El pasado 18 de agosto llegó a su fin la primera temporada de Pretty Little Liars: Original Sin, uno de los proyectos más peculiares del 2022 debido a sus conexiones con una franquicia que no se encuentra ligada para nada al terror y que la ponía en un escenario poco favorable ante el escepticismo natural cuando algo ajeno quiere adentrarse al género. Simplemente había muchas cosas que podían salir mal; sin embargo, para mi sorpresa terminó siendo mejor de lo que esperaba y no utiliza al género de terror solo como una vía de exposición fácil.
Con respecto a los ratings no hay información al tratarse de una serie de HBO Max, pero gracias a que ya se confirmó una segunda temporada se puede asumir que los números fueron lo suficientemente fuertes como para confiar en la continuidad del proyecto. Especialmente durante estas épocas tan caóticas en Warner Bros. Discovery.
Aquí me centraré en lo positivo y negativo de la temporada, ya que de lo contrario me extendería demasiado. Así que, si aún no la han visto o no la han visto completa, ES MOMENTO QUE DEJEN DE LEER PORQUE HABRÁ SPOILERS IMPORTANTES.
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LO POSITIVO
Buen grupo de protagonistas
Dada la naturaleza de la historia lo más importante era tener a un grupo de protagonistas que estuvieran a la altura y estas cinco chicas cumplen de muy buena forma con dicha tarea. Demostrando una gran química en pantalla desde el inicio y logrando que cada personaje tenga su sello particular para que el público al que está enfocado la serie pueda identificarse con alguna de ellas.
Además de que no las dejan paradas como simples victimas, sino que a lo largo de la temporada se muestran como personajes femeninos inteligentes que saben manejar casi todos sus problemas por su cuenta.
El misterio sobre “A”
A mi juicio la principal fortaleza de Original Sin radica en el hecho de que logran mantener los misterios muy bien guardados durante los diez episodios y entre ellos está la identidad de “A”. Algo que hoy en día no es tan sencillo de lograr y que ayuda enormemente a mantenerte interesado en cómo se desarrollarán los eventos para descubrir quién diablos es este asesino que lo sabe todo.
Exposición de problemas complejos
Embarazos no deseados, abuso sexual, abuso psicológico, adicción a las drogas, acoso o bullying son algunos de los temas que vemos en esta serie, lo cual la convierte en algo más que un simple drama juvenil con un loco enmascarado rondando por ahí. Añadiéndole otras capas a una dinámica que debe de sobrellevar este tipo de problemas para que no todo recaiga en el slasher.
Estilo visual
Lo que no tiene en cuestión de muertes o gore, Original Sin lo complementa con un gran estilo visual. Ya que por medio del trabajo de fotografía y la dirección de arte se logra darle una identidad llamativa al pueblo en donde se desarrollan los eventos.
Episodios imperdibles:
(1) Chapter One: Spirit Week
(2) Chapter Two: The Spirit Queen
(4) Chapter Four: The (Fe)male Gaze
(8) Chapter Eight: Bad Blood
(10) Chapter Ten: Final Girls
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LO NEGATIVO
Pocas muertes
Para tratarse de una serie slasher la verdad el número de muertes fue bastante pobre, ya que se pueden contar con los dedos de una mano y realmente la única significativa es la de Karen (hablando exclusivamente de las provocadas por “A”). Además ninguna resulta memorable y quedan más como situaciones pasajeras.
Final no tan satisfactorio
Si algo evitó que esta serie terminara siendo algo más importante fue precisamente su final de temporada, que no es terrible, pero si desentona en comparación al desarrollo que se tuvo durante nueve episodios con respecto a los misterios. Y no tanto porque se diera a conocer que “A” era el hermano de Angela Waters, ya que eso tiene lógica.
En realidad el problema vino con la revelación de que el director era el padre de ambos, lo cual se sintió increíblemente forzado. Llevándonos así a un encuentro “final” aburrido que carece de intensidad y que se resuelve de la manera más genérica posible sin tomar algún tipo de riesgo que le diera mayor impacto.
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Opinión final: La primera temporada de Original Sin no está mal. Una serie slasher ligera que definitivamente tiene como objetivo a una audiencia muy específica, pero que cualquiera puede disfrutar debido a su buen manejo del misterio y problemas personales que le otorgan una mayor sustancia que otras series juveniles similares.