viernes, 5 de junio de 2020

Crítica: Awoken (2020)


Primer largometraje del director Daniel J. Phillips, quien además comparte créditos como co-escritor del guión junto a Alan Grace. Se estrenó en VOD dentro de los Estados Unidos el pasado 8 de mayo, pero todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.

Sinopsis:

Una joven estudiante de medicina trata de curar a su hermano de una enfermedad terminal llamada insomnio familiar fatal, la cual hace que no puedas dormir hasta que mueras. Sus intentos son desesperados y cuando parece haber encontrado algo para ayudarlo, una razón mucho más siniestra detrás de su condición sale a relucir.



Comentarios generales:

A diferencia de algunos otros subgéneros sobreexplotados como el de zombies o los slasher, el de exorcismos realmente no tiene demasiado margen de maniobra para poder presentar propuestas que se diferencien de gran manera una de la otra. Evidentemente esto no impide que se puedan ver buenas películas de este tipo; sin embargo, si existe un porcentaje elevado de probabilidad de encontrarnos con trabajos que simplemente no aportan nada más allá de un visionado cuyo recuerdo será efímero y ese me temo que es el caso con Awoken.

Y es que lo que nos trae Phillips es una película genérica por excelencia con la que podemos anticipar sin demasiados problemas todo lo que sucede, siendo la enfermedad el único elemento para añadir algo de complejidad y, sobre todo, cierta originalidad al desarrollo de las acciones. Brindando así la excusa perfecta para trasladar esta historia a un terreno médico que proporcione un escenario no tan común en el cual se puedan establecer ciertas limitantes e ir desenvolviendo el misterio de manera simple al ir integrando poco a poco toda la cuestión religiosa habitual.

Algo que se da sin demasiados contratiempos, pero que resulta muy aburrido de ver debido a que el ritmo no es el más atractivo y porque en realidad el tema de la enfermedad se queda totalmente en el olvido. Además a esto hay que agregarle que las escenas pensadas para ir incrementando el nivel de tensión conforme el demonio va adquiriendo relevancia no representan nada memorable que te haga sentir gran curiosidad por saber más sobre este, dejando mucho tiempo de relleno dentro de un segundo acto en el que la sensación de vacío se vuelve demasiado fuerte.

Todo para llevarnos a una parte final que sin duda es la más intensa gracias a la violencia un poco más elevada que maneja, aunque a pesar de dicha mejora nunca se logra cambiar demasiado la tendencia previa. Ya que la sorpresa que se guardan no tiene ningún tipo de efecto debido a la cuestión de la predictibilidad y el “exorcismo” definitivo no tiene nada que destaque.

Con respecto a las actuaciones se puede decir que ninguna es terrible, pero tampoco ninguna es lo suficientemente destacada como para elevar el nivel de las cosas. La producción es de buena factura: el trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte es simple, el score no resalta, el trabajo de sonido es efectivo, los efectos cumplen y la labor de maquillaje no presenta demasiada complejidad.

Opinión final: Awoken es bastante mediocre. De esas películas que no tienen nada terrible, pero que tampoco te pierdes de mucho si no las ves.

Ojometro:
**