Está a punto de terminar el 2017
y no podía faltar esta prestigiosa lista sobre aquellas películas que
personalmente me parecieron lo peor que vi durante el año. Esos
trabajos que por breves momentos me hicieron preguntarme si los veo por gusto o
por el simple hecho de que me gusta sufrir intencionalmente.
Sinceramente creo que este fue un
año con más cosas positivas que negativas en general, pero dentro del género de
terror es imposible no terminar encontrándote con cosas que te harán sangrar
los ojos y 2017 no fue la excepción. La batalla por ser lo peor de lo peor fue
dura, hubo bodrios de un nivel superlativo al momento de dar asco, aunque al
final creo que el Ojo Sangrante se lo lleva la exponente más deprimente de todas.
* La lista está hecha en base a
lo que vi y critiqué en el blog, además de que no tiene ningún tipo de orden
específico.
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Amityville Exorcism
Amityville dando pena en 2017:
Primera parte.
Pitchfork
La prueba de que un slasher
necesita más que un asesino llamativo.
Mountain Devil
Otra película sobre Pie Grande
que es un asco.
The Covenant
Una historia de posesiones que
hace todo mal.
Rings
El claro ejemplo de que hay
franquicias que deben de dejar morir.
VooDoo
La excusa para filmar una
atracción de pésima calidad.
The Summoning
Una película con tres subtramas de
las que cuales no se hace una.
Tenemos la carne
Un sinsentido con tintes
pornográficos.
Capps Crossing
Una razón más para nunca ir de
campamento.
The Bye Bye Man
Otra creepypasta que fracasa en
su salto al cine.
Breakdown Lane
El apocalipsis zombie más
deprimente que se pueda ver.
The Evil Within
La película cuya caótica creación
es más interesante que su guión.
Peelers
La exposición del table dance más
insalubre que se pueda ver.
The Houses October Built 2
Secuela que nadie pidió y que es
igual de mala que la primera.
Amytiville: The Awakening
Amytiville dando pena en 2017:
Segunda parte.
Temple
El viaje a Japón más aburrido de
la historia.
Lycan
Una película de hombres lobo… sin
hombres lobo.
EL OJO SANGRANTE 2017
Swamp Freak
Pocas cosas hicieron picarme los
ojos este año como Swamp Freak, un claro intento de copia a Swamp Thing con
DESASTROSOS resultados.
Una película que aplica la ley
del mínimo esfuerzo al ser una repetición constante de las mismas acciones
durante 70 minutos para ocultar así la nula historia con la que
cuenta y cuyo único propósito pareciera ser el mostrar la mayor cantidad de
vegetación posible para tratar que un disfraz adquirido en alguna tienda de
productos de segunda mano no luzca tan deprimente.