Secuela de la película de 2016,
la cual es nuevamente dirigida por William Brent Bell (Devil Inside) y escrita
por Stacey Menear. Se estrenó en cines dentro de los Estados Unidos a finales
del mes de enero, recaudando $20.3 millones de dólares en taquilla a nivel
mundial. Mientras que su salida en VOD y formato físico se dio el pasado 19 de
mayo.
Sinopsis:
Sin conocer la terrible historia
de la mansión Heelshire, una joven familia se muda a la casa de huéspedes
dentro de la propiedad, donde su pequeño hijo encontrará un nuevo amigo: un
viejo muñeco al que él llama Brahms.
Comentarios generales:
Gran parte del éxito de “The Boy”
en 2016 se debió a una publicidad un tanto engañosa y a la presencia de Lauren
Cohan, quien en ese momento se encontraba en su pico de popularidad. Más allá
de eso realmente se trataba de una película muy normal cuyo concepto no daba
para más y por ello me resultó sorpresivo que se anunciara una secuela;
simplemente parecía algo innecesario y después de ver Brahms: The Boy II ese
pensamiento se incrementó mucho más.
Ya que lo que nos traen Brent
Bell y Menear es un intento forzadísimo por tratar de generar una franquicia a
como dé lugar, destrozando lo que construyeron en la primera entrega por medio
de una historia que realmente se olvida de todo lo establecido previamente.
Optando mejor por el camino
seguro en el que un niño es la figura central para la exposición del propio
muñeco y utilizando un pretexto bastante simple para trasladar a la familia
cerca de la mansión. Logrando con esto que los primeros 30/35 minutos sean en
exceso aburridos gracias a que todo se desarrolla de manera muy lenta y se
regresa a la dinámica cansina sobre si el muñeco tiene o no tiene vida mientras
se agregan de vez en cuando algunos sustos fáciles poco efectivos, ya sea por
medio de situaciones que lo involucran directamente o algunos traumas diseñados
para el personaje de Liza que te hacen cuestionar su estabilidad mental.
Un aspecto que piensas tendrá más
relevancia conforme avanzan las cosas, pero realmente se va perdiendo con el
pasar de los minutos para darle más relevancia al tema del hijo y su peculiar
relación con el muñeco. Lo cual a mi juicio es lo más interesante de la
película debido a que si existe una justificación lógica para su extraño
comportamiento y casi mutación en Brahms, aunque este tema también poco a poco
empieza a perder fuerza conforme se van sacando ideas improvisadas con el
objetivo de reinventar todo lo que conocimos de la primera entrega y mejor se
opta nuevamente por explotar hasta el cansancio los sustos fáciles para tratar
de añadir algo de impacto sin mucho éxito.
Dejando así una parte final en la
que ya no te importa mucho lo que ocurra y que en general se siente acelerada.
Con situaciones convenientes para expandir información importante en cuestión
de segundos (escena del padre en el hospital) y con un nivel de intensidad que
no ayuda en lo absoluto a que el tema supernatural resulte convincente.
Las actuaciones no tienen nada
para destacar, claramente la presencia de Katie Holmes (Liza) fue un intento
por replicar lo de Cohen pero la película es tan genérica que realmente nadie
termina luciendo. Es en la producción donde tiene sus mejores atributos: el
trabajo de fotografía es sólido, la dirección de arte cumple, el score no
resalta, el trabajo de sonido es correcto y tanto los efectos como el
maquillaje son discretos.
Opinión final: The Boy II es
decepcionante. Secuela innecesaria que muy probablemente acabe con las
aspiraciones de generar una franquicia.
Ojometro:
**
**