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martes, 3 de julio de 2018

Crítica: Primal Rage (2018)


Debut tras la cámara del director Patrick Magee, quien comparte créditos como co-escritor del guión junto a Jay Lee. Se estrenó vía VOD durante el mes de febrero dentro de los Estados Unidos, mientras que su salida en formato físico se dio este 3 de julio.

Sinopsis:

El viaje por carretera de una pareja recién reunida se vuelve una auténtica pesadilla cuando se ven forzados a enfrentar a la naturaleza, desagradables lugareños y a una temible criatura conocida por los nativos americanos como Oh-Mah.



Comentarios generales:

Si han seguido el blog desde sus inicios sabrán que, salvo por algún caso aislado, las películas sobre Pie Grande o cualquier similar suelen ser de las peor valoradas; simplemente son un tipo de trabajos que parece nunca podrán dar un salto de calidad considerable y siempre seguirán viviendo del morbo que se genera en torno a esta enigmática criatura. Sin embargo, en el caso de Primal Rage parecía que había algo distinto como para variar un poco la fórmula gracias a la manera en la que iban a utilizar a la criatura; se notaba que se iban a salir de la zona de confort y así fue... por determinados momentos nada más.

Y es que con la trayectoria de Magee en el área de efectos especiales se podía esperar que Oh-Mah tuviera más relevancia y no solo breves apariciones mientras lo dejaban escondido el 95% de la película, lo cual efectivamente ocurre, aunque no de la manera más interesante. Esto porque durante el primer acto la situación de peligro que se nos presenta con esta pareja no es precisamente destacada, más bien se trata de una secuencia de acciones que en teoría deberían de incrementar la sensación de riesgo, pero que en la práctica solo son sucesos genéricos en los que de manera algo cómica se ven asechados por la criatura.

Ya para el segundo acto es cuando las cosas adquieren un poco más de forma al añadir un conflicto con un grupo de personajes secundarios cuyo único propósito es servir como costales de carne para cuando llega la masacre. Una que definitivamente no decepciona gracias a la violencia e impacto visual que contiene, convirtiendo así esta parte en una muy entretenida por el nivel de intensidad que maneja y porque el ritmo fluye de manera ágil; además de que tiene cierto encanto el ver a la criatura mostrar una inteligencia mayor a la  habitual.

Lamentablemente una vez que pasa esto es muy claro que las ideas dejaron de fluir y se empiezan a mostrar cosas que tienen poco sentido como la integración de una bruja o un ritual nativo que no aporta nada. Terminando con el ritmo fluido y generando así una parte final pobre; en donde el impacto sigue presente por medio de un enfrentamiento que cuenta con alguno que otro momento destacado, más no hace mucho por brindar un cierre memorable.

Las actuaciones están decentes, realmente al ser una película tan básica no se requieren cosas increíbles en este aspecto y todos hacen lo mínimo necesario. La producción es su punto más fuerte: el trabajo de fotografía es adecuado, la dirección de arte muy limitada, el score cumple, el trabajo de sonido es sólido, los efectos están muy bien hechos y la labor de maquillaje es impecable.  

* Cuenta con una escena post-créditos

Opinión final: Primal Rage es decepcionante. Tiene cosas interesantes por aquí y por allá, pero en conjunto deja mucho que desear.

Ojometro:
**

lunes, 25 de junio de 2018

Crítica: Downrange (2018)


Película dirigida por Ryuhei Kitamura (No One Lives), quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Joey O'Bryan. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos durante el mes de abril, mientras que en ciertas partes de Europa salió en formato físico a finales de mayo.

Sinopsis:

Varados en una solitaria carreta después de una ponchadura de llanta, un grupo de jóvenes se convierte en el objetivo de un enigmático y despiadado francotirador. 



Comentarios generales:

Nunca he sido gran fan de Kitamura pero reconozco que tiene un estilo con todo lo necesario para atraer a un público considerable, aunque por alguna razón siempre ha mantenido un perfil bastante discreto cuando se trata de sus filmes occidentales. Es por eso que no me extraña que Downrange haya pasado tan desapercibida desde su salida y eso es una pena debido a que sin duda es uno de sus trabajos mejor logrados, a pesar de ser uno de los más simples.

Y es que en esta ocasión el director japonés no se complica en lo absoluto la vida al ofrecer una historia que va al grano de manera rápida y en cuestión de unos 13 minutos te coloca ante la situación de peligro por medio de muertes visualmente impactantes que establecen sin problemas la línea que seguirán las acciones. Provocando con esto que el nivel de tensión y violencia sea uno bastante elevado desde temprano para que así cada situación en la que estén involucrados los personajes se sienta como una de verdadero riesgo para ellos y se pinte un panorama desalentador ante la desventaja que tienen con el francotirador.

El cual siempre se muestra como alguien superior ante cualquier circunstancia y ese es un aspecto fundamental con el pasar de los minutos debido a que, gracias a la ausencia de distracciones externas (flashbacks o escenas ajenas al tiroteo), no existe ningún lapso de relajación y eso obliga a que se tengan que construir todo el tiempo acciones que logren mantener tensión constante en base a esa superioridad. Provocando así momentos sumamente interesantes en los que no solo se ven muertes dramáticas, sino que además generan una dinámica agradable con la improvisación de este grupo de jóvenes para mantenerse con vida.

Aunque si debo de decir que hay algunos minutos en donde la película flaquea y se vuelve algo repetitiva, pero afortunadamente eso no dura demasiado porque cuando empieza a ser muy evidente llega uno de los momentos de mayor impacto para añadirle fuerza y cambiar de cierta manera las circunstancias en la parte final.

Una que es bastante divertida al jugar de manera ligera con los convencionalismos del género (aquí la oscuridad de la noche es una ventaja) y mantener su propósito inicial de hacer esto siempre lo más violento posible. Incluso con una conclusión que raya en lo ridículo.

En cuanto a las actuaciones debo de decir que para tratarse de un elenco prácticamente desconocido no lo hacen mal; no hay nada del otro mundo pero cumplen sin mayores problemas con lo que les piden. La producción es de buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, el score cumple y el trabajo de sonido es impecable; sin embargo, son los efectos y la labor de maquillaje los que se llevan los reflectores gracias a lo bien hechos que están para lograr imprimirle tal nivel de crudeza al filme.

Opinión final: Downrange me gustó. Una película sin grandes pretensiones y llena de violencia que les hará pasar un buen rato.

Ojometro:
****

jueves, 24 de mayo de 2018

Crítica: Party Bus to Hell (2018)


Película dirigida por Rolfe Kanefsky (Nightmare Man), quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Michael y Sonny Mahal. Se estrenó directamente en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 13 de abril, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Cuando un autobús plagado de sexys jóvenes adultos se descompone en medio del desierto una masacre da inicio al ser víctimas de un culto satánico. Los sobrevivientes son pocos y se encierran en el vehículo, pero pronto se darán cuenta que uno de ellos no es lo que aparenta.



Comentarios generales:

Después de ver el trailer no era muy complicado saber qué era lo que me esperaba con Party Bus to Hell, así que mis expectativas se encontraban en los niveles más bajos posibles. En realidad lo que me generaba más curiosidad era saber las razones por las cuales actrices de cierto renombre habían aceptado aparecer en un trabajo como este, lo cual sin duda tuvo que ser un buen cheque debido que se trata más que nada de un capricho de alguien cuyo valor es prácticamente inexistente.

Y es que lo que nos trae Kanefsky es cine serie b del peor que puede haber, ese que es malo no tanto por sus limitantes de presupuesto, sino por el simple hecho de que su historia no genera el más mínimo grado de interés; incluso para los parámetros existentes dentro de esta clase de películas. Ya que en esencia es softporn con humor muy estúpido en el que la única meta es llegar a la escena de sexo lo más rápido posible mientras se presentan personajes extravagantes con disfraces de cualquier tipo y a Tara Reid corriendo por el desierto sin tener gran influencia en la trama.

En eso consiste todo lo que verán, no hay sustancia y la poca elaboración que existe es demasiado básica al girar en torno a aspectos satánicos vistos miles de veces, los cuales se terminan perdiendo ante la prisa por querer ofrecer más sexo y desnudos. Todo para llegar a un final sin gran chiste, aunque sí con un poco más de violencia que hacen de esta parte al menos algo entretenida.  

Las actuaciones son lo que uno se imagina: exageradas e incluso rayando en lo caricaturesco por los diálogos que se manejan. La producción es de presupuesto exageradamente limitado: el trabajo de fotografía es malo, el score es pasable, el trabajo de sonido tiene fallos, los efectos en su mayoría son de un CGI de pésima calidad y la labor de maquillaje es probablemente lo mejor.

Opinión final: Party Bus to Hell es espantosa. Uno de esos fallidos intentos de cine serie b que solo les hará perder su tiempo.

Ojometro:
*

martes, 23 de enero de 2018

Crítica: The Strange Ones (2018)


Película dirigida por Christopher Radcliff y Lauren Wolkstein, quienes además comparten créditos como los escritores del guión. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el 5 de enero, aunque no hay información sobre cuándo saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Una serie de misteriosos eventos rodean a dos viajeros mientras se dirigen a una cabaña en el bosque. En la superficie todo se ve normal, pero lo que parecen ser unas simples vacaciones pronto se convertirán en una complicada red de oscuros secretos.



Comentarios generales:

No es raro que existan películas cuya estrategia de promoción recurra al engaño con respecto al género al que pertenece para lograr un poco más de exposición, en el género de terror suele pasar de manera frecuente y ya me he acostumbrado a eso. Lo que si no es muy común es encontrarse trabajos que lo hagan de manera tan descarada como The Strange Ones, una película que de terror no tiene nada y que a lo mucho califica como un thriller; uno al que claramente hubiera sido muy complicado vender sin esta práctica.

Esto porque lo que nos regalan Radcliff y Wolkstein es una clase de historia que se desarrolla a fuego muy lento, en donde el propósito principal no es precisamente generar terror, sino más bien una gran distracción con respecto a lo que está ocurriendo en pantalla. Ya que desde un inicio nos venden a estos personajes principales como hermanos pero uno puede asumir sin demasiados problemas que no lo son y en base a esto se empiezan a dar una serie de dudas que establecen el principal misterio; del cual nos dan solo unas cuantas pistas mientras vemos como la interacción entre ambos individuos empieza a provocar ciertas fricciones que ayudan a creer que, tal vez, si sean hermanos.

Es hasta llegar a la media hora cuando las cosas se empiezan a hacer monótonas y cuando uno como espectador entiende que la película no va a tener mucho que la ligue al género, especialmente porque aquí empezamos a vernos bombardeados con escenas dominadas por largos diálogos que se sienten huecas por la falta de contexto. Todo es dejado en este punto a la propia interpretación porque los directores siguen sin sacar a la luz los secretos que hay detrás, no construyen nada alrededor de estos y por lo consiguiente lo que ocurre resulta muy aburrido de ver. Incluso cuando tratan de añadir cierta emoción los resultados no son nada favorables.

Los últimos 20/25 minutos se podría decir que son los más “impactantes” porque es aquí donde se empiezan a revelar los secretos que por más de una hora llevan ocultando; sin embargo, aunque el principal si involucra un tema complejo (que tampoco es tan difícil de descifrar), la verdad es que para ese punto te importa tan poco este niño con actitud de zombie que al final no termina siendo lo suficientemente impactante como debería.

Las actuaciones no me convencieron,  James Freedson-Jackson (Sam) resulta desesperante con la misma expresión durante toda la película y Alex Pettyfer (Nick) solo hace lo mínimo necesario. La producción es la típica de un proyecto de este tamaño: trabajo de fotografía bien cuidado, un score no tan llamativo, un trabajo de sonido efectivo y cosas mínimas en lo que respecta efectos/maquillaje.

Opinión final: The Strange Ones es muy aburrida. Un thriller flojo del cual se pueden rescatar pocas cosas.  

Ojometro:
**

miércoles, 1 de noviembre de 2017

Crítica: Leatherface (2017)


Película dirigida por Alexandre Bustillo y Julien Maury, cuyo guión fue escrito por Seth M. Sherwood. Se estrenó por medio de DirecTV a finales de septiembre dentro de los Estados Unidos y posteriormente, durante el pasado 20 de octubre, en VOD. Su salida en DVD está anunciada para el 19 de diciembre.

Sinopsis:

Cuatro chicos violentos secuestran a una joven enfermera mientras se escapan de una institución mental en Texas y son perseguidos por un vengativo sheriff, lo cual provocará que uno de ellos se embarque en un viaje lleno de violencia y sangre que le dará forma al legendario asesino conocido como Leatherface.



Comentarios generales:

Cuando se reveló que Leatherface sería una película de orígenes hubo cierta emoción de mi parte porque el personaje en cuestión es uno de mis favoritos, pero también había mucha inquietud debido a que no era una labor sencilla el tratar de dictaminar las bases para un personaje tan icónico cuando la franquicia ha estado llena de secuelas, precuelas y remakes. Ante esto era claro que si se quería obtener algo que valiera la pena los encargados tenían que salirse por completo del script habitual, lo cual hicieron, ya que esta es la entrega de TCM más diferente de todas… para bien y para mal.

La cual inicia presentándonos la dinámica característica de los Sawyer y mostrando algunos elementos que brinden cierto aire de familiaridad mientras se establece que el personaje de Jed en un inicio no era precisamente malo y que sus problemas están más ligados al ambiente donde creció, dejando así en el aire varias preguntas con respecto a como será su personalidad cuando crezca. Preguntas que servirán como el punto de partida para que los directores puedan ir construyendo un primer acto cuyo principal objetivo es generarle dudas al espectador sobre la verdadera identidad de este al presentar un conjunto de personalidades psicópatas que, salvo por una opción evidente, todos pueden ser el futuro asesino gracias a brutales acciones impulsadas por distintos motivos.

Hasta ahí las cosas son un tanto genéricas pero van acorde a lo que esperas; sin embargo, justo con el escape es cuando la historia empieza a perder el rumbo y, sobre todo, la esencia. De pronto esto se vuelve más que nada una road movie lenta que nunca logra replicar la atmósfera tan característica de TCM y está repleta de conflictos entre los psicópatas que no son tan intensos como uno esperaría; además de que, si bien hay algunos momentos de impacto, estos no se sienten verdaderamente relevantes para el transcurrir de la trama y solo quedan expuestos como situaciones que se tenían que dar para añadir las dosis de sangre esperadas.

Simplemente llega un punto en donde se te olvida que lo que estás viendo tiene como propósito explicarte el origen de un asesino serial despiadado, las acciones se sienten demasiado ajenas y eso, a pesar de que la evolución de ciertos personajes es la adecuada, le quita mucho interés.

La parte final en definitiva es la más violenta y la que tiene más semejanza con lo que históricamente ha sido la franquicia. Obvio aquí resuelven el “misterio” sobre quién es Leatherface, tratan el tema de su rostro y se le brinda un poco de desarrollo a la relación con su madre; aunque si me hubiera gustado ver algo más de este ya con su lado asesino debido a que cuando se da la transformación definitiva la película termina de golpe.

Las actuaciones son bastante buenas para tratarse de un supuesto slasher, siendo Sam Coleman (Bud) y Sam Strike (Jackson) quienes resaltan debido a que logran por varios lapsos que uno simpatice con ellos a pesar de que son los villanos en todo esto. De la producción no tengo queja: cuenta con un muy buen trabajo de fotografía, la dirección de arte cumple, el score resulta buen complemento, el trabajo de sonido está bien cuidado, los efectos son sólidos y la labor de maquillaje es efectiva.

Opinión final: Leatherface está aceptable. En definitiva no va a gustar a muchos fans de TCM, pero es una historia de orígenes que trata de hacer algo distinto.

Ojometro:
***

martes, 1 de agosto de 2017

Crítica: Sam Was Here (2017)


Primer largometraje del director Christophe Deroo, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Clement Tuffreau. Se estrenó directamente en DVD dentro de Francia (bajo el nombre de “Nemesis”) durante el pasado mes de abril, mientras que su llegada a los Estados Unidos está anunciada para algún punto de 2017.

Sinopsis:

En 1998 Sam (Rusty Joiner) viaja por algunas de las pocas zonas habitadas del desierto de Mojave en búsqueda de clientes, aunque para su sorpresa no hay ni una sola persona en dichos lugares. Con la sensación de que todo el mundo lo anda evitando decide marcharse de ahí, pero ese solo será el comienzo de una experiencia que lo quebrará tanto a nivel físico como mental.



Comentarios generales:

Tener una visión y plasmarla tal como quieres es algo que siempre se tiene que admirar dentro de una industria en la que existen diversas presiones por generar dinero a como dé lugar, mucho más dentro de un género en el que pareciera que ya todo está escrito. Es por eso que el que Sam Was Here haya podido salir a la luz me resulta sorprendente, ya que detrás de su premisa y trailer en apariencia “convencionales” se esconde una de las películas más ambiguas que haya visto en los últimos años.

Algo que en un inicio no parece serlo en lo absoluto debido a que Deroo construye un primer acto hasta cierto punto simple, donde el principal objetivo es generar una atmósfera solitaria que de inmediato ponga en alerta a nuestro protagonista y en base a esto ir desenvolviendo poco a poco un misterio no precisamente original, más si interesante. Sustentándose principalmente en un show de radio y en una serie de acciones realizadas por el personaje de Sam que no parecen tener nada fuera de lo normal, pero que se empiezan a convertir en un aspecto clave durante una travesía en la que absolutamente todo le sale mal dentro de un escenario que no le proporciona muchas opciones para poder lidiar con sus problemas.

Es entrando al segundo acto cuando las cosas se vuelven prácticamente indescifrables, donde el ritmo cambia de golpe y se le da pie a situaciones destinadas a generar impacto visual, aunque sin saber exactamente los motivos por los cuales se dan. Realmente lo único que tienes es este show de radio que te va dando ciertas ideas pero que está lejos de ser suficiente para entender por qué de la noche a la mañana Sam se ha vuelto un tipo odiado al que quieren matar, dejando a partir de este punto todo al aire, sin las mínima intención de establecer las bases de algo que igual puede ser una historia sobre un asesino serial, de aliens o un simple capítulo de The Twilight Zone.

La parte final si contiene un mayor nivel de violencia al integrar a más personajes para propósitos específicos que añaden cierta fuerza y algunos elementos visuales interesantes, pero todos pensados de manera meticulosa para que sea el espectador quien interprete la resolución como le plazca. Una situación con la cual no suelo tener problemas; sin embargo, en esta ocasión si considero que termina siendo contraproducente considerando que a lo largo de la película son muy pocos los elementos que se te brindan como para poder sacar una conclusión sólida y no dejarte con esa sensación de que nada de esto tuvo sentido.

De las actuaciones realmente todo recae en Joiner, quien hace una gran labor para mantenerte interesado en el filme a pesar de que durante gran parte de este no sabes qué es lo que está pasando. La producción es donde tiene varios de sus puntos más fuertes: cuenta con un muy buen trabajo de fotografía, la dirección de arte es simple, el score es genial, el trabajo de sonido sólido, los efectos no son la gran cosa y la labor de maquillaje es muy limitada.

Opinión final: Sam Was Here me pareció interesante, pero es una película bastante complicada de calificar. Recomendable más que nada para aquellos que buscan cosas poco convencionales.

Ojometro:
***

viernes, 10 de febrero de 2017

Crítica: Stake Land 2: The Stakelander (2017)


Secuela dirigida por Dan Berk y Robert Olsen, cuyo guión fue escrito por Nick Damici. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 7 de febrero y su salida en formato físico está programada para el 14 de este mismo mes.

Sinopsis:

Cuando su casa en el Nuevo Eden es destruida por la revitalizada Hermandad que ahora es dirigida por un nuevo líder vampiro, Martin (Connor Paolo) se embarca en un viaje por lo que queda de los Estados Unidos para encontrar al que alguna vez fue su mentor: el legendario cazador de vampiros conocido únicamente como “Mister” (Nick Damici).



Comentarios generales:

La primera Stake Land tomó a todos por sorpresa hace siete años debido a que realmente nadie se imaginaba que un proyecto tan pequeño resultaría ser en una de las mejores películas sobre vampiros de los últimos 20 años. Así que cuando se anuncio una secuela con el elenco original y con Damici nuevamente involucrado en la elaboración del guión me emocione ante la idea de ver una continuación que hasta hace no mucho parecía poco probable; realmente la mesa estaba servida para ver una buena segunda entrega y aunque Stake Land 2 no le llega a los talones a la primera, si resultó ser bastante agradable.

Esto se debe a que Bery y Olsen se dedican a regalarnos una historia que, además de seguir varios de los conceptos que se establecieron en la anterior, se centra mucho más en la evolución de los dos personajes principales después de tantos años; especialmente en el caso de Martin. Ya que básicamente todo el primer acto se realiza bajo la premisa de mostrarnos su adaptación dentro de este mundo hostil y sobre cómo puede valerse por sí solo en situaciones extremas, pero todavía sin la maduración suficiente como para enfrentar amenazas mayores y por eso mismo necesita reencontrarse con su mentor.

Proposito que le da vida a todo el segundo acto. El cual se beneficia mucho del reencuentro y de la química natural entre ambos personajes, pero que sigue una dinámica un tanto distinta debido a que ahora es el joven quien debe de proteger al Mister de las amenazas que los persiguen y tratar de comprender ciertos comportamientos que no parecen propios de él. Algo que ciertamente no me desagradó; sin embargo, al seguir esta dinámica el nivel de violencia de las acciones no es tan intensa como uno esperaría y por varios lapsos hace que la película caiga en situaciones predecibles que la vuelven un tanto lenta.

Lo que si no me gustó fue el hecho de que los villanos son poco interesantes. La hermandad queda reducida a puros sirvientes desechables y el nuevo líder de los vampiros solo aparece unos cuantos minutos sin hacer nada que lo haga especial. 

La parte final es entretenida a pesar de que la explicación que hay detrás para justificar el conflicto la encontré un tanto pobre. No porque sea descabellada, sino porque realmente solo son migajas lo que se te muestra como para involucrarte de manera tan profunda en este; aunque toda la batalla final quedo bien y el desenlace les hará recordar un poco al de la primera.

En las actuaciones ahora es Paolo quien recibe más tiempo en pantalla y ciertamente no lo hace nada mal, mientras que Damici sigue en la línea conocida. La producción no varía mucho con respecto a la anterior: el trabajo de fotografía cumple, la dirección de arte está ok, el score es agradable, el trabajo de sonido es limpio, los efectos están bien hechos y la labor de maquillaje es un poco más austera.

Opinión final: Stake Land 2 es una película entretenida. Está muy lejos de su predecesora, pero logra darle un buen seguimiento a esta pequeña historia.

Ojometro:
****

jueves, 29 de septiembre de 2016

Crítica: Cell (2016)


Adaptación de la novela del mismo nombre dirigida por Tod Williams (Paranormal Activity 2), cuyo guión fue co-escrito por Adam Alleca y el propio Stephen King. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 10 de junio, mientras que su salida en DVD se dio el 27 de septiembre.

Sinopsis:

Cuando una misteriosa señal de celular causa un caos apocalíptico, un artista de nombre Clay Riddel (John Cusack) se embarca en una travesía junto a un grupo de sobrevivientes para reunirse con su pequeño hijo en el área de Nueva Inglaterra.



Comentarios generales:

Cuando uno ve que en los créditos iniciales presentan el nombre de seis diferentes productoras, así como 19 diferentes nombres entre productores, productores ejecutivos y co-productores, se puede imaginar el caos que fue realizar esta adaptación. Y es que por lo general cuando hay tantos involucrados metiendo mano en una película las cosas no suelen terminar bien, diferentes maneras de pensar y de hacer las cosas son dinamita pura para cualquier producción; siendo el caso de Cell uno de los ejemplos más claros de esto debido a que se trata de un absoluto desastre.

Lo cual resulta sorpresivo porque, más allá de lo absurda que podría parecer su premisa, el comienzo que logra armar Williams es prometedor al generar un caos disfrutable que te hace recordar a algunos otros trabajos y establece de manera sólida una sensación de peligro muy fuerte que te provoca un interés genuino por saber qué diablos es lo que hay detrás. Sin embargo, todas estas buenas sensaciones se desvanecen en cuestión de minutos cuando empezamos a ver una historia, en esencia de zombies, donde la urgencia por sobrevivir de los personajes es casi nula y cada nuevo evento relevante se da porque si, sin demasiado desarrollo u explicación convincente para que se lleven a cabo.

Un problema que se acentúa mucho más al entrar al segundo acto, no solo por la pasividad con la que se realizan las acciones, sino también porque el trabajo de edición no facilita en absoluto las cosas. Realmente uno como espectador no sabe si esta historia se está desarrollando en cuestión de días, meses o años; de pronto los tipos de clima cambian y el conocimiento sobre la amenaza por parte de ciertos sobrevivientes es mucho más avanzada de lo que se esperaría, pero eso nunca parece importarle al director, quien sigue añadiendo situaciones un tanto absurdas que no clarifican nada de esto y cuya naturaleza random evita que uno pueda sentir un verdadero apego con los personajes principales durante su supuesta “brutal” travesía.

La parte final sufre ante la carencia de tensión, emoción y, bueno… lógica. Para este punto queda claro que una respuesta concreta sobre el origen del problema no se va a dar, solo te brindan ciertas pistas muy vagas para llegar rápidamente a un desenlace seco y anticlimático que lo único que logra es dejarte con el pensamiento de que todo lo que acabas de ver no tuvo ningún sentido.

De las actuaciones tampoco hay mucho que rescatar, ya que un ladrillo es más expresivo y reflejaría más emociones que Cusack, mientras que se nota que Samuel L. Jackson solo hizo la película por mero compromiso. La producción también es pobre: el trabajo de fotografía está ok, la dirección de arte no tiene mucho chiste, el score resulta genérico, el trabajo de sonido es sumamente inconsistente, los efectos están atascados de CGI mal hecho y lo referente al maquillaje no presenta nada destacado.

Opinión final: Cell es espantosa. Sin duda una de las peores adaptaciones de una novela de Stephen King.

Ojometro:
*

sábado, 13 de febrero de 2016

Crítica: Southbound (2016)


Antología que cuenta con la participación de los directores Roxanne Benjamin, David Bruckner, Patrick Horvath y el cuarteto conocido como Radio Silence. Se estrenó de manera limitada en cines dentro de los Estados Unidos durante el pasado 5 de febrero y en VOD solo cuatro días después.

Sinopsis:

Cinco historias de terror interconectadas que siguen el destino de un grupo de viajeros que deberán confrontar sus peores pesadillas (y oscuros secretos) durante una larga noche dentro de una desolada y larga carretera en el desierto.



Comentarios generales:

Southbound es una antología que salió de la nada y de la cual realmente sabía muy poco hasta antes de que se dieran a conocer las primeras imágenes, pero una vez que me puse a investigar más a fondo se convirtió en un proyecto sumamente interesante. Esto porque casi todos los involucrados tuvieron algún tipo de conexión con la trilogía de V/H/S y eso daba a entender que no se trataba de algo improvisado para darle espacio a caras nuevas como suele ocurrir con otras antologías, lo cual en esta ocasión agradecí enormemente.

Ya que si bien son cinco historias que tratan temas distintos, estas son manejadas como situaciones totalmente conectadas una de la otra para evitar problemas con la continuidad y al contar con directores más familiarizados con el formato las cosas fluyen con un gran ritmo gracias a que no se obsesionan con brindarles estilos completamente distintos para resaltar. Proporcionando así una experiencia agradable, con algunos fallos sí, pero que se encuentra repleta de elementos para diversos tipos de fans y que siempre maneja un tono oscuro en cada situación presentada.

En cuanto a la producción debo de decir que es una película de muy buena nota: el trabajo de fotografía (hasta donde sé, con directores de fotografía distintos) en cada corto se mantiene impecable para generar una atmósfera equilibrada, la dirección de arte está muy bien cuidada, el score es estupendo, tiene una agradable mezcla de efectos prácticos con CGI y el trabajo de maquillaje cumple a la perfección en los momentos que se necesita de manera contundente.

Pasando a las historias:


“The Way Out” (Radio Silence)

Un inicio breve, pero potente por parte de los chicos de Radio Silence que tiene como parcial fuente de inspiración a “The Twilight Zone” y, por ende, en algunos momentos no parece tener sentido. Aunque esto tiene un propósito específico que está directamente ligado con el desarrollo y además terminas ignorándolo una vez que se te revelan los peligros que enfrentan los dos personajes debido a su originalidad.

“Siren” (Roxanne Benjamin)

Una combinación de fantasmas y cultos bastante siniestra. Cuenta con una estructura muy básica, pero gracias a las actuaciones es por lo que resalta; simplemente el comportamiento tan bizarro de la mayoría de los actores provoca una sensación de incomodidad muy marcada. Además su final es de alto impacto.

“The Accident” (David Bruckner)

Mi favorita. Una historia de manipulación increíblemente bien contada, en donde nuestro protagonista hace absolutamente todo bien y aun así queda parado como el villano; además de que es por mucho la más gráfica y violenta gracias a los estupendos efectos prácticos y prostéticos utilizados.

“Jailbreak” (Patrick Horvath)

La más floja de todas. Es más envoltura que contenido, utilizada principalmente para exponer un tema que no podía fallar en este escenario (un bar dentro de un pueblo alejado de la sociedad); aunque si tiene algunos momentos interesantes visualmente hablando.

“The Way In” (Radio Silence)

En esencia una historia de invasión con buenas dosis de violencia, pero resulta ser algo mucho más elaborado gracias a diversos tintes sobrenaturales de los cuales no quiero dar demasiados detalles para no arruinarles la experiencia. Sin embargo, es probable que algunos terminen confundidos gracias a que no profundizan demasiado en cierto detalle vital.

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Opinión final: Southbound es una buena antología. Toca diversos temas y trata de realizar una dinámica diferente a la acostumbrada que, a pesar de ciertas fallas, termina brindándole un estilo que sin duda la hará resaltar con el tiempo.

Ojometro:
****

martes, 19 de enero de 2016

Crítica: Porto dos Mortos (2015)


Producción brasileña que significa el primer largometraje para el director Davi de Oliveira Pinheiro, quien además es el escritor del guión. Estuvo presentándose en diversos festivales desde el 2010, pero no fue sino hasta el 2015 que tuvo un estreno (bajo el nombre de Beyond the Grave) en plataformas digitales dentro de los Estados Unidos.

Sinopsis:

En un devastado mundo post-apocalíptico donde las reglas de la realidad son transformadas por la magia y la locura, un vengativo oficial de policía se encuentra en la búsqueda de un poseído asesino serial que desatará una batalla entre el dudoso bien contra el mal.



Comentarios generales:

La verdad no tengo mucho conocimiento sobre como sea el panorama del cine de terror brasileño en la actualidad, pero siempre es interesante checar propuestas diferentes. Por ello cuando se dio la oportunidad de poder ver Porto dos Mortos no dude ni un segundo, especialmente porque en años recientes el género está mostrando un avance interesante en Latinoamérica y, aunque este trabajo no es el mejor exponente, definitivamente te muestra que se está yendo por el camino adecuado.

En este caso lo que nos trae Oliveira Pinheiro es una película con una historia ciertamente ambiciosa dentro de un mundo post-apocalíptico, el cual se encuentra plagado de zombies y otra clase de fuerzas mucho más complejas de entender. Panorama con el cual la película fluye de manera agradable durante el primer acto gracias a las locaciones utilizadas que le añaden un gran atractivo visual y al nacimiento de una “alianza” entre tres individuos con un objetivo similar que en pocos minutos logran desarrollar la química necesaria para que te genere interés su venganza, así como unas pequeñas dosis de humor que rompen con la seriedad absoluta manejada.

El problema llega cuando uno se da cuenta que lo que ocurre en pantalla no te lleva a ningún lado y la cantidad de preguntas que se ponen sobre la mesa empiezan a quedarse sin respuesta. Tenemos varios personajes de los cuales no se sabe prácticamente nada (¿Cómo se conocieron los jóvenes que se unen al viaje del policía?, ¿A quien están buscando?, ¿Quién es el padre del hijo de la chica embarazada?, ¿Acaso es alguno de los dos hombres con los que convive?) y un conflicto central del que tampoco te explican demasiado (¿Por qué el asesino tiene poderes?); generando así un vacío tremendo y mucha confusión.

A esto hay que añadirle que los zombies solo están de puro adorno y salvo por unos cincos minutos no tienen ningún tipo de peso en la historia. Igualmente, el ritmo implementado no ayuda demasiado debido a que a partir de la media hora todo se siente pesado; incluso aquellas escenas que, en teoría, deberían de contener un poco más de dinamismo.

La parte final es sin duda lo mejor de la película. La construcción del enfrentamiento definitivo entre el policía y el asesino está bastante bien cuidada, lo cual provoca que cuando esta se encuentra en desarrollo la verdad se sienta como en una escala distinta a lo previamente visto; además de que aquí es donde se adopta un ritmo ligeramente más ágil.

Las actuaciones son aceptables, la verdad ningún actor desentona y cumplen sus roles a la perfección; sin embargo, la falta de sustancia mencionada termina por convertir sus personajes en unos poco interesantes. La producción es de buen nivel a pesar de que claramente tuvo un presupuesto muy discreto: el trabajo de fotografía me pareció estupendo, el score es bastante bueno, el trabajo de sonido tiene alguno que otro descuido (hay ciertos diálogos que casi no se escuchan), los efectos prácticos cumplen y la cuestión del maquillaje es sólida cuando se muestran cosas con mayor grado de detalle.

Opinión final: Porto dos Mortos está aceptable. Resulta frustrante en varios aspectos, pero después de 90 minutos te quedas con la sensación de que viste algo interesante.

Ojometro:
***

miércoles, 6 de enero de 2016

Crítica: Wrecker (2015)


Película dirigida por Michael Bafaro (The Barber), quien además comparte créditos con Evan Tylor como co-escritor del guión. Se estrenó el pasado mes de noviembre en VOD dentro de los Estados Unidos y su salida en DVD se dio apenas este 5 de enero.

Sinopsis:

Emily (Anna Hutchison) y Leslie (Andrea Whitburn) son dos amigas que deciden hacer un viaje por carretera para olvidarse de todos sus problemas. Sin embargo, cuando Emily opta por evitar la congestionada carretera y mejor tomar un desolado camino en el desierto, dicho viaje se volverá una pesadilla gracias a una misteriosa grúa que las obligará a involucrarse en un peligroso juego del gato y el ratón.



Comentarios generales:

Este es un remake de la película "Duel" que Steven Spielberg filmó para la TV en la década de los 70s, pero por alguna extraña razón dicho dato se mencionó muy poco durante la promoción. Aunque después de checarla me parece que fue la mejor opción debido a que Wrecker es una de las road movies de terror más desangeladas que haya visto, la cual falla en absolutamente todos los aspectos que suelen hacer entretenidos a estos trabajos y que la verdad no merece ser ligada con un clásico de la pantalla chica.

Esto porque Bafaro nos trae una historia que progresa de manera muy lenta, donde quiere sustentar todo en base a dos personajes que nunca logran causarte empatía y que a los 10 minutos ya quieres verlas morir bajo cualquier circunstancia, lo cual la afecta sin lugar a dudas porque después de introducir a estas dos mujeres la película no parece progresar. Si, esta el tema del malvado camionero que no las deja pasar en la carretera, pero realmente casi todo lo que ocurre durante el primer acto es relleno puro y duro que muestra situaciones que no te provocarán ningún tipo de deseo por querer ver como concluye este conflicto que se originó por una tontería. 

En el segundo acto las cosas tampoco mejoran, especialmente porque cuesta mucho trabajo el creer que una grúa pueda generarle tantos problemas a alguien que va manejando un auto que, en teoría, es muy superior. Un detalle que usualmente pasaría por alto si el director fuera capaz de generar un nivel de tensión que evite el pensar en esta clase de cosas, pero lo cierto es que las secuencias de persecución son genéricas, las cuales nunca logran ofrecer una verdadera sensación de peligro por la manera en que fueron filmadas (los vehículos siempre están muy alejados uno del otro) y que la mayoría de las veces concluyen exactamente del mismo modo. Además son demasiadas y eso provoca que el poco dinamismo logrado se este cortando a cada rato.

Para cuando llega la parte final en verdad ya quieres que la película termine para no seguir con la ola de aburrimiento y probablemente a la mayoría ni siquiera les importará un aspecto clave que pretende agregar cierto grado de shock (como dato hay que mencionar que no cuenta con ninguna muerte en pantalla). Incluso la persecución/enfrentamiento decisivo es muy blando, algo ciertamente esperado debido a la poca capacidad mostrada para generar una tensión constante que explote llegado este punto.

Las actuaciones son malas, sobre todo resulta muy difícil de comprar el deterioro emocional de Hutchison gracias a que se siente sumamente forzada en todas sus escenas. Las producción es pobre: el trabajo de fotografía no aporta gran cosa, el score es intrascendente, el sonido es probablemente lo único decente y las cuestión de efectos se limita a una escena final generada completamente con CGI.

Opinión final: Wrecker es increíblemente aburrida y estúpida. Mejor traten de ver la película de Spielberg.

Ojometro:
**

martes, 1 de diciembre de 2015

Crítica: Bone Tomahawk (2015)


Debut tras la cámara de S. Craig Zahler, quien además es el escritor del guión. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 23 de octubre, aunque no hay información sobre si llegará a otros mercados o sobre su salida en formato físico.

Sinopsis:

Después de que un bandido guiara a un grupo de trogloditas caníbales al pacifico pueblo de Bright Hope, estos lo secuestran junto con un par de personas importantes para la comunidad. Sabiendo su locación, un pequeño grupo de búsqueda que incluye al propio sheriff (Kurt Russell) y a su anciano ayudante (Richard Jenkins) iniciará un viaje por el desierto para llegar a los territorios oscuros donde estas salvajes bestias habitan.



Comentarios generales:

Mezclar géneros que usualmente no tienen muchas conexiones siempre será algo interesante debido a que los resultados pueden variar de manera extrema: si es bien manejado será algo único, pero si no, es posible que nos encontremos ante una atrocidad como pocas. En el caso de Bone Tomahawk las cosas pintaban bien al ser descrita como un western de terror y por los nombres involucrados (Russell, Jenkins, Wilson, Haig, Arquette) sus probabilidades de éxito eran considerables; sin embargo, a pesar de que se trata de un experimento aceptable con más pros que contras, si es un trabajo que retará la paciencia de los fans como pocos en años recientes.

Esto porque Craig Zahler toma mucho más en serio el camino del western y en base a este es como construye un primer acto carente de grandes emociones, donde si te da una muy breve dosis de violencia pero cuya meta principal es hacerte sentir apego por un pueblo que cuenta con unos habitantes que son de todo, menos normales. Lo cual da paso a un desarrollo bastante lento que determina de manera contundente el ritmo con el que tendrás que lidiar durante más de dos horas y al inicio de una expedición muy peculiar debido al estado físico de los involucrados, la cual además sirve como el medio perfecto para ir conociéndolos más allá de sus estereotipos y poder deleitarse de cierta forma con las tomas en exteriores.

El problema llega cuando te das cuenta que el director no parece tener ninguna prisa por cambiar el rumbo de las cosas, ya que pesar de que avanzan los minutos de manera considerable, esto sigue siendo un simple western en el que lo único ligeramente tenso son algunos encuentros nocturnos con animales, mexicanos o bandidos que solo sirven para crear pequeños conflictos o hacerles el viaje mucho más largo y complicado. Algo que no estaría mal si esta película no estuviera catalogada en parte como una de terror, pero este no es el caso y gracias a eso llega a un punto en donde se vuelve bastante aburrida e incluso repetitiva; al grado de que por momentos me puse a cuestionar seriamente sobre si lograba llenar los requisitos suficientes como para realizar una crítica.

Requisitos que se cumplen en los últimos 30 minutos, que son por mucho los más violentos y emocionantes. No solo porque es finalmente la parte en donde los caníbales hacen acto de presencia por medio de actos brutales, sino porque además la manera en la que se maneja el conflicto es distinta a como lo esperas; dejando la responsabilidad al individuo menos probable para así poner en duda el ya de por sí complicado éxito de la misión.

La película está bien actuada, con Russell y Wilson realizando un buen trabajo, pero sin duda es Richard Jenkins quien se lleva todos los reflectores con su sublime actuación; en especial porque logra que un personaje que de inicio parecía totalmente desechable termine siendo uno entrañable al cual simplemente no quieres ver que le ocurra algo grave. La producción es de muy buen nivel: el trabajo de fotografía es impecable, la dirección de arte cumple, tiene un buen sonido, score sólido y la labor de efectos/maquillaje está bien lograda; sobre todo en la parte final con un par de momentos de impacto.

Opinión final: Bone Tomahawk es un buen western, pero como película de terror me pareció a lo mucho aceptable. Sin duda su limitada dosis de terror generará muchas opiniones divididas.

Ojometro:
***

sábado, 28 de febrero de 2015

Crítica: Wyrmwood (2015)


Debut tras la cámara del director Kiah Roache-Turner, quien además es co-escritor del guión junto con su hermano Tristan Roache-Turner.  Se estrenó de manera limitada en cines tanto en Australia como en los Estados Unidos el pasado 12 de febrero y el día 13 empezó a estar disponible por iTunes.

Sinopsis:

Barry (Jay Gallagher) es un mecánico y padre de familia cuya vida se cae a pedazos durante un apocalipsis zombie. Por otra parte, su hermana Brooke (Bianca Bradey) ha sido secuestrada para formar parte de los experimentos de un doctor y mientras ella planea su escape, su hermano se aventura en la carretera junto con un compañero sobreviviente para buscarla; enfrentando a hordas de hambrientos zombies en su camino.



Comentarios generales:

Uno de los problemas que enfrenta el cine de zombies es que por años habituó al público a una dinámica muy básica en donde pocas cosas cambiaban, así que cuando salen trabajos que pretenden alejarse de lo ya establecido por lo general son tachados de aburridos o poco interesantes si no hay elementos conocidos. Por ello resulta tan difícil ver cosas frescas en este género; sin embargo, a pesar de que hay mucha familiaridad, con Wyrmwood todo el tiempo sientes que esto es algo completamente fresco.

Y es que Roache-Turner nos trae una historia que no se anda con rodeos e inmediatamente te introduce a un escenario dinámico y sangriento, el cual no necesita de mucho drama personal para hacerte sentir empatía por sus personajes; quienes si pasan por momentos sumamente trágicos (sobre todo Barry), pero que no terminan siendo precisamente el foco central de todo esto. Realmente en pocos minutos tenemos una idea clara sobre lo que tratará, pero además se nos presentan una serie de sucesos completamente “over the top” necesarios para definir claramente tanto el estilo visual como la línea burlona con respecto al apocalipsis zombie, aunque sin caer en los terrenos que la conviertan en una comedia porque ese nunca es el propósito.

Lo más admirable es que cuando parece que empieza a caer en la monotonía se sacan un par de ideas muy originales (ligadas con la sangre de los zombies) y un tanto ridículas que le brindan un nuevo panorama a la historia; las cuales, haciendo memoria, no recuerdo que alguien las hubiera aplicado antes. Todo fluye de manera agradable, el ritmo de la película nunca presenta bajones gracias al trabajo de edición con sus cortes rápidos y mantiene las dosis necesarias de violencia mientras dichas ideas van desarrollándose de forma ingeniosa, sin que se sientan metidas con calzador porque realmente influyen de manera importante en lo que ocurre; provocando que cuando finalmente ambas se junten todo se sienta natural y hasta lógico de algún modo retorcido.

El único punto negativo que le encontré es que el tema de los militares es tratado de manera muy pobre. En realidad no te dicen absolutamente nada sobre su misión, sobre por qué llevan a un doctor amante de la música disco con ellos o sobre el propósito de sus investigaciones; generando así un vació en un tema del que me parece se tenían que dar algunos detalles para encontrarle sentido.

El final puede ser un problema para algunos, no porque sea malo o porque carezca de emociones, sino porque realmente no te brinda un cierre definitivo. Si se resuelven ciertas cosas, pero en general es un desenlace abierto que no pretende encontrar una solución, sino más bien presentar un punto (por más loco que resulte) de quiebre dentro de la crisis.

Las actuaciones en general son buenas, destacando principalmente la mancuerna formada por Gallagher y Leon Burchill (Benny), quienes brindan algunos momentos muy entretenidos; mientras que Bianca Bradey se posiciona como la zombie más sexy jamás vista. La producción es bastante sólida a pesar de no contar con un gran presupuesto: el trabajo de fotografía es efectivo, utilizan de manera perfecta un puñado de locaciones para recrear kilómetros de carretera, la dirección de arte en el par de sets está ok, el sonido es espectacular, los efectos son una mezcla de CGI/prácticos muy bien balanceada y el trabajo de maquillaje con los zombies cumple perfectamente.

Opinión final: Wyrmwood es irreverente, pero tiene más sustancia de la que aparenta. Bastante recomendable.  

Ojometro:
****

jueves, 24 de julio de 2014

Crítica: Seed 2: The New Breed (2014)


Secuela escrita y dirigida por Marcel Walz, pero cuyo productor principal es nada más y nada menos que nuestro amigo Uwe Boll. Salió directamente en DVD para Alemania este mes de julio; mientras que su llegada a los Estados Unidos bajo este formato, así como en VOD, está programada para el próximo mes de octubre.

Sinopsis:

Regresando de su despedida de soltera en Las Vegas, Christine (Natalie Scheetz) junto con sus amigas maneja a lo largo del gran y caluroso desierto de Nevada. Sin embargo, ellas no se encuentran solas en dicho lugar, ya que el asesino serial Max Seed está de regreso y ahora trae a toda su familia con él.



Comentarios generales:

La verdad me sorprendió bastante el enterarme que habría una secuela de Seed, uno de los trabajos más controvertidos de Uwe Boll no solo por ser malo, sino por el grado de violencia/morbo que manejaba. Simplemente no había forma de que se pudiera igualar esto último y por ello esta entrega tenía que ser diferente de algún modo, lo cual ocurrió.

The New Breed es un ente distinto a su predecesora debido a que Walz prefiere no solo ofrecer un slasher híper violento, sino que además trata de contar una historia mucho más compleja que no deje de lado la violencia o los momentos sádicos que pusieron en el mapa a Max Seed. Esto mediante la idea de ir revelando todos los acontecimientos de manera alterna, sin seguir una línea de tiempo fija que le permita al espectador sentirse cómodo con lo que está viendo y que así vaya descifrando desde antes lo que va a ocurrir; una idea que ciertamente no es mala, pero esta tan mal implementada ya que por momentos convierte a la historia en una muy difícil de seguir por el poco sentido que le da a las acciones de la familia asesina.

Simplemente le quita mucha fluidez; de pronto estás viendo una escena intensa llena de sangre y en lugar de continuar con esa línea para ir revelando más detalles lo que se hace es cambiar de manera abrupta a otra escena que en la línea de tiempo ocurrió antes e involucra una conversación aburrida entre las amigas. Así es la película como por 50 minutos, los avances se dan muy lento, el impacto de las muertes nunca llega a ser tan efectivo y además a eso hay que agregarle que realmente nunca te explican muy bien las creencias religiosas de la familia o los motivos por los cuales toman decisiones tan extrañas: es el típico caso en donde pasa mucho en pantalla, pero realmente te dicen poco todo el tiempo.

El final es lo mejorcito por un par de sorpresas que hay, pero al igual que todos los minutos previos se siente muy flojo; sin impacto.

Las actuaciones son bastante lamentables, nadie se salva. En la producción tiene sus puntos fuertes en el soundtrack y sin duda con los efectos/maquillaje que le añaden un nivel de brutalidad adecuado a la película; en especial a una escena de crucifixión.

Opinión final: Seed 2 evoca a absolutamente todos los atroces trabajos de Boll, aunque al menos se nota un poco más de idea en cuanto a la presentación general.

Ojometro:
*

martes, 17 de junio de 2014

Crítica: Wolf Creek 2 (2014)


Secuela de la película del 2005 que nuevamente cuenta con la dirección de Greg McLean, quien ahora es co-escritor junto a Aaron Sterns. Se estrenó en cines dentro de Australia durante el pasado mes de febrero, mientras que en los Estados Unidos llegó tanto en plataformas digitales como de manera limitada en cines durante abril y mayo respectivamente.

Sinopsis:

Una pareja alemana recorre Australia a pie, visitando sus atracciones y acampando en diferentes lugares. Para su mala fortuna el sádico Mick Taylor (John Jarratt) los localiza, empezando así una interminable cacería por todo el desierto.



Comentarios generales:

Las secuelas dentro de los slasher regularmente están diseñadas para que el público identifique mucho más al asesino, por lo cual el hecho de que hayan pasado nueve años desde la primera entrega me generaba dudas precisamente ante el poco recuerdo que pudiera existir sobre Mick Taylor. Sin embargo, para fortuna de todos Wolf Creek 2 se encarga de refrescarnos la memoria, aunque eso signifique sacrificar otros aspectos.

Ya que en esta ocasión McLean deja de lado esa sensación de terror ante lo desconocido de la primera película para enfocarse 100% en su villano, quien aparece desde el primer minuto hasta los créditos finales; dando así una clara muestra de que el propósito principal de esta secuela era atender las plegarias de los fans por convertir en todo un icono a Taylor. Una apuesta que al menos durante los primeros 30/40 minutos le da frutos dado a que nos engancha con una escena inicial en verdad muy buena y posteriormente nos lleva por un camino conocido que sigue la misma línea de su predecesora, pero incrementando de manera significativa el grado de violencia y sangre para ir construyendo un cambio abrupto en la dirección de la historia que absolutamente nadie ve venir.

Eso en el papel luce interesante, pero es justo con este cambio cuando la película empieza a caerse dado a que básicamente te lleva a una larga y tediosa persecución aderezada con algunos toques de comedia que no benefician del todo a nuestro asesino, los cuales además se sienten completamente forzados e incluso sin ningún tipo de propósito mas allá de incrementar su presencia en pantalla.

Además se entra en una etapa en donde la construcción de suspenso brilla por su ausencia gracias a que en esta ocasión las victimas simplemente no pueden escapar de Taylor, quien ahora muestra impresionantes habilidades de búsqueda en un terreno enorme que la verdad terminan sintiéndose un tanto absurdas (una escena que involucra a un caballo es la muestra más clara) y le quitan emoción a una situación que necesariamente tenia que mostrar cierta paridad para que funcionara por un periodo de tiempo prolongado y no sintieras se repite lo mismo en diversas ocasiones.

El final es interesante. Por fin se nos explica un poco mejor las motivaciones que hay detrás de la tortura de turistas y revelan algo mucho más perturbador que supongo dará pie a una futura tercera parte.

En actuaciones Jarratt sigue estando impecable en su rol; por ahí tiene dos que tres cosas que se sienten algo exageradas pero definitivamente cumple a la perfección en el tema de elevar a otro nivel a su personaje. La producción es sin duda mejor y mucho más grande que la anterior: el trabajo de fotografía con los paisajes australianos es espectacular, la dirección de arte está mucho más detallada y el sonido está muy bien cuidado; aunque son los efectos especiales (hay una persecución con un camión espectacular) y el trabajo de maquillaje los que seguramente captaran su atención.

Opinión final: Wolf Creek 2 está ok. Si lo que buscas es gore y humor la disfrutaras bastante, pero si esperas una expansión mucho más interesante tal vez no te atrape.

Ojometro:
*** 

sábado, 7 de junio de 2014

Crítica: Joy Ride 3: Road Kill (2014)


Tercera entrega de la franquicia, la cual ahora está escrita y dirigida por Declan O'Brien (Wrong Turn 3, 4 & 5). La película se estrenó oficialmente el pasado 3 de junio en VOD dentro de los Estados Unidos y saldrá directamente en formato físico el próximo 17 de junio.

Sinopsis:

Un grupo de amigos piensa competir en el Road Rally 1000 y para ello viajan por una desoladora carretera por la cual creen que pueden cortar camino, donde se cruzan con un tráiler al que casi sacan de la carretera. Para su mala fortuna el conductor de dicho tráiler es el sádico Rusty Nail (Ken Kirzinger), quien los hará pagar por lo que hicieron.



Comentarios generales:

Ah, Declan O'Brien, ¿Qué seriamos sin ti? Después de que ya no fue requerido para la nueva Wrong Turn ahora enfocó su energía en una secuela de otra improbable franquicia, aunque para mi sorpresa los resultados no fueron tan atroces como esperaba.

Joy Ride 3 es muy básica, tal vez la entrega más básica de todas las películas de la franquicia, pero en esta ocasión sin duda eso es lo que juega a su favor debido a que no pretenden enredar al espectador con demasiadas cosas que pudieran quitarle interés a la fórmula ya conocida y mejor se centran en hacer sentir todo lo que ocurre en pantalla como algo mucho más grande o espectacular (a pesar de que sigue siendo un proyecto pequeño). Y eso se puede notar inmediatamente desde la primera escena, la cual es la que dicta el ritmo frenético de toda la película; al grado de que realmente solo deben de ser a lo mucho unos ocho minutos en donde este baja un poco para poder presentar de mejor manera las personalidades de las convencionales victimas.

Básicamente es una larga persecución con algunas torturas y muchos huecos evidentes en la trama, especialmente en aspectos que involucran directamente a Rusty (¿Cómo diablos le hace para moverse tan rápido?), pero estos pasan a segundo término considerando que el propósito es más que nada engancharte con los creativos métodos de tortura que utiliza con únicamente elementos de su camión y que le agregan un nivel de tensión, sangre e impacto decentes a la historia. Aunque igualmente esta se ve perjudicada no solo por lo totalmente vacíos que son todos los demás personajes, sino porque además cuenta con un aspecto detectivesco cuya relevancia es prácticamente nula.

El final es entretenido, Aunque por otra parte deja parado como alguien invencible al villano y eso no me agradó demasiado considerando que este es un simple mortal sin ningún tipo background que lo justifique.

Las actuaciones están decentes para un trabajo pequeño como este. La producción es lo que más resalta y hace que la película luzca mucho más grande de lo que es; especialmente porque su trabajo de efectos especiales es bastante sólido.

Opinión final: Road Kill es una película para pasar el rato sin esperar realmente mucho a cambio.

Ojometro:
***

lunes, 25 de noviembre de 2013

Crítica: Killer Holiday (2013)


Película del director Marty Thomas, quien además también hace una pequeña aparición en pantalla. Salió a la venta en DVD y plataformas digitales el pasado 5 de noviembre, aunque la versión en formato físico incluye muchísimos extras que no pueden ser vistos en otro lado.

Sinopsis:

Un grupo de amigos se van de viaje en carretera por el desierto de California para pasar las vacaciones de primavera. Mientras más se alejan de la civilización llegan a un misterioso parque de diversiones abandonado dentro de la ruta 66, donde un peligroso asesino los asecha.



Comentarios generales:

He aquí una película independiente que en base a un esfuerzo bastante importante logró tener un lanzamiento más efectivo que la gran mayoría de trabajos similares y con lo que pudo crear cierta inercia positiva que le ayudo, lo cual es algo que le reconozco.

El problema es que la buena publicidad no significa gran calidad y Killer Holiday deja mucho que desear en todas las áreas en donde un slasher debe de cumplir; especialmente porque desde los primeros cinco minutos uno no solo sabe exactamente quién es el asesino, sino también su cómplice, quitándole así todo el posible grado de misterio que se pudiera generar.

Evidentemente la idea no era mantener escondida la identidad del asesino, pero con esto uno esperaría algo más original, algo que tratara de variar un poco las reglas del juego para mantenerte intrigado; sin embargo, Thomas solo se limita a contar algo que de entrada no parece tener mucho sustento detrás y que cuando quieren explicártelo no saben cómo diablos justificarlo (aunado a que dejan demasiadas cosas sin resolver).

Lo peor es lo tremendamente ridícula que es, ya que ante el sinsentido en la historia todo lo que le quedaba era que la masacre fuera por lo menos entretenida, pero ni eso logran. Sin temor a equivocarme este debe de ser uno de los grupos de jóvenes mas inútiles en la historia del género slasher, cada decisión que toman es idiota y no ayuda mucho que las propias persecuciones en las que se ven envueltos estén totalmente carentes de tensión y dinámica.

Esto último obliga a tratar de esconder las carencias en base a trucos con la cámara que por lo regular son utilizados en vídeos musicales (donde Thomas tiene mucha experiencia) como rápidos cortes de escena para imprimirle más ritmo, pero sin mucho éxito.

En actuaciones poco se puede decir, ya que aunque claramente el guión no ayuda a los actores, estos tampoco muestran grandes condiciones y todos lucen increíblemente forzados. Visualmente la película hasta eso logra crear una atmósfera interesante dentro del parque de diversiones gracias a una dirección de arte decente que lamentablemente se pierde ante la poca iluminación, pero de ahí en fuera la producción pasa de largo.

Opinión final: Killer Holiday es un slasher muy flojo. Realmente lo que vale la pena son los extras en el DVD y su sexy protagonista pelirroja.

Ojometro:
**