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viernes, 5 de septiembre de 2025

Crítica: Fréwaka (2025)

Producción irlandesa escrita y dirigida por Aislinn Clarke (The Devil’s Doorway). Se estrenó en cines dentro de Irlanda durante el mes de abril, mientras que su salida en VOD se dio el pasado 30 de mayo.

Sinopsis:

Shoo (Clare Monnelly) es una estudiante de enfermería de cuidados paliativos plagada de traumas de su pasado que tienen un efecto desorientador en su presente, su relación, su carrera y su capacidad para ser funcional.


Comentarios generales:

La verdad cuando uno leía la sinopsis de Fréwaka no había grandes motivos para que te generara gran interés debido a que parecía ser una película de terror folclórico más y en gran parte eso es lo que es. Sin embargo, el hecho de que esté hablada en gaélico disparaba mi curiosidad debido a que eso inmediatamente añadía cierta autenticidad a las cosas y sin duda es algo que resulta benéfico, aunque no como para elevar de manera tan marcada el producto final.

Sobre todo porque nos encontramos ante una historia con la que Clarke no tiene muchas intenciones de irse a lo extremo en ningún momento y opta por un enfoque mucho más pasivo para ir desarrollando una relación entre Shoo y Peig en la que siempre se te da a entender que existe un trasfondo más profundo, pero difícilmente te darán algo sustancial para entenderlo. Lo cual hace que la primera mitad de la película resulte pesada dado a que el ritmo es demasiado cansino y carece de momentos destacables, dejando que las excentricidades de la propia anciana sean el principal motor del interés del espectador.

Una situación que no es que cambie demasiado para la segunda mitad dado a que el terror psicológico sigue siendo lo predominante, teniendo como la única diferencia el hecho de que ahora si se le empieza a dar un poco más de foco al propio folclore irlandés. Logrando así que el suspenso sea más marcado y la sensación de peligro palpable ante los sucesos cada vez más raros que van ocurriendo tanto fuera como dentro de la casa; especialmente cuando están enfocados en los propios traumas de Shoo, quien para este punto se vuelve el principal motor en cuanto a la generación de dudas con respecto a si lo que ocurre es real o simplemente producto de su inestabilidad mental.

Preparando así todo para una parte final en la que podemos ver un poco más de ambición con respecto a la generación de momentos con mayor intensidad, obvio sin llegar a nada tan brutal, pero si con lo necesario para añadir impacto. Aunque el cierre definitivamente puede llegar a ser confuso porque se dejan abiertas a la interpretación determinadas cosas.

En cuanto a las actuaciones hay que decir que es su punto más fuerte, ya que Clare Monnelly y Bríd Ní Neachtain (Peig) lo hacen realmente bien. Y es que a pesar de su diferencia de edad logran mantener una gran química en pantalla sin que una se coma a la otra, logrando así que los traumas de ambos personajes se puedan combinar de manera ideal para mantener los misterios a flote.

Y en cuanto a producción, la verdad es que tenemos una factura discreta: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte es sólida, el score no destaca, el trabajo de sonido es limpio y todo lo referente a efectos/maquillajes es relativamente simple.

Opinión final: Fréwaka está pasable. Terror psicológico llevado al extremo para retar la paciencia del espectador.

Ojometro:
*** 

martes, 2 de septiembre de 2025

Crítica: Rosario (2025)

Película dirigida por Felipe Vargas, cuyo guión fue escrito por Alan Trezza. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos durante el mes de mayo, mientras que en México hizo lo propio el pasado 14 de agosto; recaudando hasta la fecha $1.3 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Rosario (Emeraude Toubia) pasa la noche con el cadáver de su fallecida abuela mientras espera a que llegue la ambulancia durante una intensa nevada. Aunque estando ahí será atacada por fuerzas del otro mundo que han tomado el control del cadáver que ha estado cuidando.


Comentarios generales:

Cada año se estrenan una cantidad considerable de películas de terror de todo tipo, desde producciones grandes hasta proyectos medianos o trabajos ridículamente chicos que bien podrían pasar como alguna practica de un estudiante de cine. Todos con sus respectivas metas y realidades; sin embargo, entre tanta oferta siempre existen un puñado de películas de las que uno no está tan seguro sobre lo que verdaderamente quieren lograr y Rosario es una de esas.

Ya que lo traído por Vargas navega en la mediocridad constante por medio de una historia cuyo punto de partida parece ser la brujería, aunque en realidad no tiene que pasar mucho tiempo para que esta vaya quedando en un segundo plano y se nos empiece a mostrar una problemática más genérica cuyo nivel de predictibilidad ocasiona que el ritmo sea lento. Lo cual, al combinarlo con una protagonista tan poco carismática como Rosario, solo hace que lo que uno ve en pantalla no resulte tan interesante más allá de ciertos aspectos visuales. 

Siendo esto una decepción dado a que si hay algo que logra la película es aprovechar la locación para generar una atmósfera tétrica en la que la amenaza pueda desenvolverse de una manera convincente, pero el hecho de que el trasfondo sea tan vago evita que la sensación de peligro alcance niveles importantes. Además de que el uso repetido de jump scares hace que estos vayan perdiendo efectividad, dejando poco margen de maniobra a las escenas pensadas para añadir impacto y por lo consiguiente cada situación se va sintiendo más pesada que la anterior ante la nula efectividad que tienen.

Llevándonos así a una parte final en la que realmente no se logra elevar la intensidad y se nos pone frente una sucesión de eventos random en los que se trata de darles relevancia a otros personajes que hasta este punto solo habían estado de adorno. Sintiéndose como algo muy forzado dentro de un desenlace que puede llegar a tener algún tipo de factor sorpresa para ciertas personas, pero que en general es demasiado intrascendente.

En cuanto a las actuaciones hay que decir que Emeraude Toubia (Rosario) hace lo que puede con lo que le dan para trabajar, pero realmente como la protagonista no deja nada destacable. Mientras que la presencia de David Dastmalchian (Joe) es más anecdótica que otra cosa.

Y sobre la producción, la verdad es aquí donde tiene sus aspectos más destacables: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte cumple, el score no es nada del otro mundo, el trabajo de sonido es sólido, los efectos no son tan complejos y la labor de maquillaje es de buen nivel.

Opinión final: Rosario es mediocre. Película que logra ciertas cosas desde lo visual, pero que se queda corta en absolutamente todo lo demás.

Ojometro:
**

miércoles, 27 de agosto de 2025

Crítica: Bring Her Back (2025)

Producción australiana dirigida por Michael Philippou y Danny Philippou, siendo este último co-escritor del guión junto a Bill Hinzman. Se estrenó en cines dentro de Australia durante el mes de mayo, mientras que en México hizo lo propio el pasado 21 de agosto; recaudando hasta la fecha $35.8 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Un hermano y una hermana descubren algo aterrador en la aislada casa de su nueva madre adoptiva.


Comentarios generales:

Cuando debutas con una película tan elogiada como “Talk to Me” tus bonos suben como la espuma y literalmente tienes vía libre para poder hacer lo que te plazca para tu segundo trabajo, aunque esto también significa que las exigencias serán mayores dado a que todo el mundo esperará algo igual o superior. Situación que ponía mucha presión sobre Bring Her Back y la cual probablemente le terminará pesando desde el lado financiero, pero eso no quita que sea de lo mejor que ha salido este año.

Ya que lo traído por los hermanos Philippou solidifica su postura de saber contar historias en apariencia convencionales de una manera que no es precisamente… bueno… convencional. Poniéndonos frente a un drama que desde el comienzo somete a los hermanos a situaciones dolorosas de la vida misma y no les da mucho tiempo para asimilar su situación al hacerlos interactuar con personajes como Laura y Oliver, quienes desde el primer minuto que aparecen en pantalla no solo magnifican el tono oscuro de la película, sino que rápidamente le llenan la cabeza de preguntas al espectador; especialmente sobre el perturbador comportamiento del niño.

Llevándonos así por una serie de situaciones en las que sabemos que existe algún tipo de componente oculto/satánico gracias a unos videos VHS, pero que realmente nunca se expone de manera tan determinante como para estar totalmente seguro de lo que ocurre. Dejando que esto se vaya desenvolviendo poco a poco por medio de escenas de impacto muy bien logradas y la generación de pequeños conflictos que exponen la locura de Laura para brindarle así un toque mucho más siniestro a sus actos sin que se tenga que recurrir a scare jumps repetitivos que hubieran podido afectar el ritmo estable de la película, sobre todo cuando llega el momento de llevar esto hacía un camino más extremo.

Lo cual hace que la parte final sea muy potente dado a ocurre algo inesperado que añade un factor de shock altísimo y además toda la tensión acumulada explota de golpe. Teniendo como consecuencia un desenlace depresivo en el que afortunadamente se le brinda un cierre concreto a todo lo visto previamente y por lo mismo se dejan sensaciones muy positivas.  

En lo que se refiere a las actuaciones tenemos a un elenco genial comandando por una tremenda Sally Hawkins (Laura), quien mezcla locura y frialdad para dejar una interpretación inquietante cuyo contrapeso perfecto lo encuentra en Billy Barratt (Andy) y Sora Wong (Piper) con su gran química fraternal. Aunque probablemente sea Jonah Wren Phillips como Oliver quien termine dejando una impresión más marcada dado a que en verdad refleja maldad en todo momento.

Y en lo que se refiere a la producción, la verdad es de una factura de primer nivel: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte cumple, el score es tremendo, el trabajo de sonido es limpio, los efectos son de buena calidad y la labor de maquillaje sólida.

Opinión final: Bring Her Back me gustó bastante. Película con una premisa relativamente simple que sabe mantener tenso al espectador. 

Ojometro:
*****

viernes, 6 de junio de 2025

Crítica: The Surrender (2025)

Película escrita y dirigida por Julia Wax. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 23 de mayo, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Cuando un padre de familia fallece, su esposa e hija arriesgan sus vidas al realizar un brutal ritual para traerlo de vuelta de la muerte.


Comentarios generales:

En repetidas ocasiones se ha mencionado en este blog que cuando una película hace mucho ruido en el circuito de festivales de cine de terror casi siempre me tomo con escepticismo las reacciones debido a que la mayoría de dichos eventos están planeados para enaltecer las producciones que ahí se estrenan. Por eso es que nunca pude comprar de lleno la emoción por The Surrender y honestamente creo que a muchos les pasará lo mismo.

Ya que lo traído por Wax es una historia que se sustenta fuertemente en el proceso de duelo y gracias a eso el desarrollo se da bajo un ritmo lento que requerirá por parte del espectador bastante paciencia mientras se nos presenta una relación inestable entre madre e hija. La cual durante el primer acto expone los estragos comunes que se viven cuando un ser querido se encuentra al borde de la muerte y cómo su posterior fallecimiento puede desbalancear por completo la dinámica familiar porque su ausencia pone en entredicho todo lo que siempre se había dado por sentado; en especial si los lazos sanguíneos no son suficientes como para sanar las heridas del pasado.

Llevándonos así por un viaje en el que Barbara y Megan se encuentran en un conflicto constante gracias a sus creencias y ambiciones personales con el que se logra generar una atmósfera tensa que ayuda a que lo que rodea a la preparación del ritual se sienta como algo potencialmente riesgoso. Sobre todo porque la directora apuesta más por lo meticuloso y deja la espectacularidad en segundo plano para que así cada detalle importe, aunque ciertamente la pasividad con la que se lleva a cabo puede resultar desesperante para este punto y eso le quita impacto a la resurrección.

Una que aporta un buen complemento visual ante el salvajismo que la rodea; sin embargo, esto no es suficiente como para que la parte final deje las mejores sensaciones. Y mucho se debe al hecho de que se limita la brutalidad para tratar de darle más importancia al aspecto emocional por medio de los recuerdos y así brindar un cierre ambiguo.  

En cuanto a las actuaciones no hay mucha queja, tanto Kate Burton (Barbara) como Colby Minifie (Megan) lo hacen bien y tienen buena química. Mientras que en producción tenemos una factura discreta: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte simple, el score es buen complemento, el trabajo de sonido no tiene fallos, los efectos no son nada del otro mundo y la labor de maquillaje es de buena calidad.

Opinión final: The Surrender es aceptable. Película centrada en el duelo que requiere una buena de dosis de paciencia por parte del espectador.

Ojometro:
***

domingo, 14 de mayo de 2023

Crítica: From Black (2023)

Película dirigida por Thomas Marchese, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Jessub Flower. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 28 de abril, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Cora (Anna Camp) es una drogadicta en recuperación llena de culpa por la desaparición de su pequeño hijo y mientras se encuentra buscando un cierre le llega una bizarra propuesta para saber lo que verdaderamente ocurrió… si es que está dispuesta a aceptar el aterrador precio que debe pagar.


Comentarios generales:

Cuando leí la sinopsis de From Black y posteriormente vi su trailer lo primero que se me vino a la mente fue “A Dark Song” de 2017 debido a que ambas premisas eran prácticamente idénticas, así que inmediatamente pensé que se trataba de algún tipo de remake. Sin embargo, para mi sorpresa ese no fue el caso y eso generó ciertos conflictos en mi manera de analizarla debido a que jamás pude quitarme de la cabeza que esto ya lo había visto en otra parte.

Y es que a pesar de que lo presenta Marchese es una historia original, la verdad es que resulta casi imposible no compararla con la tediosa película irlandesa dado a que tanto en sus virtudes como en sus defectos son prácticamente idénticas. Especialmente durante una primera mitad en donde el espectador tiene que lidiar con un camino bastante empedrado que retará su paciencia ante el poco terror que se presenta gracias a una intercalación de líneas temporales que tratan de generar muchas preguntas con respecto a las acciones de Cora, pero también darte el contexto necesario para entender por qué aceptó realizar el ritual con un desconocido sin que realmente ninguna de sus interacciones sean demasiado interesantes.

Ante esto el ritmo resulta lento y eso nunca cambia, pero una vez que se empieza a llevar a cabo dicho ritual las cosas mejoran al lograr construir ciertas situaciones que hacen que el tono vaya volviéndose más oscuro y se logre de manera efectiva vender el riesgo que todo esto representa. Logrando generar una tensión suficiente por medio del demonio que es convocado y por lo consiguiente durante el segundo acto vender la idea de que nuestra protagonista está expuesta al peligro en cualquier momento y hacerte suponer que tendremos una parte final verdaderamente intensa y, a lo mejor, sangrienta.

Algo que tristemente solo se queda en una simple suposición debido a que nunca se atreven a ir más lejos en cuanto a la violencia en pantalla. No como para decir que es mala porque si cuenta con algunas cosas interesantes, nada más que el desenlace como tal nunca tiene un gran impacto y terminan sobre elaborándolo de manera innecesaria.

De las actuaciones solo puedo decir que Anna Camp hace un trabajo correcto para sacar adelante un personaje que por varios momentos se vuelve un tanto fastidioso. Mientras que en producción hay buenas cosas: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte no es nada espectacular, el score no está mal, el trabajo de sonido está muy bien cuidado, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: From Black es aceptable. Película con buenos momentos que jamás logra ser lo devastadora que debería.

Ojometro:
*** 

viernes, 8 de enero de 2021

Crítica: Anything for Jackson (2020)

Película dirigida por Justin G. Dyck y escrita por Keith Cooper. Se estrenó directamente en TV dentro de Canadá a finales de octubre, mientras que su salida en VOD dentro de los Estados Unidos se dio durante el pasado mes de diciembre.

Sinopsis:

Un matrimonio adentrado en el satanismo secuestra a una mujer embarazada para utilizarla en un antiguo ritual que pondrá al espíritu de su nieto muerto en el bebé que está por nacer. Aunque pronto se darán cuenta que invocaron algo más de lo que deseaban.


Comentarios generales:

Cuando uno se pone a revisar la filmografía de Justin G. Dyck se encuentra en que esta consiste casi en su totalidad de películas navideñas para televisión y no cuenta con experiencia previa dentro del género, lo cual es algo peculiar. Así que mis expectativas por Anything for Jackson no eran precisamente las más elevadas debido a que no sabía que esperar; simplemente era un volado, pero al final me he encontrado con una muy grata sorpresa. 

Y es que lo que nos presenta este director con trayectoria tan alegre es una historia oscura desde su raíz, con la cual además se añade un toque fresco en lo que respecta al tema de los rituales satánicos y posesiones al evitar la cansada rutina del asedio a la madre para establecer de inmediato las negras intenciones de la pareja. Obviamente explicando por medio de algunos flashbacks el proceso para llegar a ese punto, aunque en general la película siempre se centra más en el ritual, la problemática para mantener todo en orden o en la relación entre la pareja con su víctima.

Algo que puede sonar medio aburrido pero que en realidad nunca cae en ese terreno, principalmente porque el ritmo en general es muy agradable y porque en todo momento está pasando algo: desde una simple conversación hasta situaciones de riesgo para cualquiera de los involucrados. Esto último magnificándose de manera muy importante ya en el segundo acto cuando se establece que hay una amenaza más seria y con ello se empieza a presentar una serie de espíritus aterradores que añaden la dosis de impacto visual necesaria para mantener la dinámica ágil e ir incrementando de manera consistente un nivel de riesgo existente que, incluso, logra que sientas cierta preocupación por el matrimonio a pesar de que sus acciones en ningún punto dejan de ser incorrectas o egoístas.

Ayudando así a que la tensión durante la parte final sea elevada y en general cuente con bastante intensidad. Aunque aquí también se puede argumentar que existen ciertas decisiones que son un tanto extrañas; en especial el darle relevancia a un personaje secundario que se siente forzado en un cierre que claramente no lo necesitaba.

En el tema de las actuaciones tanto Sheila McCarthy (Audrey) como Julian Richings (Henry) hacen una gran labor. Tienen muy buena química como esposos y la suficiente capacidad para hacer que por algunos lapsos sientas empatía hacia ellos durante toda esta problemática de la que son 100% responsables.

En cuanto a producción la película es de buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte está bien cuidada, el score cumple, el trabajo de sonido es limpio, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje resulta efectiva.

Opinión final: Anything for Jackson me gustó. Película oscura y con propuesta original que vale la pena.

Ojometro:
****

lunes, 14 de mayo de 2018

Crítica: The Ritual (2018)


Adaptación de la novela del mismo nombre que está dirigida por David Bruckner (V/H/S, Southbound) y cuyo guión fue escrito por Joe Barton. Se estrenó directamente en Netflix dentro de los Estados Unidos durante el mes de febrero, mientras que en México lo hizo en cines el pasado 10 de mayo.

Sinopsis:

Un grupo de amigos se reúne para realizar un viaje por los bosques de Suecia para honrar la memoria de un amigo asesinado meses atrás, pero pronto se verán amenazados por una presencia que no los dejará escapar tan fácilmente.



Comentarios generales:

Cuando uno ve el trailer de The Ritual resulta muy complicado el poder emocionarse con esta debido a que luce como una película más de grupitos perdidos en el bosque, aunque sin el factor found footage. Todo luce muy genérico o demasiado familiar, pero si algo se aprende en esta vida es que las apariencias engañan y, aunque no estamos ante un trabajo que redefina dicha temática, sin duda estamos ante uno de los mejores de los últimos años.

Una labor nada sencilla si consideramos que esta clase de historias han abundado y porque los primeros minutos no son precisamente lo más originales que podamos encontrar, pero Bruckner tiene la capacidad necesaria para que esto rápidamente se quede en el olvido por medio de cosas simples como el entorno. Y es que este no es un bosque ordinario, sino que se trata de uno que visualmente provee una vista única de manera natural que ayuda a generar una atmósfera tétrica sin demasiado esfuerzo desde muy temprano para que poco a poco el espectador vaya sintiendo la misma angustia que los personajes.

Los cuales son otro de los aspectos simples por los que la película funciona tan bien al no ser el típico grupo de amigos estúpidos sin muchas cosas por ofrecer. Más bien se trata de un conjunto de personalidades diferentes que, a pesar de su amistad, siempre reflejan una tensión constante que ante el incremento de incertidumbre va causando estragos en muchos aspectos y eso hace que la locura que se viene se sienta mucho más efectiva.

Ya que una vez entrado al segundo acto las cosas se vuelven muy intensas dentro de una mezcla de paranoia, sonidos extraños y persecuciones en la oscuridad que hacen que el espectador no pueda relajarse en exceso; además de que se empiezan a introducir elementos de ocultismo que proporcionan un tono todavía más oscuro a las acciones. Unas que van adquiriendo un ritmo fluido con el pasar de los minutos y que, a diferencia de otros filmes, nunca se estancan en simples persecuciones en círculos que no llevan a nada.

La parte final es interesante, aunque no terminó de convencerme. Aquí es donde todo el tema del ocultismo tiene más peso y la integración de nuevas caras refresca las cosas; sin embargo, al ser revelada la amenaza se pierde el factor sorpresa y con ello cierta intriga por lo que pudiera llegar pasar. Aún así, el desenlace tiene fuerza y resulta efectivo.

Las actuaciones son buenas en general, cada actor cumple con su rol, pero sin duda Rafe Spall (Luke) y Sam Troughton (Dom) son quienes más destacan en la dinámica general. La producción es de nota alta: el trabajo de fotografía es estupendo, la dirección de arte simple, el score es muy bueno, el trabajo de sonido impecable, los efectos son sólidos (salvo por alguno que otro detalle con el CGI) y la labor de maquillaje cumple para lo que se necesita.

Opinión final: The Ritual me gustó. Es una adaptación bastante sólida que seguramente estará en la discusión de las mejores películas de 2018.  

Ojometro:
****

jueves, 3 de mayo de 2018

Crítica: Pyewacket (2018)


Película escrita y dirigida por Adam MacDonald (Backcountry). Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 23 de marzo, aunque todavía no hay ningún tipo de información sobre si saldrá en formato físico o si llegará a cines en otros mercados.

Sinopsis:

Leah (Nicole Muñoz) es una adolescente frustrada y angustiada que despierta a “algo” dentro del bosque cuando de manera ingenua practica un oscuro ritual para invocar a una bruja que mate a su madre (Laurie Holden).



Comentarios generales:

Conforme uno se va volviendo más viejo resulta complicado el poder identificarse con ciertas cosas y por cuestiones obvias aquellos trabajos que se enfocan en los problemas de la adolescencia forman parte de la lista. Un tema que es fundamental en Pyewacket y por eso tenía mis reservas con esta, ya que por el trailer pintaba para ser un dramón adolescente de esos pesados a lo que no les encontraría nada interesante; sin embargo, aunque no es precisamente una gran película, si tiene cosas que valen la pena.

Principalmente porque MacDonald construye una historia en donde, si bien el tema adolescente es el que predomina, también se toma el tiempo para añadir una perspectiva distinta mediante el personaje de la madre para que aquellos con mayor edad puedan tener algo con lo cual conectar de cierta forma (independiente de si se tienen hijos o no) durante un primer acto que sí se centra demasiado en el drama. Sustentándose en una dinámica madre/hija en la que se pueden ver los problemas que ambas tienen después de una tragedia y su manera de lidiar con ellos que las coloca de manera constante en conflicto; siendo este el medio para que el espectador elija de qué lado ponerse.

Ya para el segundo acto es cuando las cosas empiezan a tomar más forma con respecto al lado del terror, integrando los elementos ligados a la brujería que ayudan a generar una atmósfera más oscura que encaje con la decisión tomada por Leah. Dando así paso a momentos con niveles de suspenso decentes y a un ritmo lento para desarrollar de manera gradual el daño que le causan su decisiones y con ello se pueda insertar la duda sobre si lo que está ocurriendo en verdad es real o solo es parte de su mente.

La parte final es agradable. Obviamente si estas buscando algo más convencional que involucre elementos sobrenaturales o de brujas te vas a decepcionar, pero en general es un desenlace con la fuerza necesaria para magnificar de manera sólida los errores de Leah y las consecuencias de lo que son básicamente puras niñerías de su parte. Aunque si debo de decir que todo termina de manera muy abrupta considerando que los sucesos daban para un cierre distinto.

Las actuaciones son buenas, tanto Nicole Muñoz como Laurie Holden hacen una gran labor para que la relación de madre e hija se sienta muy real y te puedas involucrar de manera importante con su situación. La producción es discreta: el trabajo de fotografía es bastante bueno, la dirección de arte no es gran cosa, el score resulta agradable, el trabajo de sonido es efectivo y lo referente a efectos/maquillaje es ínfimo.  

Opinión final: Pyewacket es aceptable. Una película que muestra buenas cosas pero simplemente nunca logra alcanzar niveles más importantes.

Ojometro:
***

lunes, 13 de noviembre de 2017

Crítica: Hebecta (2017)


Producción rusa escrita y dirigida por Svyatoslav Podgaevskiy (Vladenie 18). Se estrenó en cines dentro de Rusia a inicios de 2017, mientras que hizo lo propio en México y varios países de Latinoamérica durante el verano bajo el nombre de “La Novia”. Recaudando $5.5 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.

Sinopsis:

Nastya (Victoria Agalakova) se embarca en un viaje para visitar a la familia de su prometido, pero no tiene que pasar mucho tiempo para que caiga en cuenta de que tal vez eso haya sido un terrible error debido a que ahora se encuentra alojada en una vieja casa y rodeada por desconocidos que le preparan una extraña ceremonia de bodas.



Comentarios generales:

Hebecta es una película de la que siempre tuve pleno conocimiento pero su fecha de estreno coincidió con la temporada más pesada de los blockbusters, lo cual limitó mucho su exhibición y, por lo consiguiente, que la viera en su momento. Aún así nunca perdí la curiosidad debido a que el cine de terror ruso no suele tener mucha exposición y este trabajo en particular contaba con una premisa interesante, así que no estaba de más darle una oportunidad; aunque al final el resultado no haya sido tan satisfactorio.

Lo cual es una pena porque la película inicia bastante bien al establecer rápidamente una atmósfera oscura que complemente de gran manera la leyenda presentada, una que además es mucho más elaborada de lo que esperas. Hasta ahí todo tiene buena pinta, pero el hecho de que Podgaevskiy opte por trasladar la historia a la época actual termina por quitarle atractivo a algo que claramente lo sustentaba en las tradiciones antiguas, ya que una vez que nos ponen frente a esta pareja y la reunión familiar entramos a un escenario muy genérico en el que resulta fácil predecir cada acción de los personajes o los trucos bajo la manga por parte del director para tratar de añadir sustos de manera rápida.

Una predictibilidad que se acentúa gracias al ritmo tan lento implementado y al sentimiento general de que realmente no existe un avance real en lo que estás viendo, ya que más allá de unos flashbacks integrados de manera esporádica no existe un desarrollo adecuado con respecto al comportamiento inusual de esta familia. Obvio uno sabe que tiene que ver con la maldición, pero solo se limitan a dar indicios por medio de conversaciones secretas que no añaden gran cosa; aunado que la obsesión que se tiene por querer crear un escenario tétrico termina haciendo que exista una falta de vida importante en el filme.

Todo es frio y sin emociones; sin embargo, ese tono no sirve de mucho cuando hay realmente poco contenido que lo justifique o lo explote.

Lo más efectivo sin duda es la parte final. La lenta construcción para llegar a este punto en cierta manera termina siendo justificada gracias a que lo que ocurre es por lo menos llamativo de ver al crear un ambiente bastante hostil que logra compensar la carencia de emociones fuertes por parte de la mayoría de los personajes; brindando así una resolución al conflicto central bien hecha, un poco más dinámica y sin complicaciones.

Las actuaciones son una de las principales razones por las cuales la película nunca termina de funcionar, todas son muy desangeladas y planas; además Victoria Agalakova como protagonista nunca logra reflejar miedo o desesperación, dificultando en demasía el poder sentir algo de empatía por ella. En el tema de la producción es donde más resalta: cuenta con un muy buen trabajo de fotografía, la dirección de arte está bien cuidada, el score es sólido, el trabajo de sonido no tiene fallos, los efectos son simples y la labor de maquillaje no presenta gran elaboración.

Opinión final: Hebecta me pareció aburrida. No es precisamente de lo peor del año pero difícilmente se quedará en la memoria de varios por mucho tiempo.

Ojometro:
**

domingo, 22 de octubre de 2017

Crítica: A Dark Song (2017)


Película escrita y dirigida por Liam Gavin, la cual significa su primer largometraje. Se estrenó en cines y VOD dentro del Reino Unido e Irlanda durante el mes de abril, mientras que su salida en formato físico se dio el pasado 5 de septiembre.

Sinopsis:

Sophia (Catherine Walker) es una madre en duelo totalmente desesperada que contrata los servicios de un dañado experto en lo oculto para poder realizar un peligroso y extenuante ritual que le permita cumplir su más grande deseo: ver a su hijo muerto una vez más.



Comentarios generales:

A simple vista Dark Song no parece ser nada especial, a lo mucho una película más sobre demonios que encuentra una manera peculiar para presentarlos. La sinopsis y el trailer te la venden así, pero una vez que te vas adentrando en esta lo que te encuentras es algo totalmente distinto, algo con un nivel de profundidad inesperado y cuyo desarrollo es atípico para esta clase de trabajos; convirtiéndola así en una película un tanto única, la cual definitivamente no es para todo el mundo debido a que su propósito no solo es retar la paciencia de su protagonista, sino también la del espectador.

Y es que en lugar de irse por el lado simple de buscar espectacularidad en base a un ritual llamativo, lo que hace Gavin es más bien regalarnos un muy detallado camino hacia la oscuridad por parte de dos personajes cuyos problemas son más graves de lo que parecen. Construyendo así una historia que en verdad se desarrolla de manera muy lenta, la cual durante todo el primer acto se centra más que nada en lo complejo que es realizar el ritual y los sacrificios que el personaje de Sophia tiene que hacer para lograr algo que tal vez si o tal vez no funcione; esto mientras siempre se tiene la sensación de que puede ser solo una farsa por parte de Joseph (el ocultista) debido a que los primeros pasos parecen únicamente estar diseñados para satisfacer sus deseos más perversos.

Una situación que con el pasar de los minutos va convirtiendo la dinámica entre ambos personajes en una muy interesante gracias a que, mientras con uno empezamos a saber más de sus problemas por medio de diferentes comportamientos, del otro siempre nos van soltando solo migajas con respecto a sus verdaderas motivaciones para embarcarse en esta experiencia. Siendo esto lo que en general hace entretenido el visionado a pesar del ritmo tan cansino que se maneja; sin embargo, el resto de lo que ocurre no es tan interesante.

Cada paso del ritual se repite una y otra vez sin aportar algo significativo al avance de la historia, simplemente están ahí para hacer más marcado el desgaste físico y mental de nuestra protagonista. Lo cual no estaría mal si por lo menos llevaran a ciertos momentos donde el pago por la espera fuera satisfactorio, pero esto nunca se da. Dejándote así con una sensación de vacío muy grande ante los ínfimos intentos por generar algo de terror por medio de este tedioso proceso.

Por si esto no fuera suficiente, la parte final es sin duda la más polémica. Ya que deciden que se mantenga en la misma sintonía que todo lo previo, en lugar de optar por temas más oscuros; apostando más por las rarezas y simbolismos que por una conclusión convincente.  

En cuanto a las actuaciones solo puedo decir que Catherine Walker y Steve Oram están excelentes, realmente si no fuera por ellos la película sería algo mucho peor. La producción es de buena factura: el trabajo de fotografía es bastante bueno, la dirección de arte no es tan elaborada, el score cumple, el trabajo de sonido es sólido y lo referente a efectos/maquillaje es muy limitado.

Opinión final: A Dark Song es interesante, pero tediosa como pocas. Aunque sin duda se trata de una película que va a generar mucha división de opiniones.

Ojometro:
***

lunes, 16 de octubre de 2017

Crítica: The Babysitter (2017)


Película dirigida por McG, cuyo guión fue escrito por Brian Duffield. Se estrenó exclusivamente por Netflix a nivel mundial el pasado 13 de octubre, pero todavía no hay información sobre si eventualmente saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Cole (Judah Lewis) se encuentra totalmente enamorado de su niñera Bee (Samara Weaving). Ella es súper sexy y genial, todo lo opuesto a él, pero durante la única noche donde decide no irse a dormir temprano presenciará algo que le mostrará su verdadera personalidad y hará que tenga que superar todos sus miedos para mantenerse con vida.



Comentarios generales:

Ciertamente no era muy alentador el saber que una película del director de “Charlie's Angels”, la cual además contaba con la presencia de Bella Thorne, era una de las mayores apuestas de Netflix para la temporada de Halloween. Sin embargo, al considerar que el historial exclusivo de este servicio con el género de terror es bastante positivo mis temores disminuyeron y cuando salió el trailer básicamente desaparecieron debido a que era claro que The Babysitter podría ser algo divertido y así lo fue.

Esto porque lo que nos trae McG es una comedia con una personalidad como pocas, totalmente exagerada pero siempre con el balance adecuado para hacer disfrutable su transición de una historia en apariencia sobre cultos a una que básicamente se vuelve un slasher combinado con “Home Alone”. Siendo fundamental el adecuado desarrollo de la relación entre nuestros dos personajes centrales, quienes durante prácticamente todo el primer acto son los que se encargan de establecer el tono que manejará la película y el tipo de humor que veremos; brindando así cierto toque inocente a las cosas para que, una vez que llegue el momento de explotar el gore, el contraste sea evidente.

Y es que cuando se revelan los verdaderos propósitos de Bee se entra en un territorio extravagante en el que las diferentes personalidades conjuntadas brindan escenas muy divertidas; en donde no solo los diálogos son importantes, sino también la manera en la que se usa todo el tema de la violencia. La cual sirve no solo para crear momentos de impacto visual con las muertes, sino que además es el medio perfecto para ir mostrando cómo el personaje de Cole va superando cada uno de sus miedos de las maneras más raras y aterradoras posibles bajo un ritmo por momentos caótico, pero con determinadas pausas para hacer énfasis en ciertos puntos específicos.

La parte final cumple en términos generales. El conflicto entre Cole y Bee se desarrolla de gran forma, explotando su relación y manteniendo en todo momento la esencia mostrada en los actos previos con un toque ligeramente más oscuro; aunque si me hubiera gustado que profundizaran un poco más sobre el pasado de ella.

En el tema de las actuaciones todos están muy bien; obvio Lewis y Weaving son los que tienen mayor exposición, logrando una gran química en pantalla, pero el resto de los secundarios (si, incluida Thorne) hacen un trabajo bastante bueno. La producción también cumple: tiene un buen trabajo de fotografía, la dirección de arte está ok, el score es agradable, el trabajo de sonido cumple, los efectos en su mayoría son prácticos bien hechos y la labor de maquillaje es limitada.

Opinión final: The Babysitter es muy divertida. Una de las mejores comedias de terror del año.

Ojometro:
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