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martes, 23 de abril de 2024

Crítica: Abigail (2024)

Película dirigida por Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillett (Ready or Not, Scream), cuyo guión fue escrito por Stephen Shields y Guy Busick. Se estrenó en cines el pasado 19 de abril dentro de los Estados Unidos y México, recaudando hasta la fecha $15.2 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Después de secuestrar a la hija bailarina de una importante figura de los bajos mundos, un grupo de criminales se oculta en una alejada mansión. Aunque lo que no saben es que están encerrados junto a una niña que no es normal.


Comentarios generales:

Los integrantes de Radio Silence se han convertido en unos de los exponentes más relevantes del cine de terror en los últimos años y cuando se supo que habían firmado con Universal se generó un interés bastante grande. En gran parte por el misterio alrededor de este proyecto porque no se sabía si iba a estar vinculado con los Universal Monsters dado a la película en la que está vagamente basada (“Dracula's Daughter”), pero después de verla queda claro que todo eso era irrelevante porque Abigail se puede sostener sin la necesidad de dicho vinculo. 

Ya que lo traído por Bettinelli-Olpin y Gillett es de esas historias que no se toman tan en serio el tema de los vampiros y tratan de manifestarlo sin tener como principal propósito el ridiculizarlos, lo cual ayuda a que desde el primer acto las cosas funcionen de manera efectiva incluso sabiendo desde el inicio que Abigail es un vampiro. Algo que evidentemente le quita cierto misterio a la introducción, más eso no la vuelve aburrida debido a que se tiene la capacidad para hacer de la presentación de los personajes una entretenida no solo por su contraste de personalidades, sino también porque la mayoría logra establecer de manera clara su propósito en todo esto y no queden parados como simples sacos de carne desechables.

Aunque también es indudable que lo mejor llega justo cuando Abigail empieza la masacre debido a que de inmediato hace que el ritmo se acelere bastante por medio de persecuciones intensas en las que se pone en manifiesto lo peligrosa que es y además ayudan a que el nivel de intensidad se vaya incrementando de manera progresiva gracias a que tampoco se escatima al momento de presentar buenas dosis de violencia en pantalla.

Siempre combinándolas con momentos un poco extravagantes y con cierto humor que brindan la oportunidad de establecer una dinámica muy entretenida en la que el grupo de delincuentes siempre va un paso atrás sin importar lo que hagan, siendo esto aprovechado también para ir mostrando de a poco cuales serán los convencionalismos del cine de vampiros que si aplican en esta ocasión. Logrando así un balance sólido que permite construir situaciones de riesgo que van teniendo mayor impacto tanto en lo visual como en lo narrativo.

Con todo lo anterior se deja puesta la mesa para una parte final potente en la que el conflicto entre Joey y Frank escala de una manera sorpresiva que definitivamente le da frescura a un desenlace que cuenta con varios litros de sangre y además deja abierta la posibilidad para algo más grande a futuro.

En cuanto a las actuaciones tenemos a un elenco sólido con Melissa Barrera (Joey), Dan Stevens (Frank), Kathryn Newton (Sammy) y Kevin Durand (Pete) mostrando una gran química como el grupo de delincuentes. Mientras que Alisha Weir como Abigail está genial con la dualidad de su personaje que pasa de ser una niña inocente a un verdadero monstruo sin piedad.

También en lo que se refiere a producción tenemos una factura de primer nivel: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte impecable, el score es sólido, el trabajo de sonido no presenta fallos, los efectos son de gran calidad y la labor de maquillaje resulta muy efectiva.

Opinión final: Abigail me gustó. Película de vampiros divertida que no se toma tan en serio y te hace pasar un buen rato.

Ojometro:
****

martes, 14 de marzo de 2023

Crítica: Scream VI (2023)

Sexta entrega de la franquicia dirigida por Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillett, cuyo guión fue co-escrito por James Vanderbilt, Guy Busick y Kevin Williamson. Se estrenó en cines dentro de México y Estados Unidos el fin de semana pasado, recaudando hasta la fecha $67 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Un año después de los brutales acontecimientos en Woodsboro, Sam (Melissa Barrera) y Tara (Jenna Ortega) tratan de rehacer su vida en Nueva York. Aunque pronto se darán cuenta que dejar atrás a Ghostface es más difícil de lo que parece.  


Comentarios generales:

La manera en la que los chicos de Radio Silence revivieron la franquicia de Scream en 2022 fue una de las grandes sorpresas de los últimos años debido a que nadie pensaba que esta tuviera futuro a pesar de pertenecer a uno de los subgéneros con mayor longevidad dentro del cine de terror. Simplemente fue un éxito rotundo y por cuestiones lógicas una secuela era de esperarse; sin embargo, también era imposible saber si volverían a replicar tal éxito ya sin el factor nostalgia de su lado y con la ausencia por primera ocasión de Neve Campbell, aunque afortunadamente esta sexta entrega logra salir avante y no decepciona para nada.

Ya que lo traído por Bettinelli-Olpin y Gillett está pensado para ser secuela y a la vez un homenaje a la franquicia en general, lo cual podemos notar desde una introducción que en cuanto al concepto es similar al de la original de 1996, pero por medio del famoso cambio de reglas con el que siempre se ha jugado logra sorprender y dejar en claro no solo que el nivel de violencia será mayor, sino que nuevamente cualquier cosa es posible.

Todo manteniendo lo establecido en la entrega pasada con respecto a la herencia familiar de Sam, quien durante el primer acto es la vía para ir construyendo la situación apremiante en la que ella y Tara siempre tendrán que vivir por más que quieran alejarse tanto mental como físicamente de su pasado en Woodsboro. Logrando con esto añadir complejidad a su relación sin que se pierda un solo minuto de emociones debido a que el desarrollo es uno muy dinámico gracias a que esta versión de Ghostface es más brutal y se le expone en situaciones en las que no tiene que pasar desapercibido, ocasionando así que la sensación de caos se logre dar desde muy temprano.

Un aspecto que resulta importante porque al tenerlo tan expuesto se logra insertar una duda razonable con respecto a su identidad y conforme se va entrando al segundo acto su figura se vuelve omnipotente dentro de una ciudad en la que tiene más ventajas para realizar los asesinatos. Además en base a esto se empieza a generar algo de desconfianza entre los personajes que ayuda a incrementar el sentimiento de que nadie está a salvo y por lo consiguiente el nivel de tensión aumenta bastante en cada ataque que este realiza.

Llevándonos así por un camino en donde hay bastante acción, sangre y varias referencias (atención especial con la escena en el metro)  que dejan todo preparado para una parte final que puede que se sienta algo forzada con la revelación, pero que no escatima en lo absoluto en lo que respecta a la violencia. Dejándonos con esto un desenlace potente que trata de jugar con los conflictos internos de Sam y claramente deja puestas las bases para una entrega más.

Con respecto a las actuaciones, tanto Melissa Barrera como Jenna Ortega siguen teniendo una gran química y claramente ambas se sienten mucho más cómodas con estos personajes; en especial la primera que ahora si la vez como la verdadera sucesora de Sidney. Mientras que el regreso de Courteney Cox (Gale) y Hayden Panettiere (Kirby) brinda la dosis de nostalgia suficiente para seguir recordando el legado de la franquicia.

En lo que se refiere a producción nuevamente nos encontramos con una factura de primer nivel: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte está muy bien cuidada, el score es sólido, el trabajo de sonido espectacular, los efectos son de buena calidad y la labor de maquillaje cumple su propósito.

Opinión final: Scream VI me gustó. Entrega divertida y sangrienta que sigue refrescando a la franquicia de manera interesante.

Ojometro:
****

miércoles, 19 de enero de 2022

Crítica: Scream (2022)

Quinta entrega de la franquicia dirigida por Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillett, cuyo guión fue co-escrito por James Vanderbilt y Guy Busick. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos y México el pasado 14 de enero, recaudando hasta la fecha $37.5 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

25 años después de los asesinatos originales que azotaron Woodsboro, un nuevo Ghostface emerge más violento que nunca para atormentar a Sam (Melissa Barrera) y a todos aquellos que la rodean.


Comentarios generales:

Scream de 1996 es una de las películas de terror más importantes de la historia gracias a que básicamente revivió el género cuando este se encontraba en uno de sus puntos más bajos y revitalizó al slasher, así que cualquier proyecto que se encuentre ligado a esta siempre tendrá que lidiar con un tremendo peso encima debido a que no estamos hablando de cualquier cosa. Y para esta nueva secuela dicho peso era incluso mayor debido a que después del fracaso de la serie de MTV parecía que la franquicia había muerto y tenía la labor titánica de no solo revivirla, sino además darle nueva vida debido a que también significaría un relanzamiento muy al estilo de Halloween.

Algo que para mi total sorpresa lograron hacer de manera por demás sobresaliente.

Ya que los chicos de Radio Silence nos traen la que se puede posicionar como la mejor entrega desde la original por medio de una historia con la que no solo pretenden honrar el legado de lo hecho por Wes Craven en su búsqueda por revitalizar el slasher, sino además construyen algo que examina cómo ha evolucionado el género desde los 90s utilizando la propia esencia del metacine que siempre ha estado presente. 

Lo cual se establece prácticamente de inmediato con una increíble introducción en la que queda claro cuál será la tirada y, de paso, exponer el nivel de violencia que se va a manejar. Poniendo así las bases para ir desenvolviendo poco a poco un misterio que tiene la suficiente cantidad de sospechosos como para generar dudas razonables sustentándose en las propias auto-referencias y que expande de manera interesante lo que ya conocíamos sin que los regresos de Sydney, Gale y Dewey resulten tan fundamentales para desarrollar dichas ideas. 

Todo bajo un ritmo que siempre se mantiene ágil y que se ve beneficiado por el hecho de que esta es la entrega más violenta de todas. En donde las muertes tal vez no son tan variadas en su concepto, pero si tienen una razón detrás que las justifiquen y son lo suficientemente intensas como para dejar al menos un par de momentos que tienen un peso emocional importante bajo el objetivo de hacer lucir al asesino como una amenaza formidable.

Algo que sin duda logran debido a que para la parte final, si bien ya te puedes ir haciendo una idea sobre quien podría ser, este sigue estando un paso adelante de todos y por lo consiguiente la sensación de peligro se mantiene latente hasta los minutos finales. Logrando así un cierre del que no se puede hablar demasiado sin soltar spoilers, pero que definitivamente logra combinar lo nuevo con lo viejo de una manera bastante orgánica para abrir la puerta a más secuelas a corto plazo y no tener que esperar otra década.

De las actuaciones tenemos un casting sólido con Melissa Barrera haciendo una buena labor como la potencial sucesora de Sydney y un Jack Quaid (Richie) que añade cierto toque cómico sin resultar exagerado; aunados al resto del elenco adolescente que muestra bastante personalidad. Además de que las apariciones de Neve Campbell, Courteney Cox y David Arquette añaden ese factor nostálgico necesario para complementar una historia con la cual siempre estarán ligados.

En cuanto a producción no hay quejas: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte cumple, cuenta con un buen score, el trabajo de sonido está bien cuidado, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje es sencilla.

Opinión final: Scream me ha gustado bastante. Una exanimación de la evolución del género que no deja de lado lo que ha hecho popular a la franquicia.

Ojometro:
*****

viernes, 4 de octubre de 2019

Crítica: Ready or Not (2019)


Película dirigida por Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillett (Devil’s Due), cuyo guión fue escrito por Guy Busick y Ryan Murphy. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos a finales de agosto, mientras que en México hizo lo propio el pasado 27 de septiembre; recaudando hasta la fecha $48 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Grace (Samara Weaving) se acaba de casar con un miembro de una excéntrica y adinerada familia que la obliga a formar parte de un peculiar ritual durante su noche de bodas: participar en un aterrador juego en el que tiene mantenerse con vida hasta el amanecer.



Comentarios generales:

Con la compra de Fox por parte de Disney muchas producciones que se encontraban en desarrollo terminaron por quedarse en limbo gracias al enfoque familiar que caracteriza a la empresa del ratón y al parecer algunas eran películas de terror. Así que cuando se anunció que Ready or Not iba a ver la luz me dio gusto, pero también tenía cierto temor debido a que no se sabía si este nuevo proyecto de Radio Silence iba a sufrir algún tipo de censura o bajón de tono. Cosa afortunadamente no ocurrió.

Y es que, aunque estamos ante una comedia, lo cierto es que lo que nos ofrecen Bettinelli-Olpin y Gillett también depende de gran manera de la violencia para desarrollar una historia que esencialmente es una sátira sobre las clases adineradas. La cual establece desde un inicio al personaje de Grace como “inferior” y no se toma demasiado tiempo para ponernos frente a la situación de riesgo a la que se va a tener que enfrentar, trasladando las acciones dentro una mansión en donde se genera una atmósfera oscura que complementa a la perfección el juego que se lleva a cabo.

Uno que sin duda sigue una estructura bastante simple que bien podría haber resultado contraproducente, pero cuyo ritmo fluido ayuda a que la película en ningún punto se vuelva aburrida y su naturaleza un tanto improvisada logre generar no solo momentos de tensión, sino también varios bastante graciosos al combinarlos con algunas muertes. Ya que aquí no estamos ante la típica familia desalmada sin sentimientos que actúan como maquinas, más bien estamos ante un grupo de personajes que en su afán por querer lograr una meta a toda costa cometen muchos errores porque son demasiado incompetentes para eso y en realidad varios de ellos ni siquiera están convencidos de lo que hacen.

Brindándole así mucha más sustancia de la que uno pensaría a personajes de los cuales no esperarías tanto y, sobre todo, un balance adecuado a las acciones. Ya que es por medio de esto por lo que la dinámica de Grace contra la familia nunca siente tan cargada hacia un solo lado e incluso permite que se puedan construir situaciones en un escenario mucho más amplio que poco a poco vayan incrementando el nivel de intensidad rumbo a la parte final. 

La cual sin duda es la parte con más fuerza de todas debido a que la locura alcanza su clímax y porque aquí las muertes ya no se sustentan de manera tan marcada en el humor como al inicio. Sin embargo, esto no quiere decir que las cosas se vuelvan serias, más bien diría que se vuelven más exageradas para bien. Especialmente porque el cierre en general es hilarante precisamente por los excesos que se presentan en pantalla.

Con respecto a las actuaciones hay que decir que cuenta con un elenco muy sólido, con nombres como Adam Brody, Henry Czerny, Andie MacDowell, Nicky Guadagni o Kristian Bruun que muestran un gran manejo para la comedia. Aunque sin duda la estrella es Samara Weaving al mostrar, una vez, mucha versatilidad con un papel que la obliga a combinar humor, locura e intensidad en todo momento y que saca adelante sin demasiadas complicaciones.

La producción es de gran factura: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte está impecable, el score es agradable, el trabajo de sonido es limpio, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: Ready or Not me gustó bastante. Película muy divertida que sin duda se posiciona dentro de las mejores del año. 

Ojometro:
*****

jueves, 6 de febrero de 2014

Crítica: Devil’s Due (2014)


Película dirigida por la dupla conformada por Matt Bettinelli-Olpin y Tyler Gillett, miembros del famoso cuarteto de directores llamado Radio Silence. Se ha estrenado en diversos países desde mediados de enero y hasta el momento ha recaudado $24.4 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Samantha (Allison Miller) y Zach (Zach Gilford) son una pareja de recién casados que van a pasar su luna de miel a República Dominicana. De regreso se enteran que serán padres, algo que no tenían planeado pero lo aceptan con gusto; sin embargo, con el transcurso de los meses ella se empieza a comportar de manera muy extraña y varios sucesos poco comunes ocurren a su alrededor.



Comentarios generales:

Mientras veía Devil´s Due no deje de pensar que este trabajo llegó al menos unos 3 o 4 años tarde, ya que simplemente se siente fuera de lugar. No por el hecho de que crea que el found footage es algo obsoleto, sino porque claramente hubiera tenido más impacto cuando este estaba en pleno apogeo.

Olpin y Gillet nos traen una película que en términos generales no aporta nada nuevo, de hecho, probablemente esta sea una de las found footage más aburridas en años recientes (que es decir mucho) gracias a que un 80% de esta se constituye de eventos sumamente banales que nunca permiten que exista un tono mucho más oscuro y se pueda ir construyendo de manera efectiva un grado de tensión lo suficientemente importante para que en verdad te importe lo que le está ocurriendo a la pareja. Y no es que carezca de momentos fuertes, sino que simplemente estos son tan contados y tan lejanos unos de otros que al final vuelven la dinámica muy pesada; al grado de que me dormí unos cinco minutos como por la mitad.

Además es predecible como pocas, sin mucho esfuerzo sabrás exactamente qué es lo pasará y lo peor es que nunca existe la mas mínima intención de tratar de darle un giro o un aire de frescura a una historia que se ha contado en repetidas ocasiones durante el transcurso de las décadas. Inclusive la profundización sobre el tema del anticristo y la secta es mínima: todo se limita a una pequeña escena con un padre que realmente no te dice demasiado.  

Dentro de los puntos positivos que le encontré fue el hecho de que la guionista Lindsay Devlin justifica de buena manera la razón por la cual los protagonistas filman todo lo que les ocurre; la idea no es la más original de todas, pero siempre se agradece el que le den cierto sentido a este detalle y no todo sea simplemente filmar por filmar. Igualmente cuenta con un par de momentos en donde la acción está a tope, al grado de que parece una película totalmente distinta: una es predominante en el tráiler y la otra es el final.

En actuaciones tanto Miller como Gilford me parece que hacen un buen trabajo, tienen buena química y a pesar del aburrimiento hacen que uno sienta simpatía hacia ellos. En producción probablemente lo más destacado son los pocos efectos especiales que se utilizan, los cuales siguen la calidad que se vio en el corto que hicieron para V/H/S y que, aunque no son realmente nada nuevo, lucen bastante espectaculares. También el trabajo de sonido en determinadas partes es bastante bueno.  

Opinión final: Devil’s Due es tremendamente aburrida y poco original. Definitivamente una decepción en lo que va del año.

Ojometro:
**