Película dirigida por Hèctor
Hernández Vicens, quien además comparte créditos como co-escritor del guión
junto a Isaac P. Creus. Se estrenó en cines a finales del año pasado dentro de
España, mientras que a los Estados Unidos llego en VOD y formato físico durante
el mes de marzo.
Sinopsis:
Anna Fritz (Alba Ribas) es una
famosa actriz que acaba de fallecer y cuyo cuerpo se encuentra en la morgue.
Gracias a esto tres jóvenes se proponen verla desnuda, pero ante su imponente
belleza también deciden que quieren ser los últimos en tener sexo con ella.
Comentarios generales:
Cuando una película tiene como
premisa la necrofilia es casi un hecho que recibirá un nivel de atención muy
fuerte debido a que sigue siendo un tema sumamente controversial, incluso
dentro del propio género de terror. En gran parte porque por lo regular se utiliza para
crear puro morbo y así atraer miradas a trabajos huecos que pasarán al olvido
en poco tiempo; sin embargo, en el caso de El Cadáver de Anna Fritz se puede
notar que las intenciones de sus creadores iban un poco más allá de un simple
espectáculo grotesco, aunque los resultados no sean precisamente los más
espectaculares.
Realmente lo que nos regala
Vicens es una mezcla entre thriller psicológico y drama que, de vez en cuando,
utiliza algo de sangre para contar una historia cuyo principal enfoque en un
inicio es lo que este grupo de amigos pretende hacer con el cadáver y así sacar
a relucir las más profundas perversiones de los seres humanos, pero en realidad
lo hacen de manera relativamente breve. Esto porque a partir de los 15/20
minutos la película obtiene otro rumbo, uno mucho más complejo que está cargado
de cuestionamientos morales desencadenados por un suceso sorpresivo que le
brinda un panorama completamente distinto al que cualquiera se hubiera podido imaginar.
El cual añade muchísimo en lo que
se refiere al shock, pero que también termina por afectar un poco la cuestión
del ritmo gracias a las limitantes que trae consigo y eso es un tanto
contraproducente para un filme que con trabajos pasa los 60 minutos de
duración. De pronto toda la agilidad con la que transcurre la primera mitad se
ve frenada por una serie de sucesos que se vuelven repetitivos y que no ayudan
demasiado en la creación de un suspenso tan necesario; en especial cuando las
acciones se trasladan fuera de la morgue. Momentos que, más allá de provocarte
nerviosismo, solo te provocan desinterés ante lo vacíos que se sienten.
La parte final es un poco acelerada,
pero es sin duda donde se generan las mejores dosis tensión. Especialmente porque es aquí
donde se empieza a manejar de manera más seria el tema de las traiciones y eso
provoca inmediatamente una dinámica diferente entre los personajes que vuelve
el desenlace en uno con más fuerza de lo esperado.
Sobre las actuaciones puedo decir
que el elenco cumple bien con sus respectivos roles, siendo Cristian Valencia
(Iván) el que termina por destacar un poco más gracias a que su personaje es el
que cuenta con más desarrollo. La producción está bien cuidada: el trabajo de
fotografía cumple, la dirección de arte es sobria, el score es bastante bueno,
el trabajo de sonido es limpio, los efectos son mínimos y el maquillaje solo es
utilizado para ciertos detalles.
Opinión final: El Cadáver de Anna
Fritz no está mal, pero nunca terminó por convencerme. Película más que nada
para rentar o ver por simple curiosidad.
Ojometro:
***
Ojometro:
***