martes, 18 de febrero de 2020

Crítica: Color Out of Space (2020)


Película dirigida por Richard Stanley (Hardware), quien además comparte créditos como co-escritor del guion junto a Scarlett Amaris. Se estrenó de manera limitada en cines y VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 24 de enero, mientras que su salida en formato físico está confirmada para el 25 de febrero.

Sinopsis:

En la recluida granja de la familia Gardner cae un extraño meteorito que traerá apocalípticas consecuencias para todos sus miembros y, tal vez, para el mundo entero. 



Comentarios generales:

Cuando una película está basada en algo que escribió H.P. Lovecraft (en este caso un cuento) siempre va a llamar mi atención porque es un autor cuya obra es de las más complicadas de adaptar en cine gracias a que su horror cósmico necesita de cierta habilidad especial para que funcione en pantalla. Y en el caso de Color Out of Space realmente tenía mis dudas considerando que el director no es precisamente alguien con las mejores credenciales y porque la presencia de Nicolas Cage podía llevar esto hacía cualquier lado, pero el resultado no ha sido tan terrible como esperaba.

Aunque con esto no quiero decir que lo presentado por Stanley no haya estado al borde del desastre porque en realidad se la pasa coqueteando con eso gracias a que se trata de un proyecto que sacrifica muchas cosas con tal de que su atmósfera cuasi psicodélica sea el centro de atención y como consecuencia de eso la historia pasa a un segundo plano. Algo que se puede notar casi de inmediato durante la presentación de esta familia que cuenta con miembros cuyas personalidades son peculiares o algunos de ellos sufren problemas un poco más complejos (por la edad o por salud) pero en ningún punto se pretende profundizar al respecto y solamente se te van exponiendo situaciones que claramente están pensadas para consumir tiempo hasta que el meteorito cobre más relevancia.

El cual sin duda cambia de manera importante la dinámica una vez que empieza a afectar el ambiente; sin embargo, lo hace por medio de cosas superficiales pensadas para generar cierta sensación de incomodidad auditiva o shock fácil mientras los personajes se van volviendo más inestables. Provocando con esto que el nivel de intensidad se incremente a pesar de que mucho de lo que vemos no tiene sentido o no brinda demasiadas explicaciones sobre lo que le está ocurriendo a la familia, simplemente las cosas pasan porque tienen que pasar; aunque lo raras y relativamente impactantes que resultan es lo que hace que en ningún punto el visionado se vuelva aburrido.

En especial durante una parte final en la que ya todo se vale y el despliegue de efectos se incrementa para presentar un auténtico show visual que trata de explotar al máximo la locura. Logrando así su objetivo de proporcionar un desenlace con bastante fuerza y caos que te deje lo suficientemente satisfecho como para no ponerte a pensar demasiado en el hecho de que muchas preguntas quedan sin respuesta.

En cuanto a las actuaciones realmente todo depende del nivel de tolerancia que tengas a la conocida sobreactuación de Nicolaes Cage porque él es quien se lleva gran parte de los reflectores y en esta ocasión creo que termina siendo un factor en contra para la película. Mientras que el resto del elenco hace lo que puede con lo poco que les dan.

La producción es donde tiene sus principales fortalezas: el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte sólida, cuenta con un buen score que se ve opacado por un trabajo de sonido un tanto fastidioso, los efectos a base de CGI están bien hechos y la labor de maquillaje es de gran factura.  

Opinión final: Color Out of Space está ok. Más que nada se trata de un experimento visual que gustará o no dependiendo de qué tan tolerantes son ante la falta de historia.

Ojometro:
***