viernes, 8 de diciembre de 2017

Crítica: The Crucifixion (2017)


Película dirigida por Xavier Gens (Frontier(s)), cuyo guión fue escrito por Chad Hayes y Carey W. Hayes. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el 6 de octubre, mientras que su salida en DVD se dio el pasado 5 de diciembre.

Sinopsis:

Cuando un sacerdote es encarcelado en Rumania por el asesinato de una monja a la que le estaba practicando un exorcismo, una periodista de investigación se lanza en un viaje para determinar si en verdad él asesinó a una persona mentalmente enferma o si perdió la batalla contra una presencia demoníaca.



Comentarios generales:

En ocasiones anteriores ya he comentado que el hacer películas sobre exorcismos es una de las labores más complicadas dentro del género debido a que realmente hay poco espacio para innovar y en general las personas quieren ver cosas muy específicas. Por eso mismo ya no suelo esperar demasiado con esta clase de trabajos y mis expectativas suelen ser muy bajas, pero el hecho de que The Crucifixion contará con la participación de los guionistas de ambas películas de The Connjuring hizo que me emocionará más de lo normal y esperara algo con mayor potencial; sin embargo, eso solo fueron falsas esperanzas.

Y no se debe a que la película en si sea mala, sino que en realidad lo que nos regalan Gens y los Hayes es un trabajo que en todo momento sientes que puede lograr más pero que nunca termina por dar ese paso necesario que lo haga especial. Lo cual es una lástima porque en realidad la película inicia de manera sólida, estableciendo rápidamente el exorcismo en cuestión y todo lo que desencadena para iniciar así una labor de investigación que resulta interesante de seguir gracias a la postura con respecto a la religión de nuestra protagonista; una que le brinda cierta curiosidad natural que se aprovecha para ir presentando lugares diseñados específicamente con la intensión de generar una atmósfera oscura, así como momentos para insertar alguno que otro susto fácil.

Esto, combinado con el trabajo de fotografía que hace resaltar de gran manera los paisajes rumanos, hace que la película fluya sin contratiempos; sin embargo, dicha mezcla va perdiendo su efectividad cuando empieza a ser evidente el camino que tomará todo el tema de la posesión. A partir de ahí la película se vuelve lenta y extremadamente repetitiva, principalmente porque todo lo referente a la monja poseída no genera demasiado interés (ni siquiera los flashbacks) y de manera gradual esa sensación de peligro que se sintió por varios lapsos durante los minutos iniciales va desapareciendo ante una investigación que se alarga más de lo que debería.

La parte final no está mal, pero le faltó impacto. Si logran cerrar el círculo de manera coherente para justificar la escena del exorcismo principal, pero esta no tiene nada de especial; simplemente se da porque se tiene que dar, sin elementos visuales que se te queden grabados o que le puedan brindar un cierre con la fuerza necesaria.

Las actuaciones están ok, realmente todo recae en Sophie Cookson (Nicole) y no lo hace mal a pesar de que durante toda la segunda mitad la obligan a realizar prácticamente lo mismo en repetidas ocasiones. La producción es sin duda su punto fuerte: cuenta con un gran trabajo de fotografía, la dirección de arte está bien cuidada, el score es un buen complemento, el trabajo de sonido es muy bueno, los efectos no son la gran cosa y la labor de maquillaje cumple.

Opinión final: The Crucifixion es una película más de exorcismos. No es mala, pero tampoco tiene demasiadas cosas que la hagan especial como para recordarla por mucho tiempo.

Ojometro:
***