Producción australiana que
significa el primer largometraje para la directora Natalie Erika James, quien
además comparte créditos como co-escritora del guión junto a Christian White.
Se estrenó en VOD dentro de Australia y los Estados Unidos el pasado 10 de
julio, aunque todavía no hay información sobre si saldrá en formato físico.
Sinopsis:
Una hija, su madre y su abuela
son acechadas por una manifestación de la demencia que consume la vieja casa de
la familia.
Comentarios generales:
Cuando uno escucha sobre una
película de terror australiana lo primero que se le viene a la mente es algo
lleno de excesos visuales en donde predomine la sangre, así que cuando se
anunció Relic hasta parecía algo exótico viendo que dichos excesos estarían
ausentes. Lo cual sin duda despertó un interés muy grande debido a que se
notaba que era un trabajo con una línea distinta y la verdad es que no ha decepcionado.
Esto porque lo que nos trae
Natalie Erika James es una historia que se empeña en mostrarte dos tipos de
horrores: uno fantasioso intangible y otro que puede pasarle a cualquiera, ya
que la demencia como tal puede traer consigo uno de los mayores temores que
tiene el ser humano: quedarse solo.
Exponiéndolo mediante una familia
que desde el primer instante sufre de la incertidumbre que genera el tener
algún ser querido bajo esas condiciones y en base a eso ir construyendo una
dinámica familiar lo más realista posible que en definitiva puede desalentar a
unos cuantos gracias a que el desarrollo durante la primera mitad del filme es
a fuego lento. Aquí no hay prisas y mucho de lo que ocurre se sustenta en las
dudas que se puedan generar debido a que en todo momento se crea una situación
en donde es obvio que algo no está bien, pero nunca queda lo suficientemente
claro si lo que ocurre en verdad cuenta con un factor secundario o si
simplemente es derivado del estado del personaje de Edna.
Utilizando sueños, sonidos en las
paredes o situaciones particulares dentro la casa, la cual en cierta forma se
convierte en un personaje más gracias a lo que se genera ahí. Ya que es por
medio de esta como se construye una atmósfera claustrofóbica muy fuerte que
ayuda a que los niveles de tensión se vayan incrementando de la manera más natural posible; dejando así el peso dramático en las interacciones
entre las tres protagonistas que solidifican la parte realista al exponer las
complejidades que conlleva el tener que interactuar con alguien cuyo
comportamiento puede cambiar de un instante a otro.
Obviamente con todo lo anterior
las cosas pueden llegar a ser demasiado dramáticas y no tan interesantes en el
lado del terror; sin embargo, el pago en el último acto vale mucho la pena. No
solo porque el tono se vuelve incluso aún más oscuro, sino porque además las
cosas toman un rumbo ciertamente sorpresivo que magnifica el tema del deterioro
para brindar un impacto visual muy interesante y dejar un cierre perturbador
que hasta el último instante pone en manifiesto el tema de la soledad.
En el tema de las actuaciones la
película es donde tiene una de sus principales fortalezas y la verdad resulta
complicado decir que alguna de las actrices resalta por encima de las otras
debido a que Emily Mortimer (Kay), Robyn Nevin (Edna) y Bella Heathcote (Sam)
hacen un gran trabajo en conjunto. Simplemente las tres logran una química
estupenda que le brinda muchísima credibilidad a su dinámica familiar y por
ende todo lo que les ocurre logra tener un impacto mucho mayor para el
espectador.
La producción es de gran factura:
el trabajo de fotografía es muy bueno, la dirección de arte está muy bien
cuidada, cuenta con un score efectivo, el trabajo de sonido es impecable, los
efectos cumplen para lo que son requeridos y la labor de maquillaje es de
primer nivel.
Opinión final: Relic me gustó.
Buena película que logra generar terror por distintos frentes, aunque puede que
eso no sea del agrado del todo el mundo.
Ojometro:
****
****