sábado, 13 de enero de 2018

Crítica: Escape from Cannibal Farm (2018)


Película escrita y dirigida por Charlie Steeds (Deadman Apocalypse). Se estrenó directamente en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 2 de enero, pero todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

La familia Summer realiza un viaje a los campos británicos para dejar atrás tensiones del pasado. Sin embargo, dicho viaje se convertirá en una pesadilla cuando un vengativo granjero y su hijo deforme los secuestren en su granja donde la fuente principal de carne no son precisamente otros animales.



Comentarios generales:

The Texas Chainsaw Massacre es una de las películas más influyentes de todos los tiempos, así que no es raro ver año tras año trabajos que claramente sacaron su fuente de inspiración del clásico de los 70s. Lo que si resulta raro es ver películas que traten de jugar un poco con la fórmula de caníbales que esta popularizó, casi todas siguen un mismo patrón y solo unas cuantas tratan de hacer algo distinto, siendo Escape from Cannibal Farm parte de este segundo grupo; aunque con resultados muy poco favorables.

Resultados que en gran parte se deben a la poca experiencia del director y al presupuesto tan limitado, ya que uno de los propósitos iniciales de la película es generar shock inmediato al mostrar los orígenes de los asesinos pero esto se ve frustrado por la pobreza que hay al momento de construir dichas escenas; lo cual no solo genera una sensación inmediata de desencanto, sino que además deja en claro que el impacto visual que uno esperaría ver no se va dar. Situación que empeora cuando se da la introducción de la familia Summer por medio de un espectáculo lleno de diálogos pobres y comportamientos ridículos diseñados para reflejar las tensiones existentes entre los miembros, pero que solo deja parados a todos los personajes como unos verdaderos ineptos con los cuales resulta complicado el poder sentir el más mínimo grado de empatía.

Algo que termina siendo contraproducente porque para el segundo acto uno supuestamente tendría que sentir algo de pena por su situación, sin embargo, eso no ocurre y en general lo único que quieres es ver que cada uno de estos personajes detestables muera rápido. Un deseo que no se cumple porque obviamente esta historia tiene algo más de fondo que una simple matanza, aunque para nuestra mala suerte su desarrollo es bastante aburrido y lento; en donde el director quiere incluir tantas cosas al mismo tiempo que al final ninguna termina por encajar del todo ante la poca atención que les ponen, al grado de que incluso los (pocos) elementos de gore con los que cuenta pasan sin pena ni gloria.

Los últimos 25 minutos son caóticos, incluso algo absurdos, pero es donde se pretende darle un sello distintivo a todo esto al agregar un giro que afecta a todas las partes involucradas. Lo malo es que, ante el pobre trabajo de edición y la poca intensidad manejada, esta revelación queda como algo muy random que difícilmente hace que el desenlace centrado en la venganza tenga la fuerza necesaria para ser convincente.

Las actuaciones son una mezcla de algunas decentes con otras realmente malas; en especial por parte de la familia Summer se dan varias que son lamentables. La producción es lo que uno espera de una película con tan poco presupuesto: el trabajo de fotografía es descuidado, la dirección de arte es pobre, el score es probablemente lo mejor de la película, el trabajo de sonido no está mal, los efectos son ínfimos y la labor de maquillaje resulta muy arcaica.

Opinión final: Escape from Cannibal Farm es bastante mala. Una película con algunas ideas interesantes que simplemente no sabe presentarlas de manera efectiva.

Ojometro:
**