Película dirigida por Mike
Flanagan (Absentia), quien además es co-escritor del guión junto con Jeff
Howard. Se estrenó en cines dentro de varios países el pasado mes de abril,
recaudando hasta la fecha $40.5 millones de dólares en taquilla a nivel
mundial. Su salida en DVD y BR está planeada para el próximo 5 de agosto.
Sinopsis:
Diez años atrás una tragedia dejo
huérfanos a Kaylie (Karen Gillan) y Tim (Brenton Thwaites), siendo este ultimo
culpado por lo ocurrido. Ya en la actualidad, al cumplir 20 años es dejado en
libertad, teniendo como propósito rehacer su vida; sin embargo, su hermana
tiene otros planes para demostrar que la muerte de sus padres no fue su culpa,
sino de una fuerza sobrenatural.
Comentarios generales:
Al saber que estaba inspirada en
un cortometraje (Oculus: Chapter 3 - The Man with the Plan) me dio cierta
confianza desde un inicio considerando que muchos buenos trabajos que han
salido en los últimos años han seguido ese mismo camino. Lo que no esperaba era
ver una historia contada de la manera como se hace aquí.
Oculus en un inicio luce como una
película más de eventos sobrenaturales, pero al transcurrir unos 15 minutos de
breve introducción de los personajes principales lo que hace Flanagan es
empezar a alternar las líneas de tiempo entre la actualidad y el pasado para ir
desarrollando los eventos de una manera bastante original con el propósito de
ofrecerte un panorama mucho más completo de las vivencias de ambos sin recurrir
a flashbacks de poca duración que puedan cortar la fluidez. Esto es lo que le
da toda una nueva dinámica, ya que evidentemente termina convirtiéndola en algo
más como un drama psicológico donde el espectador tiene que estar atento para
poder captar cada detalle; aunque igualmente este método puede confundir a
muchos y para tratar de evitarlo el propio director se encarga de realizarlo de
una manera pausada, que te permita acostumbrarte para que cuando llegue el
tercer acto entiendas a la perfección como funciona.
Evidentemente al hacer esto la construcción
se vuelve mucho más lenta y pesada, pero nunca lo encontré como un gran problema
considerando que cada situación tiene sentido y ambas historias son bastante
bien llevadas; aunado a que se logra crear una atmósfera particularmente
aterradora utilizando los juegos mentales de los hermanos que no permiten
identificar que es verdad y que no, así como con el hecho de que mantienen al
ente detrás de todo esto oculto la mayor parte del tiempo. Aunque tampoco
significa que no existan momentos sangrientos; si los hay, pero al no
representar parte fundamental del trabajo son expuestos en pequeñas dosis que
resultan sumamente efectivas en el apartado visual al crear impacto suficiente
como para poder incomodar o hacer pegar alguno que otro brinco a más de uno.
El final es satisfactorio. Ya
para este momento te encuentras totalmente adaptado a la dinámica implementada
por Flanagan y el ritmo es sumamente fluido, generando así la fuerza suficiente
en los eventos determinantes (principalmente en el pasado).
En el lado de las actuaciones está
bastante bien, aunque quienes se llevan las palmas son Gillan y Annalise Basso;
ambas logran un trabajo muy destacado con el personaje de Kaylie tanto de niña
como de adulta, convirtiéndola así en el personaje más potente de toda la película.
La producción es bastante sólida: buen trabajo de fotografía, la dirección de
arte no es nada del otro mundo, tiene un buen score y un estupendo trabajo de
sonido. Aunque lo que más me agradó fue ver que limitaron lo más que pudieron
el CGI para darle prioridad a los efectos prácticos, lo cual es de agradecer en
esta clase de historias.
Opinión final: Oculus es una
buena película. Puede resultar un tanto confusa y pesada para algunos, pero
vale bastante la pena.
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