martes, 1 de julio de 2014

Crítica: Eat Your Heart Out (2008)

Película dirigida por James Tucker y escrita por Joshua Nelson. Salió directamente en DVD en el año 2008 (en Estados Unidos bajo el nombre de Skinned Alive) y en la actualidad se la puede encontrar disponible en algunas plataformas digitales.

Sinopsis:

En la ciudad de Nueva York varios hombres han muerto de manera violenta, víctimas de una prostituta que literalmente se los come vivos. Por otra parte esta Jeffrey (Jack Dillon), un perdedor cuya vida apesta y que solo quiere encontrar una mujer que le de cariño; un día sus caminos se cruzan, generando así una relación como ninguna otra.


Comentarios generales:

El mejor cine independiente dentro de este género por lo general es aquel que trata de salirse de los estándares establecidos explotando al máximo sus recursos y ciertamente Eat Your Heart Out, aunque se queda corta en su propósito general, es un exponente bastante honroso de esto considerando que para la época en la que salió todavía no se daba el auge indie que existe ahora.

Tucker desde el primer minuto establece que su principal propósito no es asustar al espectador, sino llevarlo por un camino en donde sea la propia historia de amor entre los dos personajes principales la que se lleve toda la atención, aderezándola con algunos momentos extremos de gore bien implementados. Una situación que puede generarle muchos problemas con varios fans sin duda, pero que en términos generales es bien manejada dado a que el director no solo juega con la idea de que Pandora pudiera ser o no real, sino que además genera cierto misterio a su alrededor para crear un interés genuino en lo que respecta a los motivos que hay detrás de su gusto por la carne.

El problema llega cuando al momento de revelar esta cuestión no se explica de manera efectiva, te dejan con muchas dudas. ¿Es un zombie o un demonio?.

Por lo mostrado parece ser que es lo primero y aún así no estoy completamente seguro. De ser así, las libertades que se toman son muchísimas; al grado de que rompen varias reglas básicas de los zombies que nuevamente pueden ser un factor en su contra ante un espectador que no esté lo suficientemente satisfecho con una historia que conforme pasan los minutos va perdiendo fuerza e incluso se torna muy repetitiva. Además de que la historia alterna presentada se siente más de relleno y termina teniendo muy poca relevancia.

El final lo sentí muy acelerado. No está mal, pero definitivamente hubiera preferido un poco más de explicaciones antes de llegar al último encuentro.

Sobre las actuaciones debo de decir que Dillon no me convenció del todo, por momentos lo sentí muy exagerado y rayando casi en lo caricaturesco; mientras que Melissa Bacelar en general está bien. La producción es limitada, lo mejor es el trabajo de maquillaje que proporciona escenas con muchísima sangre y un impacto gráfico importante con realmente poco.

Opinión final: Eat Your Heart Out es un filme independiente interesante. Realmente no da terror, pero su historia vale la pena.

Ojometro:
***