante una situación diseñada para que se encuentre totalmente indefensa, siendo esta el hilo conductor de toda la segunda mitad con el propósito de no solo ir demostrando el quiebre emocional de Sarah, sino también el ir brindándote un poco más de contexto sobre lo que hay detrás de una manera perturbadora y de darle mayor relevancia a un grupo de personajes secundarios que son fundamentales para mantener el interés intacto.

Llevándote así a una parte final que peca de ser un poco predecible, pero que no se ve afectada de manera importante al contar con situaciones de impacto que añaden mucha fuerza y cierto dinamismo. Además de que también se dan el lujo de dejar abierto a la interpretación un desenlace que propone algo a una escala mucho mayor.

En cuanto a las actuaciones es una película increíblemente sólida, obviamente Nicole Brydon Bloom resalta al ser la protagonista y por la gran labor que hace, pero en general todo el reparto está genial. La producción también es de buena factura: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte es sencilla, tiene un buen score, el trabajo de sonido no tiene fallos y lo referente a efectos/maquillaje es bastante discreto. 

Opinión final: 1BR me gustó. Buen thriller para pasar el rato.  

Ojometro:
****