Remake dirigido por Hèctor
Hernández Vicens (El cadáver de Anna Fritz), cuyo guion fue co-escrito por Mark
Tonderai y Lars Jacobson. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el
pasado 5 de enero, aunque no hay información sobre si saldrá en formato físico.
Sinopsis:
Un pequeño grupo de militares y
sobrevivientes se refugian en un bunker bajo tierra mientras tratan de
encontrar una cura en un mundo infestado de zombies.
Comentarios generales:
La trilogía original de Romero no
ha estado exenta de remakes, Night contó con uno bastante respetable y Dawn
tuvo uno que muchos consideran como de los mejores; sin embargo, Day no tuvo
tanta suerte y le tocó tener uno que básicamente utilizó su nombre para ganar
algo de relevancia. Es por ello que cuando salió la noticia de que habría otro remake de dicha
película no me sorprendió, era algo inevitable considerando lo malo que fue el
previo, pero la verdad es que Day of the Dead: Bloodline tampoco mejoró mucho las
cosas.
Esto porque, si bien este si se apega mucho más al material original, termina sufriendo del mismo
problema que el del 2008 al tratar de añadir mucho más de su cosecha para
contar una historia original que con el pasar de los minutos va perdiendo el
rumbo. Algo que uno puede notar casi desde el inicio debido a que Hernández y
compañía tratan de vendernos una película que en el papel pretende ser sumamente
gore, pero que en realidad en el fondo es una historia con tintes mucho más
ligeros en el que se trata de mezclar el tema de la cura para los zombies con
un lió amoroso mientras, de vez en cuando, intentan recrear algunas pocas
escenas del clásico de 1985 sin mucho éxito.
Lo cual hace que esta sea
bastante aburrida de ver durante casi todo el tiempo, especialmente porque el
poco énfasis que ponen en el conflicto entre el único científico (Zoey) y el
ejército no lleva a nada; incluso tampoco logran construir esa
atmósfera tensa que debería hacer sentir el potencial riesgo que representa
esta lucha de egos. Situación que empeora cuando deciden sustentar casi todo el
segundo acto en el tema del zombie con conciencia, algo que va en tono con la
original, pero en este caso lo llevan a un extremo absurdo al no solo
establecerlo como alguien mucho más listo que la mayoría de las personas en el
bunker, sino que también todos los problemas que se generan con su presencia se
sienten huecos y con el único propósito de generar algunas muertes que
visualmente resulten llamativas.
La parte final tampoco tiene muchas cosas que
destacar. Considerando lo ocurrido uno espera que por lo menos exista una
masacre memorable, pero eso no se da; en cambio, lo que vemos es un desenlace
sin grandes emociones que opta por el camino feliz.
Las actuaciones son pobres, Sophie
Skelton (Zoe) como protagonista no te genera nada y Johnathon Schaech (Max)
como zombie stalker por momentos me provocó más risas que otra cosa. La
producción es discreta, pero tiene un par de cosas que cumplen: el trabajo
de fotografía es aceptable, la dirección de arte es muy simple, el score no
destaca, el trabajo de sonido tiene ciertos fallos, los efectos en su mayoría
están bien hechos y la labor de maquillaje es por mucho lo que más resalta.
Opinión final: Day of the Dead:
Bloodline es bastante mala. Un remake que en su afán de querer ser muy original
termina siendo uno bastante aburrido.
Ojometro:
**
**