Primer largometraje del director Adam
Robitel, quien además es co-escritor del guión junto con Gavin Heffernan. Se
estrenó el pasado 21 de octubre vía VOD dentro de los Estados Unidos y a
inicios de noviembre salió directamente en DVD e iTunes.
Sinopsis:
Mia (Michelle Ang) ha encontrado
el tema perfecto para su tesis sobre el Alzheimer y para ello decide filmar durante
los próximos meses la vida de Deborah Logan (Jill Larson) y su hija durante la batalla de la primera con dicha enfermedad. Al inicio todo
marcha conforme a lo planeado, pero con el paso de los días pronto se darán
cuenta que Deborah empieza a experimentar cosas raras que no son consistentes
con ninguno de los síntomas del Alzheimer.
Comentarios generales:
Una de las cosas que siempre he
criticado sobre los found footage en los últimos años es la poca habilidad que
la mayoría de dichos trabajos tienen para generar una auténtica sensación de
terror e incomodidad durante gran parte de su duración. Casi todos se limitan a
unos cuantos minutos mientras que el resto suele ser una ola de aburrimiento
brutal, pero ese no es el caso de The Taking of Deborah Logan; tal vez el found
footage mejor realizado en un buen tiempo.
Y es que Robitel y Heffernan nos
traen algo diferente, no en la manera de presentar las cosas porque la película
sigue el formato característico, sino en la forma de ir desarrollando la
historia; esto gracias a que la primera mitad se centra en lo aterrador que
puede llegar a ser el Alzheimer, sus consecuencias y sobre como no solo afecta
al paciente que lo padece, sino también a todos los que están a su alrededor.
Lo cual puede llegar a parecer aburrido pero nunca lo es, ya que de manera
inteligente se van insertando poco a poco elementos más sobrenaturales cuyo
claro propósito es ir preparando el camino para lo que viene a partir de la
segunda mitad, construyendo además por medio de la relación madre-hija algunos
momentos en verdad desgarradores; donde de manera muy sutil también nos
empiezan a vender la idea de que Deborah es alguien aterradora por sí misma: con
una sola mirada es capaz de incomodar al espectador.
Todo fluye de buena manera, no
tiene muchos lapsos cansinos y justo cuando piensas que se puede empezar a caer
se integran de manera total elementos vinculados con un asesino serial,
fantasmas y mitología ligada a las víboras que terminan por darle mucho mayor
complejidad a las cosas. Evidentemente sabemos que Deborah no solo está enferma
desde temprano en el filme, pero todo esto le añade mucha mayor sustancia para
volver los orígenes de esta maldad en algo verdaderamente intrigante y darle un
giro que se salga de lo convencional. Combinándolo con varios sucesos que gráficamente
puede que no sean tan impactantes, pero que generan una sensación de tensión muy
fuerte cada que la protagonista termina por escaparse en las noches.
Igualmente tiene un grado de
sensatez pocas veces vista en el found footage: los motivos de la grabación continua
están bien justificados o cuando las cosas se ponen peligrosas uno de los
personajes decide irse y no regresar. El único problema que le encontré en este
aspecto fue la facilidad con la que Deborah se escapa de cualquier lugar en
donde este... ¿Acaso nadie podía vigilarla?
El final es realmente bueno.
Presenta una persecución digamos pasiva, que no muestra nada particularmente violento,
pero nos brinda sin duda alguna una de las escenas más perturbadoras y únicas de
todo el año.
En cuanto a las actuaciones son Jill
Larson y Anne Ramsay quienes se llevan las palmas; tienen muchísima química para
que su situación te atrape desde el momento en que aparecen en pantalla, además
de que la primera tiene una presencia bastante imponente. La producción está
ok: realmente lo más sobresaliente en este aspecto es el trabajo de maquillaje
implementado para mostrar los estragos físicos en Deborah y algunos efectos,
especialmente los que están ligados con la escena mencionada arriba.
Opinión final: The Taking of
Deborah Logan es un found footage que vale la pena. Tal vez de los mejores
trabajos de este tipo que han salido en los últimos cinco o seis años.
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