Película dirigida por los
debutantes Damien Macé y Alexis Wajsbrot, cuyo guión fue escrito por Joe
Johnson. Se estrenó en VOD y de manera limitada en cines dentro de los Estados
Unidos a inicios de año, pero a México apenas llegó a cines este pasado fin de
semana.
Sinopsis:
Una noche de bromas telefónicas
se convierte en una pesadilla para un par de adolescentes cuando un extraño
pone su propio juego en su contra… con fatales consecuencias.
Comentarios generales:
Probablemente Don't Hang Up haya
sido una de las primeras películas a estrenarse en 2017 de las que vi su
trailer y mis planes eran poder checarla mucho más temprano durante el año,
pero al enterarme que iba a estrenarse en mi país decidí esperar. Lo que nunca
me imagine es que decidirían sacarla en las últimas semanas del año junto al
que era posiblemente el estreno mainstream más importante de todos, limitando
de golpe sus pocas expectativas para lograr exposición y convirtiéndola así en
una película de la que pocos van a saber de su existencia.
Algo que resulta un tanto injusto
debido a que Macé y Wajsbrot nos traen un trabajo que para mi sorpresa es mucho
más entretenido de lo que debería de ser, esto considerando que su punto
central involucra todo el tema de la tecnología y las redes sociales que han
visto una popularización importante en años recientes dentro del cine de
terror. Elementos que por lo general dejan poco margen de maniobra pero que en
este caso ambos directores saben aprovechar para ir contando una historia que,
antes que nada, se sustenta en un par de actuaciones sólidas que rápidamente
hacen que el espectador obtenga diversos sentimientos hacia unos personajes que
rápidamente pueden pasar de ser unos muy desagradables a unos con los cuales
pudieras llegar a sentir la empatía necesaria como para que te importe su
aterradora experiencia.
Una que tarda en arrancar debido
a que las interacciones entre los protagonistas y el asesino mantienen un ritmo
lento que provoca que la construcción del escenario mortal no llegue de golpe,
estableciendo así una serie de reglas cuyo único propósito es poner en una situación
totalmente desventajosa a estos jóvenes en donde siempre saldrán perdiendo de
alguna u otra forma (a pesar de que sus opciones son relativamente “sencillas”
de tomar). Situación que hace de la
segunda mitad entretenida, la cual no está exenta de fallas o acciones a las
que resulta complicado encontrarles credibilidad, pero que de cierta manera las
dejas pasar gracias a la dinámica que se origina y porque con el transcurrir de
los minutos las cosas adquieren un tono más oscuro y sangriento del que
pensabas.
La parte final tiene un nivel de
intensidad agradable. Sin embargo, los motivos detrás de las acciones del
asesino pueden ser descifrados de manera bastante sencilla y eso elimina el
factor sorpresa con el que debería de contar; además, el pequeño giro que le
dan lo sentí innecesario.
En el tema de las actuaciones no
tengo queja, tanto Gregg Sulkin (Sam) como Garrett Clayton (Brady) realizan un
buen trabajo y en gran medida son ellos los que hacen de esto algo digerible al
mostrar buena química en pantalla. La producción es muy discreta: el trabajo de
fotografía cumple, el score es decente, el trabajo de sonido es limpio y los
efectos son bastante sencillos.
Opinión final: Don't Hang Up es
aceptable. Típica película para pasar el rato cuando esté disponible en algún
servicio de streaming.
Ojometro:
***
***