Secuela dirigida por Louisa
Warren (Toothfairy) y escrita por Tom Jolliffe. Se estrenó en VOD y DVD dentro
del Reino Unido el pasado 15 de junio.
Sinopsis:
Después de los sucesos ocurridos
15 años atrás, Corey (Jake Watkins) ya es todo un adulto, pero se encuentra mentalmente inestable. Para
empeorar las cosas acepta ir a una reunión con sus antiguos compañeros de clase,
donde el hada de los dientes que antes lo atormentó regresará más sangrienta
que nunca.
Comentarios generales:
La verdad vi Toothfairy 2 con la
idea de que se trataba de una secuela de una película italiana de 2012, pero
para mi sorpresa no tenían absolutamente nada que ver más allá del personaje que
explotan. Obligándome así a tener que ver la primera entrega de 2019 para entender lo
que estaba sucediendo y la verdad es que me arrepiento totalmente de haberlo
hecho.
Y es que después de los
visionados me enteré que Warren es una directora que filma sin descanso y sus
proyectos tienen muy poco tiempo de preparación (en 2019 dirigió seis películas),
lo que resulta muy evidente en este desastre que desde los primeros minutos muestra
demasiada pobreza. Sobre todo para tratarse de una secuela en donde
supuestamente ya tendrían que existir ciertas bases con las cuales se pueda sostener
una problemática sin tener que brindar demasiadas explicaciones.
Simplemente todo es hueco y sin
intensidad dentro de una historia que quiere ser súper seria integrando mucho drama
innecesario alrededor del personaje de Corey, la cual se desarrolla bajo un
ritmo cansino que evita construir momentos de impacto que por lo menos puedan
elevar un poco la intensidad. Además de que tampoco ayuda mucho el hecho de que
el diseño del “hada de los dientes” te provoca más risas que otra cosa ante lo
falso que resulta gracias a que es literalmente un disfraz sacado de algún supermercado.
Ante esto la parte final es
bastante ridícula. Por ahí existen algunos intentos para lograr impacto con
determinadas muertes pero ninguna resulta efectiva, dejando un desenlace que en
general se siente improvisado y sin demasiada importancia.
Las actuaciones son terribles, la
locura de Watkins es casi caricaturesca y el resto de los actores se notan
sumamente acartonados. La producción hace notar todo el tiempo sus limitantes:
el trabajo de fotografía es mediocre, la dirección de arte no tiene nada
destacado, el score es repetitivo, el trabajo de sonido presenta algunos
fallos, los efectos son decentes y la labor de maquillaje parece de atracción
de feria.
Opinión final: Toothfairy 2 es
terrible. Lo mejor que pueden hacer es evitarla.
Ojometro:
*
*