Película dirigida por Matt Angel
y Suzanne Coote, quienes también comparten créditos como co-escritores del
guion. Se estrenó de manera exclusiva en Netflix el pasado 19 de enero, aunque
probablemente tenga algún lanzamiento en formato físico en un futuro.
Sinopsis:
Logan (Dylan Minnette) y su madre
Naomi (Piercey Dalton) se mudan temporalmente a una nueva casa donde pronto se
verán acosados por extrañas fuerzas amenazantes.
Comentarios generales:
Ya en ocasiones anteriores he
manifestado que me agrada bastante cómo con el pasar de los años Netflix ha aumentado su apoyo al género de terror al adquirir producciones originales para
su servicio, al final de cuentas se trata de un medio de exhibición como pocos al
que se le puede sacar mucho provecho. Sin embargo, conforme ha ido creciendo
esta plataforma su búsqueda de contenido por obvias razones también lo ha hecho
y como consecuencia los filtros de calidad han disminuido un poco, provocando
así que salgan trabajos (no solo de terror) cuyo nivel no es el acostumbrado y
sin duda The Open House ha sido uno de los peores hasta el momento.
Lo cual es algo sorpresivo
considerando que Angel y Coote, además de contar con un buen elenco, optan por
irse por un camino bastante sencillo al utilizar muchos elementos comunes que
la mayoría de las veces resultan efectivos, pero que en este caso simplemente
nunca funcionan. Algo que en un inicio no pareciera que fuera a ocurrir porque
la película comienza de manera interesante al contarnos una historia de una
madre y su hijo que en todo momento refleja un aire depresivo al tener cierto
drama por la manera en que ambos manejan su duelo, el cual complementan con una
sensación de incertidumbre importante al llegar al nuevo pueblo y toparse con
una serie de personajes que añaden misterio.
Hasta aquí todo marcha normal,
pero lamentablemente a partir de los 25 minutos la película cae en un bache del
que nunca puede salir al volverse una presentación de eventos genéricos que no
añaden nada de tensión o construyen momentos verdaderamente inquietantes; de
hecho, varios de estos pareciera que solo tienen el propósito de sexualizar de
manera forzada a la madre. Provocando así que el ritmo sea cansino ante el poco
avance y porque los escuetos elementos de despiste implementados se van
desvaneciendo, ya sea porque no tienen mucho sentido o porque se ven
rápidamente opacados por los problemas adolescentes de Logan. Los cuales van
adquiriendo más relevancia para así tratar de generar cierto nivel de conflicto entre los
personajes principales y, de paso, darle algo de importancia a lo ocurrido
dentro de la casa durante los minutos previos.
La parte final es bastante mala. Sin
duda es la más violenta considerando que aquí se da el ataque, aunque al no
tener demasiado contexto del pueblo, del asesino o sus motivaciones queda
parada como una simple exhibición de violencia hueca que, para colmo, no
responde nada.
De las actuaciones no hay mucho
que destacar, Minnette no genera absolutamente nada con su papel de adolescente
deprimido (cuya expresión de muerto no quita en toda la película) y Dalton
apenas logra generar algo de simpatía. La producción cumple: el trabajo de
fotografía está bien cuidado, la dirección de arte es discreta, el score está
ok, el trabajo de sonido no tiene fallos y la labor de maquillaje no presenta
gran cosa.
Opinión final: The Open House es
bastante mala. Una película que falla en prácticamente todo lo que intenta y
que pasará al olvido en unas cuantas semanas.
Ojometro:
**
**