viernes, 2 de septiembre de 2022

Crítica: Nope (2022)

Película escrita y dirigida por Jordan Peele (Get Out, Us). Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos a finales de julio, mientras que hizo lo propio en México el pasado 25 de agosto; recaudando hasta la fecha $149.2 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Los residentes de un rancho donde se entrenan caballos en el interior de California son testigos de descubrimiento extraño y escalofriante que pretenden capturar en cámara.


Comentarios generales:

A pesar de que su filmografía no es tan extensa como la de algunos otros, sin duda el nombre de Jordan Peele es uno de los que cuenta con mayor peso dentro del género de terror en la actualidad debido a diversos factores. Por ello es que cada proyecto suyo hace demasiado ruido prácticamente desde que se dan a conocer los primeros detalles y por lo consiguiente las expectativas se disparan a niveles muy altos, cosa que no fue distinta con Nope, aunque es probable que en esta ocasión no logre cumplirlas.

Y es que a mi juicio nos encontramos ante el trabajo más flojo de Peele, donde se empieza a notar un poco de desgaste en su fórmula al traernos nuevamente una historia llena de misterio que invariablemente tendrá una revelación muy loca; sin embargo, en este caso el cómo se llega ahí no resulta tan interesante como uno se esperaría.

Sobre todo porque nos topamos con un primer acto lento en el que la presentación de los personajes no contiene nada que los haga destacar de sobremanera y además está lleno de un humor que no encaja del todo con lo que estás viendo; de hecho, lo único que te provoca es detestar al personaje de Emerald a tal grado que nada de lo que hace más adelante te quita ese sentimiento. Siendo realmente hasta entrado el segundo acto cuando las cosas empiezan a mejorar, no tanto por el irregular incremento en el ritmo, sino porque la manera en la que establecen la presencia del componente alienígena hace recordar un poco a series de los 60s en las que la simplicidad lo era todo sin importar lo absurdo que pudiera llegar a parecer. 

Algo que le brinda personalidad al filme y básicamente es lo que lo coloca más como uno de sci-fi que de terror, a pesar de que durante este periodo se logran construir algunas escenas muy bien logradas que añaden mucha tensión, impacto visual y una sensación de peligro importante que te hacen lamentar el que el director no haya optado por seguir un camino más enfocado hacia lo segundo.

Pensamiento que se magnifica una vez que nos vamos acercando a la parte final y empieza a ser evidente que hay cosas que se sostienen con pinzas o simplemente han sido integradas con calzador (el sitcom, el reportero en moto, etc.). Dejándonos así ante un desenlace que es bastante simple, aunque la verdad resulta divertido debido a que por lo menos cuenta con buen dinamismo e incluso cierto toque de espectacularidad.

Con respecto a las actuaciones hay que decir que Daniel Kaluuya (OJ Haywood) hace un buen trabajo, aquí está mucho más sobrio y eso logra mantener a flote muchas escenas que pudieron caer en lo absurdo. Especialmente cuando del otro lado tenemos a una Keke Palmer (Emerald Haywood) con un personaje fastidioso que realmente en ningún momento te genera gran empatía.

Sobre la producción, nos encontramos con una factura de buena calidad: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte está bien cuidada, el score cumple, el trabajo de sonido es bastante bueno, la labor de maquillaje no tiene nada particularmente destacable y los efectos están bien hechos sin que sean los más complejos para una película de ciencia ficción.

Opinión final: Nope está entretenida. Película para pasar el rato de la que definitivamente esperaba algo más.

Ojometro:
***