viernes, 17 de julio de 2020

Crítica: Toothfairy 2 (2020)


Secuela dirigida por Louisa Warren (Toothfairy) y escrita por Tom Jolliffe. Se estrenó en VOD y DVD dentro del Reino Unido el pasado 15 de junio.

Sinopsis:

Después de los sucesos ocurridos 15 años atrás, Corey (Jake Watkins) ya es todo un adulto,  pero se encuentra mentalmente inestable. Para empeorar las cosas acepta ir a una reunión con sus antiguos compañeros de clase, donde el hada de los dientes que antes lo atormentó regresará más sangrienta que nunca.



Comentarios generales:

La verdad vi Toothfairy 2 con la idea de que se trataba de una secuela de una película italiana de 2012, pero para mi sorpresa no tenían absolutamente nada que ver más allá del personaje que explotan. Obligándome así a tener que ver la primera entrega de 2019 para entender lo que estaba sucediendo y la verdad es que me arrepiento totalmente de haberlo hecho.

Y es que después de los visionados me enteré que Warren es una directora que filma sin descanso y sus proyectos tienen muy poco tiempo de preparación (en 2019 dirigió seis películas), lo que resulta muy evidente en este desastre que desde los primeros minutos muestra demasiada pobreza. Sobre todo para tratarse de una secuela en donde supuestamente ya tendrían que existir ciertas bases con las cuales se pueda sostener una problemática sin tener que brindar demasiadas explicaciones.

Simplemente todo es hueco y sin intensidad dentro de una historia que quiere ser súper seria integrando mucho drama innecesario alrededor del personaje de Corey, la cual se desarrolla bajo un ritmo cansino que evita construir momentos de impacto que por lo menos puedan elevar un poco la intensidad. Además de que tampoco ayuda mucho el hecho de que el diseño del “hada de los dientes” te provoca más risas que otra cosa ante lo falso que resulta gracias a que es literalmente un disfraz sacado de algún supermercado.

Ante esto la parte final es bastante ridícula. Por ahí existen algunos intentos para lograr impacto con determinadas muertes pero ninguna resulta efectiva, dejando un desenlace que en general se siente improvisado y sin demasiada importancia.  

Las actuaciones son terribles, la locura de Watkins es casi caricaturesca y el resto de los actores se notan sumamente acartonados. La producción hace notar todo el tiempo sus limitantes: el trabajo de fotografía es mediocre, la dirección de arte no tiene nada destacado, el score es repetitivo, el trabajo de sonido presenta algunos fallos, los efectos son decentes y la labor de maquillaje parece de atracción de feria.

Opinión final: Toothfairy 2 es terrible. Lo mejor que pueden hacer es evitarla.

Ojometro:
*