Reboot/Secuela del remake de 2004
que está escrita y dirigida por Nicolas Pesce (The Eyes of My Mother). Se
estrenó en cines dentro de los Estados Unidos a inicios de enero, mientras que
en México hizo lo propio el pasado 14 de febrero. Recaudando hasta la fecha
$46.7 millones de dólares en taquilla a nivel mundial.
Sinopsis:
Una casa en los Estados Unidos es
maldecida por un vengativo fantasma que condena a todos aquellos que entran en
esta a una muerte violenta.
Comentarios generales:
Independientemente de si te gusta
o no, lo cierto es que Ju-On es una franquicia sumamente importante porque fue
de las primeras que expusieron el cine de terror japonés a una audiencia global
a inicios de los 2000s: primero con la película original y posteriormente con
el remake de 2004. Sin embargo, lo cierto es que su concepto como tal se gastó
muy rápido y después de la tercera entrega quedó en el olvido en occidente (caso
contrario de Japón), así que cuando anunciaron este reboot que poco a poco se
fue transformando en secuela no me sorprendió en lo absoluto porque era obvio
que tarde o temprano querrían revivirla. Aunque dudo que esta nueva The Grudge
cambie demasiado su situación.
Esto porque lo que nos trae Pesce
es más de lo mismo, pero sin los icónicos fantasmas que todos conocemos para
justificar la idea del reboot. Una decisión sin duda polémica que elimina el principal elemento de identidad de la franquicia y con la que no tendría demasiados problemas si no fuera porque en la práctica todo lo que intentan sale mal al ofrecer una historia que se
desarrolla bajo la misma estructura no lineal que todos conocemos y con la cual
desde muy temprano resulta evidente que existe un conflicto entre la visión del
director y lo que realmente quería el estudio.
Ya que mientras el primero pretende
construir una problemática que vaya destruyendo de manera progresiva a la
protagonista, el estudio simplemente quiere darle continuidad a lo que vimos en
el filme de 2004 utilizando múltiples historias que se desarrollan en distintos
lapsos de tiempo, imposibilitando así que se pueda añadir mucha sustancia a una
temática que se encuentra de por sí muy desgastada. Dejando como resultado
un visionado aburrido gracias a una cantidad importante de escenas donde
realmente no ocurre nada o, si ocurre algo, siempre se trata de algún susto fácil
o alguna situación de shock que se pierde de manera rápida.
Por si esto no fuera suficiente,
el trabajo de edición tampoco facilita las cosas. No solo por los momentos en
los que las transiciones de un año a otro resultan confusas, sino que además casi
siempre termina destruyendo cualquier tipo de fluidez cuando parece que por fin
se empieza a encontrar una dinámica adecuada con las cual se pueda construir
algo interesante.
Es hasta la parte final cuando
las cosas empiezan a mejorar de manera discreta, principalmente porque las conclusiones de las historias llevan a situaciones de impacto que le dan fuerza de manera automática.
Aunque lamentablemente la conclusión central termina por sentirse sumamente
blanda y en ningún punto logra generar las sensaciones de peligro que debería.
En cuanto a las actuaciones la
verdad es que a Andrea Riseborough le queda grande el papel protagónico,
mientras que Demián Bichir y Lin Shaye son por mucho los que terminan por dejar
mejores sensaciones a pesar de que sus roles resultan bastante limitados en
pantalla. La producción es de buena factura: el trabajo de fotografía es
sólido, la dirección de arte discreta, cuenta con un buen score, el trabajo de
sonido es impecable, los efectos son simples y la labor de maquillaje resulta
muy efectiva.
Opinión final: The Grudge es
bastante mala. Película en exceso aburrida que probablemente sea el último
clavo en el ataúd para la franquicia en occidente.
Ojometro:
**
**