viernes, 15 de mayo de 2020

Crítica: Porno (2020)


Película dirigida por Keola Racela, cuyo guión fue escrito por Matt Black y Laurence Vannicelli. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 8 de mayo, aunque todavía no hay información sobre cuándo saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Cinco empleados de un cine localizado en un pequeño pueblo cristiano descubren un misterioso filme oculto en el sótano que les genera mucha curiosidad, pero no saben que al verlo liberarán a una seductora súcubo que les brindará educación sexual… escrita en sangre.



Comentarios generales:

Cuando una película lleva por nombre Porno creo que es muy fácil asumir sobre qué va a tratar o por lo menos tener una idea sobre el punto central que moverá los hilos, lo cual inmediatamente genera un morbo bastante grande y, por ende, mayor interés. Algo que sin duda resulta positivo para las pretensiones de quienes están detrás del proyecto, pero que también añade ciertas expectativas sobre lo que la audiencia pretende ver y no estoy tan seguro si se llegan a cumplir aquí.

Esto porque lo que nos trae Racela es algo mucho más ligero de lo que se podría suponer al tratarse de una historia que, si bien utiliza el sexo de manera relevante, se centra más que nada en la crisis de identidad de un grupo de adolescentes cuyas interacciones no son precisamente las más divertidas de ver. En especial durante un primer acto que avanza entre diálogos vacios y actitudes exageradas que tratan de establecer ciertos estereotipos mientras se va revelando todo el tema del súcubo por medio de eventos peculiares que al menos logran ir estableciendo un tono un poco más elevado para lo que está por venir.

Y es que una vez que se desata el caos no solo empezamos a ver un incremento en los elementos que explotan el tema del sexo, sino que además claramente la atmósfera cambia y con ello se logran generar situaciones más interesantes en lo referente al terror. Logrando así que el ritmo resulte un poco más dinámico y, sobre todo, se empiecen a presentar escenas de impacto que difícilmente van a pasar desapercibidas por lo explicitas que resultan y que ayudan a tapar un poco el hecho de que muchas de las acciones de los protagonistas realmente tienen poco sentido considerando que la mayoría de estos cuentan con una desventaja muy evidente ante la amenaza.

Todo para llegar a una parte final en la que se añade cierto juego con las dimensiones para brindarle algo de frescura a las cosas. Logrando con esto que el cierre cuente con algo de intensidad y se vuelva a explotar el elemento sexual; aunque también te deja con cierta sensación de que el avance con los personajes fue realmente nulo.

Las actuaciones no son nada del otro mundo, solamente cumplen para lo básico requerido sin demasiados contratiempos. La producción tiene altibajos: el trabajo de fotografía por momentos deja mucho que desear, la dirección de arte es simple, el score es algo genérico, el trabajo de sonido es bueno, los efectos prácticos están bien hechos y la labor de maquillaje es correcta.

Opinión final: Porno está ok. Película para pasar el rato y ver algo de gore, pero nada más.

Ojometro:
***