Película dirigida por el danés Nicolas
Winding Refn, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a
Mary Laws y Polly Stenham. Se estrenó en cines dentro de varias partes de
Europa y los Estados Unidos durante el mes de junio, mientras que en México
hizo lo propio este pasado 2 de septiembre; recaudando hasta la fecha unos
discretos $3.3 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.
Sinopsis:
Cuando una aspirante a modelo de
nombre Jesse (Elle Fanning) se muda a Los Ángeles, su juventud y vitalidad se
ven devoradas por un grupo de mujeres obsesionadas con la belleza que harán
todo lo que sea necesario para obtener lo que ella tiene.
Comentarios generales:
Cuando una película hace ruido
dentro del Festival de Cannes casi siempre va a llamar la atención, aunque en
el caso de The Neon Demon lo hizo porque se llevó una tremenda ola de abucheos
e insultos después de su exhibición. Algo que terminó captando mi interés
debido a que por lo general no suelo coincidir con las reacciones o ganadores
de dicho festival y, por ende, esperaba algo interesante en lo que significa el primer experimento dentro del género de terror por parte de alguien
cuyo estilo no me desagrada; sin embargo, lo que me encontré fue un espectáculo visual
apabullante sin pies ni cabeza que apenas cumple los requisitos mínimos como
para que escriba de ella en el blog.
Y es que Refn nos presenta una
historia que inicia ciertamente de manera convencional con una joven buscando
el sueño de ser modelo, pero sin ese aire hollywoodesco lleno de glamour e
inocencia, sino más bien bajo un aire de soledad, celos y aparente peligro. Estableciendo
así de manera concreta lo más elemental antes de pasar a una serie de
impactantes imágenes llenas de luces y colores que hacen recordar en cierta
forma a Argento, las cuales sumergen al espectador a un espectáculo hipnótico,
bello por grandes lapsos, pero que en el fondo no tienen mucho sentido y solo
sirven para maquillar grandes huecos a la hora de explicar determinados sucesos
que simplemente se dan porque sí.
Todo esto bajo un ritmo pesado
que se vuelve el principal enemigo de estas imágenes hipnóticas de color neón,
ya que entrando al segundo acto uno espera un poco más de sustancia que
desenmascare ese lado tóxico de Hollywood y en lugar de eso lo que nos brinda
Refn son secuencias visualmente llamativas que en cierto punto caen en lo
repetitivo. Situación que termina dañando el desarrollo del personaje
principal, uno que pasa de ser una blanca paloma a una persona ya
consumida/contagiada por el entorno de manera muy forzada en cuestión de minutos;
generando así que lo que lo ocurre a partir aquí sea aburrido y con nulo aporte
a una ya de por sí muy endeble trama.
Los últimos 20 minutos son lo más
cercano al terror convencional que nos puede ofrecer el director, ya que es
aquí donde salen a relucir las perversiones más profundas de determinados
personajes. Algo que le brinda muchísima fuerza e impacto sin recurrir
precisamente a la violencia explícita; de hecho, todo lo deja a la imaginación por
medio de ciertos simbolismos para que el espectador pueda digerir la crueldad
de este mundo lleno de rivalidad insana.
Las actuaciones no están mal,
realmente Elle Fanning cumple con su rol de manera adecuada y el resto del
elenco resulta un buen complemento incluso ante la falta constante de diálogos
extensos. La producción si es de alto nivel: el trabajo de fotografía es el
alma de la película con todo ese uso de luces neón que te hipnotizan, la
dirección de arte es sobresaliente, el score es potente, el trabajo de sonido
impecable, los efectos realmente son mínimos y la cuestión del maquillaje está
bien cuidada para la manera en la que se utiliza.
Opinión final: The Neon Demon es
un regalo con bonita envoltura, pero cuyo contenido es un simple ladrillo. Sin
duda se trata de una de las películas más polémicas de 2016.
Ojometro:
***
***