viernes, 7 de noviembre de 2014

Crítica: Housebound (2014)


Producción neozelandesa escrita y dirigida por Gerard Johnstone, la cual significa su primer largometraje. Se estrenó en cines dentro de Nueva Zelanda durante el mes de septiembre y tanto en VOD, como en cines, en los Estados Unidos el pasado 17 de octubre; mientras que su salida en DVD está programada para el 18 de noviembre.

Sinopsis:

Kylie Bucknell (Morgana O'Reilly) es forzada a regresar al hogar en donde creció como parte de su arresto domiciliarlo y ahí tendrá que lidiar con su madre, quien cree firmemente que la casa está poseída. Al inicio ambas tienen fricciones por eso, pero una vez que ella empieza a escuchar extraños ruidos por las noches se cuestionará sobre si se está volviendo loca o, en efecto, hay un espíritu que no está muy feliz por su regreso.



Comentarios generales:

El cine de terror de Oceanía en los últimos años ha visto un incremento considerable en el número de producciones que suelen exportar, poco a poco se están haciendo de un mercado y sin duda eso ha hecho que las podamos seguir con más detalle. Además empiezan a diversificarse, a tomar más riesgos; siendo Housebound un ejemplo claro de ello al ser una comedia de terror que resulta mucho más inteligente de lo que su premisa te vende.

En su debut en cine Johnstone logra traernos un trabajo sólido en todas las líneas, donde se nota claramente el cuidado de cada detalle en la elaboración del guión para así poder lograr varias cosas que al inicio simplemente no te esperas, ya que esto es una comedia que no cae en convencionalismos y no solo pretende hacerte reír por medio de un humor fácil, sino que durante el trayecto tiene la capacidad de generar momentos genuinamente de terror.

Se trata de una combinación casi perfecta de ambas cosas que se va construyendo poco a poco, sin prisas, donde se te presenta un primer acto hasta cierto punto metódico, que juega con los sonidos y que no parece llevar a ningún lado fuera de las simples historias de fantasmas conocidas, pero una vez que nos muestra que no solo trata de eso empieza lo verdaderamente disfrutable. Ya que a partir del segundo acto el ritmo aumenta de manera notable y aquí es cuando el director logra establecer el tono general; de pronto toma tintes de thriller al incluir un asesinato no resuelto que cambia por completo la dinámica de las cosas. Generando situaciones que te llevan a distintos posibles escenarios para causar duda de lo que sucede en realidad: algunos cómicos, algunos otros llenos de suspenso, pero todos igual de efectivos al momento de crear un panorama amplio con respecto al tema del asesino.

Lo cual lleva a una primera gran revelación bien cuidada, tal vez un tanto predecible si se pone atención a los detalles, pero que termina por sentirse totalmente natural dentro de esta historia al generar la principal duda sobre la salud mental del personaje principal. 

El final es bastante bueno. Tiene una sorpresa y es por mucho la parte más violenta, así como sangrienta del filme.

En las actuaciones en general todo el reparto está bien, no encontré nadie que resaltara por encima de los demás. La producción es sólida: la dirección de arte dentro de la casa principal es muy buena (al igual que en la del vecino), el trabajo de sonido es sumamente importante dentro del primer acto y cumple a la perfección, además tiene un buen score. En la cuestión de efectos/maquillaje no esperen mucho, son cosas muy contadas; aunque en la parte final se ve una explosión de cabeza muy bien lograda.

Opinión final: Housebound fue una grata sorpresa. De las mejores comedias de terror no ligadas con zombies que han salido en los últimos años, véanla.

Ojometro:
*****