Película dirigida por Sonny
Laguna y Tommy Wiklund (Wither), cuyo guión fue escrito por S. Craig Zahler. Se
estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos durante
el mes de agosto, mientras que su salida en formato físico se dio el pasado 25
de septiembre.
Sinopsis:
El infierno se desata cuando una
extraña fuerza reanima a unas marionetas dentro de una convención que celebra
el 30 aniversario de los asesinatos cometidos por Andre Toulon.
Comentarios generales:
La franquicia de Puppet Master es
una con la cual es difícil estar en sintonía si no eres fan desde sus inicios
debido a su premisa tan absurda y porque ciertamente cuenta con una de las
cronologías más confusas dentro del género. Por eso cuando se anunció que The
Littlest Reich sería un reboot me alegre, era algo que se necesitaba
urgentemente y la verdad es que terminó siendo la mejor opción.
No tanto porque se aleje
demasiado a lo que estábamos acostumbrados a ver con Charles Band y Full Moon, sino porque
un nuevo comienzo era necesario para darle estabilidad a una historia que ya no
daba para más y que ahora bajo esta nueva etapa obtiene un sello
políticamente incorrecto bastante marcado. Aunque en un inicio Laguna y Wiklund
no lo hacen tan evidente al centrarse más en la construcción de una relación
acelerada y, sobre todo, en establecer la figura de Andre Toulon ahora como la
de un villano nazi muy enfermo que le dará sentido a las acciones cometidas por
sus marionetas
Y es que hay que decir que la
dupla de directores no se guarda nada, dejando de lado varios tabúes para que
así el segundo acto sea una masacre en la que las muertes tienen un impacto
considerable no solo en la cuestión visual. Ya que estas también se encuentran
ligadas a temas raciales que indudablemente podrían incomodar a más de uno,
aunque cumplen a la perfección su propósito de incrementar el nivel de
violencia e ir construyendo una amenaza lo suficientemente creíble considerando
que se trata de marionetas asesinas.
En general la sangre no para de
fluir por un buen rato y la creatividad presentada es demasiado agradable si no
tienes problemas con lo anteriormente mencionado; sin embargo, una vez que se
tiene que hacer una pausa la película pierde dinamismo. Además de que resulta
un tanto decepcionante que, a pesar de que se menciona que existen unas 60
marionetas, solo terminan presentando a las mismas 7 u 8.
La parte final no es la mejor.
Cumple con lo básico y sigue mostrando la violencia necesaria, pero la
creatividad ciertamente ya no es la misma al optar por brindarle un poco más de
desarrollo a la relación, así como por mostrar un desenlace que se siente un
tanto fuera de lugar; aunque asegura la continuidad de la franquicia.
Las actuaciones están aceptables,
en el tono habitual y sin nadie que verdaderamente destaque (aunque
ver a Barbara Crampton siempre es agradable). La producción igual se mantiene
con el mismo sello: el trabajo fotografía es aceptable, la dirección de arte no
es la gran cosa, el score tiene un toque de giallo muy marcado, el trabajo de
sonido no es el mejor, la labor de maquillaje es sólida y los efectos son en su
mayoría prácticos; con algunos luciendo arcaicos pero en general cumplen.
Opinión final: Puppet Master: The
Littlest Reich está ok. Es más para fans, pero si son de los que no se ofenden
tan fácilmente seguramente pasarán un buen rato.
Ojometro:
***
***