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viernes, 23 de mayo de 2025

Crítica: The Woman in the Yard (2025)

Película dirigida por Jaume Collet-Serra (The Shallows), cuyo guión fue escrito por Sam Stefanak. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos durante el mes de marzo, mientras que su salida en formato digital se dio el pasado 15 de abril.

Sinopsis:

Una mujer misteriosa aparece en el patio delantero de la casa de una familia en luto, lanzando inquietantes advertencias y mensajes perturbadores. Dejando la duda sobre su identidad, motivos y el peligro potencial que representa.


Comentarios generales:

Desde hace un tiempo las producciones medianas de Blumhouse han sido objeto de críticas debido a que muchas personas sienten que solo son películas hechas al vapor que difícilmente perduran en la memoria colectiva. Un argumento que resulta complicado de rebatir cuando uno se pone a analizar el historial reciente del estudio y aunque parecía que con The Woman in the Yard podrían cambiar un poco dicha tendencia, lo cierto es que se han quedado cortos para lograrlo.

Ya que lo traído por Collet-Serra es un thriller psicológico que se cocina a fuego lento y eso inmediatamente vuelve a su primera media hora una difícil de digerir debido a que todo se centra en el luto que vive la familia y los problemas que eso trae consigo en su vida cotidiana. Llevando a situaciones un tanto olvidables entre los involucrados y generando que la presentación de la mujer misteriosa carezca de impacto al no existir ningún tipo de historia o leyenda detrás de esta, lo cual no es un problema menor debido a que poco a poco va perdiendo el aura amenazante que se supone debe de tener y eso hace que el desarrollo se sienta pesado la mayoría del tiempo ante los limitados avances para construir el misterio que la rodea.

Aunque también hay que decir que conforme van pasando los minutos el conflicto entre las dos partes empieza a volverse más entretenido al estar contenido en un escenario relativamente pequeño que obliga al director a ser más creativo en las formas de exponer los peligros de la amenaza y revelar algunos secretos de la protagonista. Logrando con esto que durante el segundo acto la dinámica se agilice y se puedan construir ciertos momentos de tensión que ayuden a sacudir la parsimonia previa.

Dejándonos así una parte final en la que se empieza a entender quién es la mujer misteriosa y por lo mismo su revelación no es precisamente sorprendente, pero al menos se trata de añadir algo de profundidad por medio de temas como la culpa o la desesperanza que hacen del desenlace uno no tan hueco e irrelevante.

De las actuaciones no hay mucho que decir. Se trata de un elenco muy reducido en el que realmente nadie destaca y tampoco existen escenas que los empujen a realizar cosas particularmente memorables.

Y en cuanto a producción, también tenemos una factura discreta: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es simple, el score no está mal, el trabajo de sonido es limpio, los efectos son muy básicos y la labor de maquillaje limitada.

Opinión final: The Woman in the Yard está pasable. Thriller psicológico que jamás se atreve a ir más allá de lo estándar.

Ojometro:
***

viernes, 31 de marzo de 2023

Crítica: The Barn Part II (2022)

Secuela escrita y dirigida por Justin M. Seaman (The Barn). Se estrenó de manera limitada en cines dentro de los Estados Unidos en octubre de 2022, mientras que su salida en formato físico se dio el pasado 23 de enero.

Sinopsis:

La prohibición del Halloween en Helen's Valley ha sido abolida tras la tragedia de 1989 y la fraternidad Gamma Tau Psi, donde se encuentra la sobreviviente Michelle (Lexi Dripps), aprovecha para organizar su casa del terror dejándola a cargo. Aunque para su mala fortuna los demonios de su pasado llegan una vez más a tocar a la puerta…


Comentarios generales:

La primera The Barn fue un homenaje al cine de terror de los 80s que disfruté mucho porque supo replicar ese lado serie B de la época prácticamente a la perfección, convirtiéndola en una experiencia bastante única que necesitaba de un entendimiento de muchas referencias y leyendas que falsamente daban la impresión de no tener mucho sentido. Sin duda un proyecto que parecía único e irrepetible, así que cuando se anunció The Barn Part II me sorprendí debido a que no sabía si se podía replicar lo de hace siete años atrás y tristemente eso fue lo que ocurrió.

Y no es tanto porque Seaman se salga de la línea establecida previamente debido a que esta secuela mantiene mucho del concepto serie b tanto a nivel narrativo como visual, pero es claro que en su afán por querer añadir mayor sustancia a la historia termina viéndose superado con respecto a lo que puede manejar por su cuenta. Ya que ahora la leyenda detrás de los demonios se simplifica para que resulte más sencilla de seguir sin tantas reglas de por medio y con ello se puedan integrar un mayor número de monstruos, lo cual en el papel se escucha atractivo; sin embargo, conforme pasa una primera media hora bastante olvidable te das cuenta que la idea nunca termina por funcionar del todo.

Algo que se trata de maquillar con una cantidad importante de muertes dentro de la casa del terror que se dan de manera aleatoria, sin demasiada construcción y que, si bien en varios casos resultan llamativas visualmente hablando, lo cierto es que terminan siendo meros actos anecdóticos que no aportan demasiado a una trama muy básica que gira alrededor de una protagonista poco interesante como Michelle. En especial cuando se empiezan a ligar las acciones directamente con lo ocurrido en la entrega anterior y gracias a eso se crean dos dinámicas que se sienten ajenas una de la otra, provocando con esto que el ritmo en ningún momento fluya de la mejor manera posible en un punto en el que ocurren los acontecimientos supuestamente más relevantes para el propio pueblo.

Siendo realmente hasta la parte final cuando por fin se puede encontrar cierto balance y ambas dinámicas se unen de manera natural para brindar un desenlace entretenido que pretende mostrar cierto caos a una escala muy pequeña. Con una amenaza definitiva que puede provocar más risas que otras cosa por su diseño, pero que logra el cometido de ofrecer un cierre agradable a pesar de que presenta una última sorpresa que se siente demasiado forzada.

Las actuaciones siguen siendo exageradas por diseño, pero en esta ocasión se nota un nivel más amateur salvo por algunos breves cameos como el de Doug Bradley o Joe Bob Briggs. Y en cuanto a producción hubo unas ligeras mejoras con respecto a la primera entrega: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es simple, el score vuelve a destacar bastante, el trabajo de sonido presenta altibajos, los efectos no están mal (incluso hay algo de CGI) y la labor de maquillaje tiene buenas cosas salvo por el monstruo final.

* Cuenta con una escena a la mitad de los créditos

Opinión final: The Barn Part II es decepcionante. Secuela que trata de hacer muchas cosas a la vez sin demasiado éxito.

Ojometro:
**

lunes, 30 de mayo de 2022

Crítica: X (2022)

Película escrita y dirigida por Ti West (The Innkeepers). Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos a mediados de marzo y en México hizo lo propio el pasado 26 de mayo, mientras que su salida en formato físico se dio el 24 de este mismo mes.

Sinopsis:

En 1979 un grupo de jóvenes cineastas se proponen filmar una película porno en una recluida granja de Texas, pero cuando sus extraños anfitriones descubren lo que hacen pronto se encontrarán peleando por sus vidas.


Comentarios generales:

Honestamente cuando se supo que Ti West iba a hacer un slasher para A24 pensé que era una combinación poco favorable, no tanto porque hubiera incompatibilidad entre el director y el estudio, sino porque el subgénero como tal suele sustentarse en otras cosas que ninguno de los dos suele manejar. Sin embargo, una vez que salió el primer trailer muchas de mis dudas se disiparon y X se convirtió en una película muy interesante que afortunadamente no decepcionó.

Aunque esto no quiere decir que sea un trabajo que vaya a estar exento de polémica porque al fin de cuentas se trata de Ti West y su estilo que no es para todos, el cual se hace presente de manera muy marcada en esta ocasión.

Ya que a pesar de ser un slasher la historia se toma su tiempo para llevarte a la violencia, al grado de que básicamente toda la primera mitad se aleja por completo de los convencionalismos para enfocarse en otros temas como lo erótico, el deseo sexual y las falsas ilusiones de quienes se dedican a la industria del porno. Algo que definitivamente puede aburrir a algunos, pero lo cierto es que la manera en que se trata cada tema hace que la mayoría del reparto cuente con su determinada importancia y el ritmo en general, aunque pausado, jamás resulta tan pesado como para arruinar está experiencia que además trata de recrear mucho de esa atmósfera incomoda/calurosa texana muy a la TCM.

Realmente es un camino retador, pero una vez que llega la primera muerte el pago por la espera es por demás satisfactorio. No solo porque el asesino es peculiar, sino porque a partir de aquí el director no se guarda nada y el nivel de violencia es lo suficientemente alto como para generar un gran impacto en cada suceso y que con ello se vaya acumulando una cantidad de tensión adecuada para hacer de la parte final una que contenga mucha fuerza.

La cual en realidad no se aleja demasiado del camino convencional de la final girl, sin embargo, tiene cierto toque grotesco que no está ligado precisamente con el gore que le brinda otra dimensión a quién está detrás de la matanza. Esto sin dejar de lado el impacto visual necesario para que el desenlace sea potente.

Sobre las actuaciones hay que decir que están bastante bien para lo que se espera de esta clase de películas. Sin duda quien más destaca es Brittany Snow (Bobby-Lynne), pero tanto Mia Goth (Maxine) como Jenna Ortega (Lorraine) también resaltan en esta efectiva combinación de tiempo en pantalla que cada una de ellas recibe.

En cuanto a producción tenemos una factura sólida: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte está bien cuidada, el score es buen complemento, el trabajo de sonido no tiene fallos, los efectos son de gran calidad y la labor de maquillaje cumple con su propósito.

Opinión final: X me gustó. Slasher que gustará siempre y cuando sepan digerir el estilo de su director.

Ojometro:
****

viernes, 22 de abril de 2022

Crítica: Umma (2022)

Película escrita y dirigida por Iris K. Shim. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos a mediados de marzo y en VOD el 9 de abril, mientras que su salida en formato físico está programada para el próximo 24 de mayo.

Sinopsis:

Amanda (Sandra Oh) y su hija viven una vida tranquila en su granja, pero cuando los restos de su fallecida madre llegan desde Corea ella pronto se verá atormentada por el miedo de convertirse en lo que siempre temió. 


Comentarios generales:

En los últimos años las películas y series coreanas han visto un incremento considerable en su popularidad y obviamente el género de terror ha sido parte fundamental de ese fenómeno, así que no es de extrañar que los estudios occidentales poco a poco quieran llevarse una rebanada del pastel haciendo sus propias producciones con sello “coreano”. Situación por la cual Umma me llamaba poderosamente la atención debido a que es el primer acercamiento con algo que se puede volver común en un futuro cercano, aunque el resultado final está lejos de ser espectacular.

Y es que lo traído por Shim sufre de los conflictos esperados en un proyecto de esta naturaleza, con una historia que pretende explotar la cultura coreana pero que se ubica en Estados Unidos y está llena de los convencionalismos que se ve en el cine de dicho país. Lo cual provoca una dinámica extraña desde temprano en la que nos bombardean con los traumas de Amanda pero nunca dejan que estos sean completamente expuestos al contenerlos en simples flashbacks o pesadillas para proporcionar sustos fáciles, algo que como recurso funciona un par de ocasiones y rápidamente se empieza a volver fastidioso por la manera en la que cortan el ritmo de la película.

Una problemática que en realidad nunca se soluciona, aunque conforme pasan los minutos esto deja de molestarte dado a que te acostumbras a la falta de efectividad de los sustos gracias a lo predecibles que resultan, dejándole así mucho del peso de las acciones tanto a la crisis de identidad como a los miedos de Amanda que van afectando la relación con su hija de manera progresiva. Logrando con esto algunas buenas escenas que tratan de plantar cierta duda sobre si lo que ocurre solo es producto de dichos miedos o si se trata de algo sobrenatural.

Lo malo es que nada de esto logra elevar demasiado lo que ocurre en pantalla, cuyo desarrollo se vuelve acelerado y no permite profundizar en cuestiones importantes como lo es la relación de nuestra protagonista con su madre. Haciendo que la parte final carezca de emoción y nos deje con un desenlace que en ningún punto logra generar una sensación de peligro lo suficientemente fuerte como para que te importe lo que pasa.

En el tema de las actuaciones tenemos un casting muy reducido en el que Sandra Oh es por mucho la que más destaca y no lo hace mal realmente, nada más que la pobreza del guión no deja explotar del todo su personaje. En cuanto producción vemos una factura decente: el trabajo de fotografía es regular, la dirección de arte es sencilla, el score cumple, el trabajo de sonido es bueno, los efectos son simples y la labor de maquillaje ínfima.

Opinión final: Umma es decepcionante. Película con una idea interesante que se desvanece ante tanta repetitividad y falta de sustancia.

Ojometro:
**

viernes, 20 de noviembre de 2020

Crítica: The Dark and the Wicked (2020)

Película escrita y dirigida por Bryan Bertino (The Strangers, The Monster). Se estrenó directamente en VOD el pasado 8 de noviembre dentro de los Estados Unidos, mientras que su salida en formato físico está confirmada para el próximo 15 de diciembre.

Sinopsis:

En una aislada granja dentro de un área rural, un hombre está muriendo lentamente. Ante tal situación toda su familia se reúne para llorarle, aunque poco a poco una aterradora oscuridad rodeará la casa y algo maligno se empezará a manifestar frente a cada uno de ellos.


Comentarios generales:

Durante los últimos cuatro años ha sido muy evidente la explosión de cierto tipo de películas cuyas temáticas oscuras y depresivas han dado mucho de que hablar, posicionándose como algunas de las más alabadas dentro del género. Así que no resulta extraño que cada vez más directores se aventuren a experimentar con esta clase de propuestas debido a que les ofrecen una oportunidad de oro para que sus carreras se revitalicen u obtengan impulso, lo cual sin duda The Dark and the Wicked puede representar para el suyo.

Y es que Bertino nos trae un filme que bajo estos conceptos se adapta perfectamente a lo que a él le gusta, ósea… un ritmo lento y brindar pocas respuestas. 

Algo que puede ser un repelente para muchos, pero que en realidad funciona de manera idal en una historia que desde el primer minuto se sustenta en la desolación y en base a eso construye un distanciamiento familiar que, en lugar de irse sanando, solo empeora gracias a que los miembros básicamente son desconocidos el uno para el otro; especialmente los hijos, que lo único que comparten es el remordimiento por haber abandonado a sus padres.

Todo bajo una atmósfera en verdad oscura que poco a poco se va adueñando de las acciones bajo un ritmo lento, incluso cansino; con el que el director construye sucesos que pueden pasar de la total calma al shock inmediato en cuestión de segundos y con ello ir estableciendo la peligrosidad de lo que los está asechando, mientras se te brindan algunas muy sutiles pistas de lo que podría ser. Ya sea por medio de sueños, alucinaciones o interacciones raras con determinados personajes que en su conjunto van generando una tensión enorme y que dejan en claro que no importa lo que hagan, o si son creyentes, simplemente nada salvará a esta familia de la maldad que ha decidido afectarlos.

Lo cual lleva a una parte final que se encuentra completamente invadida por la sensación de desesperanza y al mismo tiempo contiene muchísima fuerza visual. Ya que es aquí donde el nivel de intensidad se eleva de manera importante, con escenas de impacto muy bien realizadas que magnifican el alcance de la amenaza y llevan a un cierre que deja cosas abiertas a la interpretación, pero que encaja a la perfección con el tono que se vio durante noventa minutos.

En cuanto a las actuaciones nos encontramos buenos trabajos, con Marin Ireland (Louise) siendo la que más resalta y con el siempre efectivo Xander Berkeley (Sacerdote) dejando su marca con una breve, pero inquietante participación. La producción tiene varias cosas para destacar: el trabajo de fotografía es excelente, la dirección de arte muy simple, el score es bastante bueno, el trabajo de sonido es impecable, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje resulta efectiva.

Opinión final: The Dark and the Wicked es una buena película. De lo mejor de 2020, aunque su ritmo y falta de respuestas concretas puede no ser del agrado de muchos.

Ojometro:
****

martes, 27 de noviembre de 2018

Crítica: The Farm (2018)


Película escrita y dirigida por Hans Stjernsward, la cual significa su primera incursión dentro del género. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 16 de noviembre, mientras que su salida en DVD está anunciada para el próximo 20 de diciembre.

Sinopsis:

Mientras se encuentran de viaje, una joven pareja es secuestrada y mantenida cautiva en una granja en donde lo que se produce es nada más y nada menos que carne humana.



Comentarios generales:

Cuando ves todo el material publicitario de The Farm lo primero que se te viene a la mente es que se trata de una copia más de TCM, realmente tiene todos los elementos característicos y resulta muy complicado no llegar con ese pensamiento al visionado. Por eso mismo fue que me resultó sorpresivo el ver que esta sea una película que trata de mandar un mensaje mucho más serio sobre un tema en especifico, algo poco común dentro del género y que siempre es positivo que se dé. Incluso si su creador no parece saber cómo hacerlo.

Y es que la intención de Stjernsward es fijar una postura sobre el maltrato animal y el consumo de carne, o al menos eso es lo que pretende; sin embargo, la manera en la que presenta esta historia no es precisamente la más efectiva para eso. Construyendo un primer acto en el que no pasa nada particularmente destacado más allá de encuentros banales con pueblerinos excéntricos y cuya inefectividad para hacer que nuestros protagonistas sean ligeramente interesantes (o por lo menos agradables) raya niveles de mediocridad sorprendentes, al grado de que uno bien podría adelantar toda esta parte y no afectaría en lo absoluto la experiencia.

Realmente lo importante de la película se da hasta el segundo acto cuando entra a escena todo el tema de la granja, uno que logra cierto impacto inicial por la manera tan detallada con la que se expone lo que ocurre ahí dentro, pero que con el pasar de los minutos va perdiendo fuerza por decisiones extrañas. Y es que por alguna razón el director opta por apartar a nuestros protagonistas de pantalla y centrarse en un grupo de enmascarados que no hablan, complicando así que el mensaje que se quiere dar tenga fuerza porque resulta muy difícil profundizar al respecto; además de que tampoco existe demasiado material gráfico que complemente las acciones.

La parte final es digamos lo más clásico al presentar una persecución por toda la granja, la cual cuenta con algunas contradicciones (¿Cómo y cuándo se escapó Alec?) y que en general resulta repetitiva. Brindándole así un cierre muy blando a la película.

Las actuaciones son malas, lo cual es sorprendente considerando que solo un puñado de estas involucra diálogos y aún así no se logra darle el material suficiente a los actores para que puedan realizar algo decente. La producción es de donde tiene sus cosas más efectivas: el trabajo de fotografía está ok, la dirección de arte cumple, el score es sólido, el trabajo de sonido no tiene demasiadas complicaciones, los efectos son simples y la labor de maquillaje discreta.

Opinión final: The Farm es bastante mala. Una película que tiene un objetivo más o menos claro que simplemente nunca logra alcanzar.  

Ojometro:
**

lunes, 18 de junio de 2018

Crítica: Scarecrows (2018)


Película dirigida por Stu Stone (The Haunted House on Kirby Road), quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a  Adam Rodness. Salió directamente en VOD y formato fisico dentro de los Estados Unidos el pasado 2 de junio.
 
Sinopsis:

Cuatro adolescentes tienen que pelear por sus vidas cuando por error entran al territorio de un sanguinario granjero que utiliza a personas como espantapájaros y los deja morir a merced de los cuervos.



Comentarios generales:

Existen películas que cuentan con una promoción enorme que muchas veces no logran captar mi atención y, por otra parte, también existen películas de las cuales no sé absolutamente nada pero con el simple hecho de leer su sinopsis me generan interés de inmediato. Es algo que pasa y con Scarecrows se dio lo segundo debido a que su idea central me pareció demasiado llamativa como para no brindarle un poco de mi tiempo; aunque es un lástima que no se pudiera explotar de mucho mejor manera.

Esto porque Stone y Rodness parecen más preocupados por hacer de esta historia una mucho más “teen” que en explotar el único elemento que pudiera diferenciarla del resto de los slasher, desperdiciando así parte importante del metraje en situaciones que supuestamente tendrían que ser graciosas, pero que están lejos de serlo. Ocasionando que durante 40 minutos veamos cosas que básicamente califican como relleno y cuyo principal sustento es el sexo, mientras que de manera esporádica ocurre alguno que otro asesinato sin mayor relevancia para tratar de darle algo de exposición al asesino.

Es hasta ya avanzado el segundo acto cuando se empieza a ver algo más acorde a lo que se esperaría de un trabajo de esta naturaleza, ofreciendo un nivel de violencia ligeramente mayor y tratando de, finalmente, brindar algo de contexto con respecto a las acciones del granjero. Aunque esto último se da de la peor manera posible al integrar a un nuevo personaje que aparece de la nada y que, en lugar de ser fundamental para el desarrollo, solo sirve para ganar algunos minutos dando explicaciones vagas que no tienen peso alguno más adelante.

Los últimos 20 minutos se puede decir que son los que tienen más intensidad considerando la naturaleza misma de los slasher, sin embargo, no son suficientes como para rescatar el desastre previo. Casi nada tiene consecuencias importantes, un personaje desaparece por completo sin justificación alguna y la persecución final carece del impacto necesario como para brindar un cierre entretenido o al menos sumamente sangriento.

Las actuaciones son muy malas; en gran parte por lo débil del guión, pero tampoco es que los actores muestren muchos recursos para sacar adelante personajes tan simples. La producción es decente hasta eso: el trabajo de fotografía está bien, la dirección de arte no es la gran cosa, el score tiene algunas piezas interesantes, el trabajo de sonido cumple, los efectos son simples y la labor de maquillaje adecuada.

Opinión final: Scarecrows resulto muy mediocre. La idea es llamativa pero simplemente nunca se logra construir algo que valga la pena.

Ojometro:
**

lunes, 9 de abril de 2018

Crítica: A Quiet Place (2018)


Película dirigida por John Krasinski, quien además de ser uno de los protagonistas también coparte créditos como co-escritor del guión junto a Bryan Woods y Scott Beck. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos y México (así como en otros tantos países) este fin de semana pasado, recaudando hasta el momento $71.2 millones en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

La familia Abott se ve forzada a vivir en total silencio para mantenerse oculta de unas misteriosas y peligrosas criaturas que se guían por el sonido.



Comentarios generales:

Desde que salió el primer trailer se notaba que podía haber algo especial aquí, sin embargo, el nombre de Platinum Dunes es algo que siempre me generará dudas y por eso fui al cine con ciertas reservas. Al final de cuentas también había un director debutante involucrado y la idea central resultaba muy riesgosa; detalles a considerar sin duda, pero que una vez que empezaron a salir los créditos finales ni me acordé de estos debido a que A Quiet Place es una tremenda película de principio a fin.

Y es que en su debut en cine Krasinski nos trae un trabajo que, a pesar de sustentarse en el silencio, logra tocar temas como las relaciones familiares o los miedos de los padres por el futuro de sus hijos de manera contundente mientras construye una experiencia increíblemente inquietante por medio de un escenario catastrófico que pone en riesgo a esta familia en todo momento. Aquí realmente desde el primer minuto los niveles de tensión son altísimos debido a que cada situación, sin importar lo simple que sea, puede representar la muerte para cualquiera de los personajes y gracias esto la sensación de peligro se encuentra presente en todas sus acciones.

Una situación que obliga a que el desarrollo no sea tan caótico como uno pudiera pensar al tratarse esencialmente de una historia de monstruos; de hecho, se podría decir que el ritmo es algo pausado, pero esto no afecta en lo absoluto el visionado porque realmente las cosas nunca se vuelven aburridas. Ya sea por ver cómo esta familia se adapta a su situación bajo un miedo terrible, la increíble atmósfera desoladora presentada o porque el director va insertando por medio de un gran timing momentos de agobio complementados con sustos fáciles que funcionan a la perfección y evitan que el espectador pueda relajarse en exceso.

En general  es de esos ejemplos en donde menos es más, aquí todo se encuentra dosificado de tal manera para que cada aparición de las criaturas se sienta como algo relevante e impactante. Mucho más cuando el nivel de violencia o sangre es mínimo.

De la parte final no quiero hablar mucho, pero es muy buena. La intensidad que maneja es de destacar y, una vez más, la sensación de peligro vuelve a ser altísima mientras se le da más tiempo en pantalla a las criaturas. Aunque lo verdaderamente destacado es lo emocional que resulta el desenlace; uno que además no se va por el camino feliz y opta por seguir con el tema de la supervivencia a toda costa.

Las actuaciones son estupendas, tanto Emily Blunt como Krasinski y ambos niños son capaces de expresar muchísimas cosas sin decir una sola palabra; además de que tampoco caen en la exageración al momento de hacerlo. Su relación se siente muy cercana, en todo momento notas su sufrimiento y eso hace que te involucres de manera importante con lo que les ocurre.

En lo que se refiere a la producción también es de nota bastante alta: cuenta con un gran trabajo de fotografía, la dirección de arte está bien cuidada, el score es muy bueno, el trabajo de sonido impecable, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje realmente presenta poco.   

Opinión final: A Quiet Place es una gran película. Una experiencia única que tiene absolutamente todo para volverse referente no solo de este 2018, sino de la década.

Ojometro:
*****

martes, 30 de enero de 2018

Crítica: Devil's Gate (2018)


Debut tras la cámara de Clay Staub, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a  Peter Aperlo. Se estrenó directamente en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 5 de enero, pero todavía no hay información sobre cuándo saldrá en formato físico o si llegará a otros mercados.

Sinopsis:

Mientras tata de recuperarse de una reciente tragedia profesional, la agente del FBI Daria Francis (Amanda Schull) se traslada a un pequeño pueblo en Dakota del Norte para investigar la desaparición de una madre y su hijo. Ahí su búsqueda la lleva a la remota granja del esposo de dicha mujer, un lugar donde la esperan muchas respuestas, nuevos misterios, terrores del pasado y… “algo” encerrado en el sótano.



Comentarios generales:

Al terminar de ver Devil's Gate lo único que se me vino a la mente fue pensar que este en algún punto era un proyecto mucho más ambicioso que con el pasar del tiempo se fue encontrando diversos obstáculos que lo volvieron algo menor. Una situación que no es tan sorpresiva cuando hablamos de películas de terror/sci-fi debido a que por lo general estas cuentan con ideas que, si bien son un tanto repetitivas, siempre tratan de abarcar más cosas de lo que pueden manejar y gracias a ello terminan fracasando en sus objetivos. Tal como ocurrió en esta ocasión.

Con esto no quiero decir que lo que nos trae Staub sea precisamente malo, en especial porque el inicio es mucho más elaborado de lo esperado al no solo presentar una introducción que establece cierto nivel de impacto desde temprano, sino porque también se toman determinado tiempo para explicar un poco más sobre la detective y sus motivaciones, además de desarrollar el caso sobre el que se sustenta la historia con un tono bastante oscuro. Una situación que ayuda a que por lo menos todo el primer acto sea interesante debido a la sensación de incertidumbre y peligro que se genera al no saber exactamente cuál será la mayor amenaza dentro de este caso.

Una amenaza que al ser revelada resulta efectiva y, además, genera más interrogantes; sin embargo, esta también significa el inicio de las complicaciones para brindarle solidez a la premisa gracias a que por su misma naturaleza se debe de tomar un camino exagerado que nunca saben cómo estabilizar. Realmente durante el segundo acto es evidente que los elementos de sci-fi poco a poco empiezan a ser los dominantes en todo esto y como consecuencia las situaciones presentadas pierden efectividad a pesar de que visualmente siguen siendo potentes e incluso logran darle bastante dinámica a la película. Simplemente resulta complicado involucrarse de lleno con algo que resulta muy inverosímil incluso para estos estándares.

Llegando a la parte final las cosas se estabilizan ligeramente, aunque eso no significa que el tema no siga siendo enredado. Aquí es cuando por fin logran establecer que la amenaza es a gran escala y las acciones se desarrollan como tal, pero en lugar enfocarse totalmente en eso mejor optan por darle más importancia al tema familiar y al amor de la madre por su hijo, lo cual hace que la conclusión no tenga tanta fuerza después de todo lo ocurrido.

Las actuaciones no son nada memorable: Schull está aceptable, Shawn Ashmore (Colt) cuenta con un personaje muy limitado y Milo Ventimiglia (Jackson) se la pasa sufriendo en la búsqueda del acento adecuado. La producción está bien: el trabajo de fotografía es bastante bueno, la dirección de arte me agradó, el score es medio genérico, el trabajo de sonido cumple y los efectos son una combinación de CGI/prácticos que funcionan en ciertas partes, pero en otras lucen bastante mal.

Opinión final: Devil's Gate está ok. Un intento interesante de terror/sci-fi que se queda corto en sus ambiciones, pero aún así te hace pasar un buen rato.

Ojometro:
***

sábado, 13 de enero de 2018

Crítica: Escape from Cannibal Farm (2018)


Película escrita y dirigida por Charlie Steeds (Deadman Apocalypse). Se estrenó directamente en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 2 de enero, pero todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

La familia Summer realiza un viaje a los campos británicos para dejar atrás tensiones del pasado. Sin embargo, dicho viaje se convertirá en una pesadilla cuando un vengativo granjero y su hijo deforme los secuestren en su granja donde la fuente principal de carne no son precisamente otros animales.



Comentarios generales:

The Texas Chainsaw Massacre es una de las películas más influyentes de todos los tiempos, así que no es raro ver año tras año trabajos que claramente sacaron su fuente de inspiración del clásico de los 70s. Lo que si resulta raro es ver películas que traten de jugar un poco con la fórmula de caníbales que esta popularizó, casi todas siguen un mismo patrón y solo unas cuantas tratan de hacer algo distinto, siendo Escape from Cannibal Farm parte de este segundo grupo; aunque con resultados muy poco favorables.

Resultados que en gran parte se deben a la poca experiencia del director y al presupuesto tan limitado, ya que uno de los propósitos iniciales de la película es generar shock inmediato al mostrar los orígenes de los asesinos pero esto se ve frustrado por la pobreza que hay al momento de construir dichas escenas; lo cual no solo genera una sensación inmediata de desencanto, sino que además deja en claro que el impacto visual que uno esperaría ver no se va dar. Situación que empeora cuando se da la introducción de la familia Summer por medio de un espectáculo lleno de diálogos pobres y comportamientos ridículos diseñados para reflejar las tensiones existentes entre los miembros, pero que solo deja parados a todos los personajes como unos verdaderos ineptos con los cuales resulta complicado el poder sentir el más mínimo grado de empatía.

Algo que termina siendo contraproducente porque para el segundo acto uno supuestamente tendría que sentir algo de pena por su situación, sin embargo, eso no ocurre y en general lo único que quieres es ver que cada uno de estos personajes detestables muera rápido. Un deseo que no se cumple porque obviamente esta historia tiene algo más de fondo que una simple matanza, aunque para nuestra mala suerte su desarrollo es bastante aburrido y lento; en donde el director quiere incluir tantas cosas al mismo tiempo que al final ninguna termina por encajar del todo ante la poca atención que les ponen, al grado de que incluso los (pocos) elementos de gore con los que cuenta pasan sin pena ni gloria.

Los últimos 25 minutos son caóticos, incluso algo absurdos, pero es donde se pretende darle un sello distintivo a todo esto al agregar un giro que afecta a todas las partes involucradas. Lo malo es que, ante el pobre trabajo de edición y la poca intensidad manejada, esta revelación queda como algo muy random que difícilmente hace que el desenlace centrado en la venganza tenga la fuerza necesaria para ser convincente.

Las actuaciones son una mezcla de algunas decentes con otras realmente malas; en especial por parte de la familia Summer se dan varias que son lamentables. La producción es lo que uno espera de una película con tan poco presupuesto: el trabajo de fotografía es descuidado, la dirección de arte es pobre, el score es probablemente lo mejor de la película, el trabajo de sonido no está mal, los efectos son ínfimos y la labor de maquillaje resulta muy arcaica.

Opinión final: Escape from Cannibal Farm es bastante mala. Una película con algunas ideas interesantes que simplemente no sabe presentarlas de manera efectiva.

Ojometro:
**

sábado, 21 de enero de 2017

Crítica: The Barn (2016)


Película escrita y dirigida por Justin M. Seaman, quien hace su debut dentro del género. Salió directamente en DVD (además de una versión limitada en VHS) el pasado mes de diciembre, aunque de momento solo se puede conseguir mediante su tienda oficial.

Sinopsis:

Es Halloween de 1989 y dos buenos amigos tratan de disfrutar la que será su última noche juntos en esta festividad antes de graduarse de la preparatoria. Sin embargo, los problemas los siguen cuando junto con otro grupo de amigos encuentran un viejo granero abandonado donde duermen fuerzas malignas que, sin saberlo, las han despertado.



Comentarios generales:

La década de los 80s tiene algo que nos obsesiona a todos los fanáticos del cine de terror, es una época prácticamente legendaria para el género y aquellos que no tuvieron la oportunidad de vivirla por lo general esperan ansiosos una pequeña probada de esta. Algo que saben varias personas allá afuera y eso mismo ha provocado una oleada de proyectos que pretenden recrear dicho aire ochentero, pero solo unos cuantos han logrado recuperar toda esa esencia de manera casi perfecta como The Barn.

Una película con la que desde el primer minuto Seaman muestra su amor por el género de terror, por la década de los 80s y, sobre todo, por la noche de Halloween. Ya que es en base a esta festividad con la que se construye toda una historia de tinte serie B que para muchos podría parecer simple o sin mucho sentido, pero que en realidad involucra muchas reglas y leyendas a las cuales tienes que ponerles atención para entender lo que está por venir; complementadas con elementos que no podían faltar en un cuasi slasher como personajes estereotipados y rebeldía juvenil. Al igual que con una cantidad de referencias ochenteras muy bien logradas (¡Dr. Rock!) que hacen del primer acto uno muy entretenido por todo lo que engloba.

Hasta ahí las cosas son agradables, sin embargo, es con el segundo acto cuando toman un rumbo más definido al darse las muertes esperadas y demás elementos estándar; aunque en realidad lo que lo hace interesante es el hecho de que estos tres demonios tienen su propia leyenda detrás que les brinda una identidad única y que representan en su totalidad el Halloween. Proporcionándoles así un elemento importante en su forma de accionar, ya que cuando están solos son un peligro que puede ser manejable; en cambio, si estos andan juntos, se vuelven una amenaza a gran escala que puede acabar con un pueblo entero. 

Un aspecto que le permite al director poder presentar diferentes tipos de situaciones amenazantes, no solo para producir encuentros directos con los jóvenes, sino también para generar una escena a “mayor escala” que muestre de manera importante el despliegue de efectos prácticos en todo su esplendor y así conseguir todos los propósitos establecidos de una u otra forma, siendo su único problema significativo la parte final. 

La cual resulta un tanto repetitiva y con ello provoca que el ritmo ágil que se había mantenido previamente disminuya un poco y no la haga tan emocionante. Algo que es un tanto fastidioso pero una vez superado las cosas toman buen rumbo para ofrecer una conclusión que dejará contentos a la mayoría, a pesar de cierta falta de claridad.

De las actuaciones hay que decir que sin duda son exageradas, pero así estaba planeado y cumplen su propósito. Aunque lo verdaderamente llamativo es la producción, no porque sea espectacular, sino porque es impresionante ver la fidelidad que lograron en cada detalle; al grado de que si no sabes de antemano que es una película de 2016 definitivamente creerás que salió en 1989.

El trabajo de fotografía es descuidado a propósito, la dirección de arte correcta, el score es espectacular y cumple una función muy importante, el trabajo de sonido es sólido, los efectos son prácticos en su mayoría y la labor de maquillaje está bien hecha.

Opinión final: The Barn la disfruté bastante. Es un gran homenaje al cine de terror serie B de los 80s que se debe de tomar como tal, ya que de lo contrario no los va a convencer.

Ojometro:
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sábado, 14 de enero de 2017

Crítica: Pitchfork (2017)


Debut tras la cámara del director Glenn Douglas Packard, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Darryl F. Gariglio. Se estrenó por medio de iTunes y VOD dentro de los Estados Unidos este 13 de enero, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Después de revelar su homosexualidad, Hunter viaja junto con un grupo de amigos desde Nueva York a la granja de su familia para pasar un fin de semana. Ya estando ahí, la situación con su padre se torna tensa, pero ese será el menor de sus problemas cuando empiecen a ser perseguidos por un perturbado asesino.



Comentarios generales:

Como lo he comentado con anterioridad, si hay un subgénero ideal para entrar al mundo del terror es sin duda el slasher debido a que su fórmula ha demostrado ser resistente al paso de los años y su estructura simple es una que cualquiera puede explotar. Obviamente eso es benéfico, pero también resulta como el caldo de cultivo ideal para que cientos de propuestas (con todo tipo de presupuestos) salgan año con año buscando crear al nuevo Jason Voorhees bajo la idea que con un asesino visualmente llamativo es más que suficiente para lograrlo, lo cual es un error y Pitchfork es el ejemplo perfecto de esto.

Ya que Douglas Packard desde el primer instante demuestra que su verdadera meta es la creación de un asesino icónico a como dé lugar y se olvida de todo el resto de los elementos necesarios para que su historia logre ser, por lo menos, divertida. Cometiendo el grave error de no darnos siquiera un tipo de origen y sustentando los primeros 35/40 minutos en cosas tan absurdas que difícilmente podrán obtener el interés del espectador, lo cual va desde un conflicto familiar con poco peso hasta un cuasi tributo a Footloose cuyo único objetivo es establecer a un grupo de personajes estereotipados con los que difícilmente se logra generar cierta empatía, a pesar de que si cuentan con motivos para hacerlo.

Sin embargo, una vez que inicia la masacre esos motivos quedan en el olvido para darle paso a la masacre que le proporciona un ritmo mucho más dinámico a la acciones, aunque nada de lo demás es precisamente una maravilla. Las muertes son en su mayoría bastante genéricas  y en general todo lo que tiene que ver con el asesino persiguiendo a las víctimas es muy desangelado: hay gritos sí, pero nunca sientes la tensión que deberías considerando que prácticamente todo el segundo acto consta de ver a estos jóvenes correr o pelear por sus vidas ante alguien prácticamente invencible. Quien además parece tener una habilidad de teletransportación porque llega muy rápido a todos lados, desafiando así la lógica de ciertas acciones.

La parte final es absurda por donde se le vea. Si explican de manera muy vaga los motivos por los cuales Pitchfork es así pero, en lugar de profundizar un poco más sobre esto, el director mejor opta irse por el camino de lo  grotesco y en presentar una serie de decisiones o comportamientos extraños que solo te dejan más dudas.

Las actuaciones son malas, algunas resultan muy exageradas y otras simplemente son intrascendentes como para poder lograr que estos personajes genéricos te importen. Sobre la producción si puedo decir que está bien para ser un trabajo independiente: el trabajo de fotografía es efectivo, la dirección de arte aceptable, el score no es nada del otro mundo, el trabajo de sonido tiene deficiencias, los efectos son muy simples y la labor de maquillaje cumple en su objetivo principal.

Opinión final: Pitchfork es un desastre. Ejemplo perfecto de cuando se pretende crear un asesino icónico, pero se olvidan de todo lo demás.

Ojometro:
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lunes, 5 de diciembre de 2016

Crítica: The Eyes of My Mother (2016)


Película escrita, dirigida y editada por Nicolas Pesce, la cual significa su ópera prima. Se estrenó de manera limitada en cines, VOD e iTunes dentro de los Estados Unidos el pasado 2 de diciembre, mientras que su llegada a otros mercados se dará hasta 2017.

Sinopsis:

Dentro de su aislada granja, una ex cirujana en Portugal le ensaña a su hija Francisca (Olivia Bond /Kika Magalhaes) a entender la anatomía humana y a no temerle a la muerte. Sin embargo, después de un acontecimiento perturbador que le pasa su familia, la pequeña niña quedará completamente traumatizada mientras curiosidades únicas despiertan en ella.



Comentarios generales:

Cuando se decide presentar una película en blanco y negro siempre va a existir una enorme curiosidad debido a que para muchos pudiera parecer un riesgo innecesario o una manera muy pretenciosa de contar algo, sobre todo dentro de un género que no se ha caracterizado por ser precisamente arriesgado en las últimas décadas. Ante esto The Eyes of My Mother tenía un panorama con diversos retos, mucho más después de todas las alabanzas que había recibido en festivales, pero al final logra establecerse de manera sólida como una de las propuestas arriesgadas más efectivas del 2016.

Ya que Pesce no se anda con muchos rodeos y desde el inicio establece que esta no es una historia convencional al utilizar detalles que podrán parecer menores, pero que terminan por darle un aire diferente a las cosas; yendo más allá de una simple relación retorcida/obsesiva entre madre e hija. Esto porque no solo se trata de la presentación en blanco y negro, sino también el combinar los diálogos en inglés con el portugués o dejar que algunos momentos te digan mucho con un dialogo casi nulo para que el primer acto resulte potente de la manera en la que menos te imaginas; donde el acontecimiento que sirve de detonante genera un gran impacto, pero no es ni por mucho lo más perturbador considerando lo que desencadena para la segunda mitad.

Una en donde ya entra en escena la Francisca adulta y que se centra por completo en su manera de lidiar con las adversidades que se le presentan, dándole mucha más importancia a los momentos de absoluto silencio para acrecentar sus dañados hábitos como algo sumamente natural. Un aspecto que funciona, pero que igualmente podría resultar fastidioso para algunos debido a que, al centrarse en este personaje, el director se olvida del resto de los secundarios; dejándolos simplemente como piezas de carne de las que no se profundiza y que gracias al ritmo pausado que se utiliza pudiera dejar la impresión de que realmente no ocurre demasiado.

La parte final es muy interesante porque, cuando parece que la historia toca pared, el personaje de Francisca lleva a cabo algo que se siente como el siguiente paso natural en su locura. Lo cual proporciona momentos visualmente potentes y, sobre todo, un cierre satisfactorio que demuestra que hasta la persona más dañada necesita de algo a que aferrarse para no caer en la siempre aterradora soledad.

En las actuaciones realmente todo recae en Kika Magalhaes, quien resulta realmente perturbadora de ver sin necesitar de expresiones exageradas o situaciones tan extremas; aunque varios de los secundarios también dejan una buena impresión en los pocos minutos que aparecen. La producción está bien cuidada: el trabajo de fotografía funciona a la perfección, la dirección de arte es simple, tiene un score cumplidor y el trabajo de maquillaje es sencillo.

Opinión final: The Eyes of My Mother es una buena película. Un trabajo ideal para todos aquellos que busquen algo distinto al cine comercial.

Ojometro:
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viernes, 14 de octubre de 2016

Crítica: The Final Project (2016)


Debut tras la cámara del director Taylor Ri'chard, quien además es co-escritor del guión junto a Zachary Davis. La película se estrenó de manera limitada en cines dentro de los Estados Unidos a inicios de año, mientras que su salida en VOD se dio a finales de septiembre.

Sinopsis:

Seis estudiantes se van a explorar una granja abandonada para poder grabar algo de la supuesta actividad paranormal que se cree que hay ahí como parte de un trabajo escolar, pero un espíritu hará de su experiencia una auténtica pesadilla.



Comentarios generales:

Uno sabe que con tantos found footage siendo producidos siempre va a existir la posibilidad de encontrarse con alguno que te deje sin palabras gracias a que es un formato que se presta muchísimo para la mediocridad. Es básicamente algo que cualquiera que se dedica a ver películas de terror considera inminente y The Final Project es sin duda ese trabajo que en 2016 me ha hecho cuestionar nuevamente mi fanatismo por el género.

En verdad fue bastante complicado el poder escribir algo extenso gracias a que, después de la obligada introducción sobre “hechos reales”, lo que nos presenta Ri'chard es un auténtico suplicio que deja en evidencia su falta de imaginación para poder construir ya no digo una historia decente, sino algo que tenga cierta relevancia.

Esto porque tarda una eternidad para que los personajes puedan entrar al lugar en cuestión y realizar lo que supuestamente es el punto central de la película, rellenando casi 40 minutos del metraje con un larguísimo viaje en camioneta donde vemos cosas tan emocionantes como un juego sobre confesiones, una chica gritando por tener una pesadilla y mucha platica juvenil hueca, la cual se extiende incluso hasta todo el segundo acto para no aportar absolutamente nada de sustancia a los mitos que rodean la propiedad.

Es llegado al acto final cuando el director recuerda de lo que se trataba la historia y empieza a recurrir a sustos fáciles para equilibrar las cosas, pero en este punto ya básicamente nada tiene efecto. De hecho, la mayoría de las muertes apenas y se pueden ver gracias a que se dan desde la perspectiva de primera persona (los personajes traen puesta una GoPro) con una pésima iluminación, así como una estabilidad espantosa.

Las actuaciones son horribles, realmente ningún actor parece tomar con seriedad las cosas y es difícil creer algo de lo que hacen. La producción tampoco tiene nada que valga la pena: el trabajo de edición es malo, la iluminación es pésima como mencione antes, el trabajo de sonido es espantoso y los efectos son dignos de un proyecto escolar.

Opinión final: The Final Project es una atrocidad de esas grandes. Evítenla a toda costa. 

Ojometro:
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jueves, 29 de mayo de 2014

Crítica: Motel Hell (1980)

Película dirigida por Kevin Connor (The House Where Evil Dwells) y escrita por Robert & Steven-Charles Jaffe. Se estrenó en 1980 logrando una decente recaudación en taquilla de un poco más de 6 millones de dólares y actualmente se puede conseguir en un DVD que MGM lanzó en el 2002 como parte de sus paquetes de Midnite Movies, aunque a partir de agosto de este año estará disponible en Blu-ray gracias a Scream Factory.

Sinopsis:

Vincent Smith (Rory Calhoun) y su hermana Ida (Nancy Parsons) viven en una granja que además cuenta con un hotel. Sin embargo, su principal fuente de ingresos es la carne ahumada que este vende y que es considerada la más deliciosa del área; cuyo ingrediente secreto es carne humana.

Comentarios generales:

1980 es un año particularmente interesante dentro del género gracias a que es sin duda la etapa transición entre la creatividad de los 70s y la sobre-explotación de los 80s, lo cual hace que de este veamos algunos trabajos con un sello muy particular que difícilmente pudo ser replicado en los años posteriores y Motel Hell es tal vez uno de los ejemplos más claros de esto.

Es obvio que en parte está inspirada en TCM, pero lo que nos trae Connor no podría estar más alejado del clásico del 74 y genera su propio sello personal dentro del mundo del canibalismo con una historia ciertamente más ligera en la forma de presentárnosla, siendo más una sátira; donde el punto central es la carne humana claro, pero en lugar de darnos una perspectiva un tanto grotesca o perturbadora opta por tomar un camino un poco más chusco o cuasi inocente con los personajes pueblerinos. Un aspecto que sin duda le quita impacto visual a la película, pero por otra parte logra brindarle una sensación de locura bastante peculiar al añadirle una frialdad a los actos de los asesinos que está justificada en una creencia meramente personal de su parte, la cual además se ve amplificada con los extraños métodos de preparación de la carne ahumada.

Y es que si uno se pone a analizar a detalle ciertamente no encontrará muchas cosas aterradoras; de hecho, el guión en general es bastante pobre, muy básico y los eventos poco a poco se tornan repetitivos, pero es precisamente esa simpleza la que, junto con el tono alegre de dos caníbales que se la pasan sonriendo todo el tiempo, le dan un toque distinto. Además de que su ritmo es lo suficientemente fluido como para poder soportar algunas escenas que se sienten forzadas.

El final es por mucho la parte más intensa de todas. Se podría decir que es lo que más se acopla a los estándares actuales al mostrar una pelea con sierras o un momento que quiere representar cierta esencia “zombie” a su modo.

Calhoun y Parsons están realmente geniales en sus roles, te los crees por completo y eso mismo hace que el resto del elenco quede en un segundo plano. La producción es decente; aparentemente su presupuesto fue de unos tres millones de dólares, pero incluso se nota mucho más modesta: gran parte esta filmada en exteriores, casi no hay trabajo de maquillaje y los efectos son muy básicos. Aunque debo de decir que está bastante bien ambientada, la dirección de arte cumple a la perfección su cometido.

Opinión final: Motel Hell es una película que deben de ver al menos una vez. Especialmente si están interesados en la evolución del género dentro de una etapa tan importante.

Ojometro:
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domingo, 23 de marzo de 2014

Crítica: Fields of the Dead (2014)


Debut tras la cámara del director Daniel B. Iske, quien además se desempeña como director de fotografía, editor y productor. Salió a la venta en DVD dentro de los Estados Unidos el pasado 4 de febrero, aunque no hay ningún tipo de información sobre si llegará a otros mercados.

Sinopsis:

Siete amigos van a una granja abandonada para realizar una investigación. Ahí descubren un antiguo libro que al leerlo libera a los demonios que rodean los bosques y poniendo la vida de cada uno de ellos en peligro.



Comentarios generales:

Hoy es muy común ver películas re-lanzadas años después de que fracasaran miserablemente al tratar de obtener algún tipo de distribución y este es otro de tantos ejemplos, ya que Fields of the Dead en realidad es un trabajo del 2008 que salió bajo el nombre de The Wretched. Situación que no me molesta, pero después de verla la pregunta que rondaba en mi cabeza era: ¿Por qué diablos la sacaron?

Iske nos trae una película totalmente inentendible de principio a fin, en la cual da la sensación que con el afán de mejorarla a base del trabajo de edición terminaron eliminándole muchas cosas que al menos tenían algún grado de relevancia para conectar ciertos puntos dentro de la historia. Y es que no miento, por momentos no existe lógica en los sucesos y todo lo que respecta al misterioso libro es manejado de manera tan superficial que personalmente yo no me entere que este fuera un factor relevante sino hasta prácticamente los últimos cinco minutos (sin mencionar que los demonios brillan por su ausencia).

Simplemente no pasa nada, a pesar de tener un elenco muy extenso la violencia y las muertes no ocurren durante gran parte del metraje: todo se limita a escenas de exploración y tipos platicando, con muchísimas tomas enfocando a los maizales entre estas (yo sé que Iske quería presumir su talento como director de fotografía, pero vamos… esto es un exceso). Igualmente, posee un ritmo muy cansino, provocado precisamente por la irrelevancia total de los eventos y la nula capacidad mostrada para generar no digamos tensión, sino interés por algo que hagan los personajes en un entorno que es más que conocido por nosotros, pero que nunca antes había lucido tan intrascendente o poco aprovechado.

El final se siente totalmente acelerado, como si se hubieran dado cuenta que le faltaba contenido a la película y decidieron pisar el acelerador a fondo durante los últimos 10 minutos para dejarnos impactados. Algo que evidentemente no sucede gracias a que para estas alturas ya no te podría importar menos lo que ocurre.

En cuanto a las actuaciones todo es genérico y ninguno de los personajes te termina importando en lo absoluto. En la producción lo más salvable es la fotografía, pero de ahí en fuera todo lo demás es totalmente meh!; especialmente los efectos porque las muertes son prácticamente fuera de cámara y lo más extremo termina siendo unas salpicadas con sangre, así como la aparición de uno que otro fantasma.

Opinión final: Fields of the Dead es la película más aburrida y sin sentido que he visto últimamente. No vale para nada la pena.

Ojometro:
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lunes, 28 de octubre de 2013

Crítica: Scarecrow (2013)


Película dirigida por Sheldon Wilson (Kaw). Es una de las tantas Syfy Originals y se estrenó en TV el pasado 5 de octubre dentro de los Estados Unidos como parte de la programación de los “31 Days Of Halloween”. Aún no se sabe si llegará a la señal del canal en Latinoamérica.

Sinopsis:

El profesor Aaron Harris (Robin Dunne) lleva a seis de sus alumnos a la granja de su ex novia Kristen (Lacey Chabert) como parte de su día de detención y para que ayuden en la remodelación de esta antes de que la venda. Lo que no saben es que debajo se ha mantenido encerrada una criatura a la cual siempre se le ha considerado como una simple leyenda urbana.



Comentarios generales:

Ya se habrán dado cuenta que no suelo aborrecer en grados extremos como algunas otras personas las películas de Syfy, digamos que mi grado de tolerancia hacia estas es bastante elevado y aunque indudablemente en la mayoría de las ocasiones suelen sacar trabajos deplorables, a mi juicio Scarecrow está lejos de ser uno de estos.

La historia es básicamente la estándar e inclusive a los diez minutos puedes deducir un 90% de lo que va a pasar; sin embargo, esto se te olvida gracias a que Wilson le imprime un ritmo frenético de inicio a fin que simplemente no te deja pensar en ese aspecto, complementándolo con un número importante de muertes, explosiones vistosas y un grado de violencia alto para lo que suelen manejar.

Es claro que tiene dos fuentes de inspiración principales como lo son Jeepers Creepers y Children of Corn (esta última más que nada por las escenas en los cultivos); de hecho, bien podría pasar como secuela de la primera si saliera un demonio con alas.

Sus principales problemas son dos: varias de las muertes se realizan fuera de cámara y realmente nunca explican el motivo por el cual la criatura está ligada con la familia de Kristen. Esto último es bastante grave porque, a pesar de que la historia no tiene mucha ciencia, era precisamente este punto el que le daba un poco más de fondo a las cosas y al no redondearla se siente como si nada de lo ocurrido tuviera un verdadero motivo, tornándola incluso un tanto repetitiva en ciertas partes.

Mientras que el final no es precisamente el súper final feliz que uno esperaría, algo que personalmente me pareció un buen toque.

En actuaciones Chabert me fastidio en su rol de victima/heroína, pero luce bastante sexy; de ahí en fuera nadie más destaca, aunque tampoco hay nada realmente malo. En lo que respecta a la producción puedo decir que está bien ambientada y me agradó que todas las muertes que si aparecen en pantalla son realizadas casi en su totalidad con efectos de maquillaje comunes, con poco o nada de imágenes (o sangre) generadas por computadora. Aunque lo que si me decepcionó bastante fue el espantapájaros, ya que a pesar de que en este aspecto siempre predomina el CGI al menos le ponen imaginación al diseño, algo que aquí está totalmente ausente.

Opinión final: Scarecrow debe de ser una de las películas más entretenidas de Syfy en un buen rato. No me aburrió en lo absoluto y creo que a muchos les ocurrirá lo mismo si no esperan que sea un peliculón.

Ojometro:
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sábado, 30 de marzo de 2013

Crítica: The Fallow Field (2013)


Debut tras la cámara del director Leigh Dovey. Esta producción inglesa fue filmada en el 2009 y solo tuvo una pequeña exhibición en un festival, pero fue hasta inicios de este mes que se salió en DVD en el Reino Unido.

Sinopsis:

Matt Sadler (Steve Garry) por alguna razón siempre se despierta en medio del campo sin que recuerde absolutamente nada, lo cual es algo recurrente y por lo general pasa una semana como desaparecido, lo que ocasiona que su esposa lo corra de su casa. Ante esto, Matt viaja al lugar donde suele despertar en busca de repuestas y llega a una granja donde el dueño de nombre Calham (Michael Dacre) oculta algo que simplemente termina con toda lógica de la naturaleza humana.



Comentarios generales: 

¿La historia es peculiar? Si. ¿Maneja el tono oscuro del cine de terror ingles? Si. ¿Es algo que marcará época? Lo dudo.

Especialmente porque me parece que esta película se quiere tomar tan en serio las cosas que al final termina convirtiéndose en algo muy aburrido para el espectador. Dovey se limita a filmar todo de manera muy lenta, queriendo sustentar gran parte en el dialogo entre los dos actores para que choquen sus personalidades y eso vuelve extenuante una historia que podía haber dado bastante más que simplemente buenos diálogos; sobre todo porque saben cómo darle un buen giro a la trama para no caer en el vicioso torture porn cuando parece destinada a ir en esa dirección.

Además, cuando quiere imprimirle cierta tensión o cierta acción, no le resulta en lo absoluto (hay una escena de escape lamentable) y en gran medida se debe a que el ritmo de la película alcanza tales niveles de pasividad de los que no puede librarse.

Garry y Dacre hacen un buen trabajo, tienen química y sacan un par de escenas bastante interesantes. En producción no se puede ocultar que es de muy bajo presupuesto, por ahí la fotografía cumple y no hay mucho más.

Opinión final: Creo que The Fallow Field es una película que dividirá opiniones y yo estoy del lado de quienes no la encuentran como algo destacado.  No estoy en contra de los trabajos que tratan de exponer su visión sin irse a los extremos conocidos y más que explotados dentro del género, pero en esta ocasión simplemente no pude engancharme en ningún momento con lo que estaba viendo.

Ojometro:
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