Película escrita y dirigida por Frank
Sabatella (Blood Night: The Legend of Mary Hatchet). Se estrenó de manera
limitada en cines dentro de los Estados Unidos a finales del año pasado,
mientras que su salida en formato físico se dio durante el mes de enero.
Sinopsis:
Stan (Jay Jay Warren) es un chico
problemático que vive con su abusivo abuelo y un día descubre que hay un
monstruo en el cobertizo detrás de su casa. Al inicio pretende mantener todo en
secreto, pero cuando su mejor amigo se entera las cosas se saldrán de control.
Comentarios generales:
Estrenase durante los meses
octubre y noviembre puede ser una bendición debido al alto interés que existe
por consumir películas de terror, pero también puede resultar una auténtica
pesadilla debido a la saturación que se genera. Así que no es de extrañar que
ciertos trabajos pasen completamente desapercibidos debido a que es imposible
poder estar al tanto de todo lo que sale y es hasta que se estrenan en otros
formatos como te enteras de su existencia, tal como fue el caso con The Shed.
Un filme que definitivamente
merecía algo más de atención debido a que lo que nos trae Sabatella trata de ofrecer
un toque de aire fresco de las típicas historias de vampiros que conocemos. No tanto porque se salga de los estándares habituales en cuanto a la manera de presentarlos, sino más bien en el rol que estos desempeñan.
Ya que realmente los temas centrales son el bullying y el salto hacía la adultez, siendo los personajes humanos los que tienen el mando de las acciones, aunque dejando el suficiente espacio para establecer una amenaza de manera efectiva sin que esta acapare los reflectores durante una primera media hora que está diseñada para magnificar las problemáticas que rodean al protagonista y sus intentos por mantener todo en secreto.
Ya que realmente los temas centrales son el bullying y el salto hacía la adultez, siendo los personajes humanos los que tienen el mando de las acciones, aunque dejando el suficiente espacio para establecer una amenaza de manera efectiva sin que esta acapare los reflectores durante una primera media hora que está diseñada para magnificar las problemáticas que rodean al protagonista y sus intentos por mantener todo en secreto.
Provocando con esto que el inicio
no sea precisamente el más llamativo al no contar con las escenas explosivas
que uno espera ver en este tipo de películas, incluso el ritmo se puede decir
que es algo lento; sin embargo, una vez que la presencia del vampiro se ve más
expuesta las cosas empiezan a mejorar mucho. Más que nada porque se nos
muestran conflictos interesantes entre Stan y su mejor amigo sobre la manera
de lidiar con el secreto bajo pensamientos que tienen su debida justificación
(aquí es donde el tema de bullying toma más relevancia), logrando así que el
tono se vaya volviendo poco a poco más oscuro y el nivel de violencia se
intensifique rumbo a la parte final.
Una que en general me pareció entretenida
gracias a que es aquí donde se pueden presenciar ciertos elementos característicos
del cine de vampiros y la atmósfera más oscura brinda un cambio agradable desde
el lado visual. Lo malo es que también por ciertos lapsos carece de intensidad
y el villano principal se siente demasiado genérico gracias a que se sabe muy
poco de este como para que te resulte de gran interés.
Con respecto a las actuaciones debo
de decir que Jay Jay Warren como el protagonista cumple y el resto del elenco no
lo hace mal. La producción es de buena factura a pesar del presupuesto limitado:
el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte es simple, cuenta con
un buen score, el trabajo de sonido es bueno, los efectos están bien hechos y
la labor de maquillaje es de buena calidad.
Opinión final: The Shed está entretenida.
Una película de vampiros con un concepto relativamente fresco para pasar el rato.
Ojometro:
***
***