Película escrita y dirigida por
Jeff Barnaby, quien hace su primera incursión dentro del género. Se estrenó en
VOD dentro de Canadá y los Estados Unidos durante el mes de abril, mientras que
su salida en formato físico está confirmada para el próximo 1 de septiembre.
Sinopsis:
Es 1981 y los muertos andan volviendo
a la vida dentro de la aislada reserva Mi'kmaq en Red Crow, a excepción de sus
pobladores nativos que por alguna extraña razón son inmunes a la plaga
zombie.
Comentarios generales:
Ya he manifestado en ocasiones
anteriores que el cine de zombies es de mis favoritos debido a que difícilmente
me aburre, esto a pesar de que lleva toda una década siendo exprimido como
pocos. Obviamente esto no quiere decir que todas las películas me gusten y es
claro que la falta de creatividad ha vuelto cada vez más complicado que generen
gran interés entre los fans gracias a lo habituales que resultan, pero de vez en cuando salen trabajos que valen la pena y tristemente pasan de noche, tal como es el caso
de Blood Quantum.
Una propuesta traída por Barnaby que, si bien cuenta con elementos característicos que se
pueden ver en cualquier historia de zombies, también trata de poner sobre la
mesa ciertas cosas que le puedan dar un sello distintivo. Y para ello se
sustenta en una idea tan simple como la inmunidad de una determinada población
con la cual no solo se establece un conflicto de “ellos contra nosotros” en un
escenario apocalíptico, sino que además sirve como un tipo de analogía sobre la
extinción de los pueblos indígenas gracias a la invasión del hombre blanco.
Aunque afortunadamente esto no
está tan politizado como parece; de hecho, ni siquiera existe una intención
clara sobre explotar dicho mensaje y eso se puede comprobar durante una primera
media hora en la que se establece más que nada un drama entre determinados
personajes que planta la semilla para los conflictos que están por venir.
Haciendo de esta parte ciertamente la menos atractiva debido a que en este
punto el ritmo no es precisamente el más ágil y el inicio del caos se tarda en
llegar, a pesar de que siempre está presente la amenaza.
Es pasando los treinta minutos del
metraje cuando las acciones se tornan violentas y se empieza a construir poco a
poco una atmósfera que logre reflejar de mejor manera el deplorable estado de
la humanidad, además de profundizar en las problemáticas de raza. Todo mientras
también se va aumentando el nivel de violencia gracias a un impecable trabajo
de efectos prácticos que proporcionan el shock visual necesario para solidificar
la parte de terror que hasta este punto no había sido tan marcada.
Dejándonos así una parte final que
en términos generales es agradable. Por ahí se puede argumentar que hay cosas
que se desarrollan de manera un tanto acelerada y por lo mismo el conflicto
familiar no resulta tan intenso como debería, pero la sangre y la acción hacen que
sea lo suficientemente entretenida como para que esto no afecte demasiado.
Además de que el cierre no se va por el camino feliz.
En el tema de las actuaciones
realmente el elenco (conformado en un 95% por actores nativos) me resultó
bastante desconocido, pero en su conjunto logran realizar una labor muy sólida
que le da una identidad plena al filme. Mientras que en la producción las cosas
son de calidad: el trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte está
bien cuidada, el score cumple, el trabajo de sonido es limpio, la labor de
maquillaje resulta efectiva y los efectos prácticos son sin lugar a dudas uno
de los puntos fuertes de toda la película al ser de primer nivel.
Opinión final: Blood Quantum me gustó. Película de zombies con mucha sangre y una temática que la hace
alejarse un poco del resto.
Ojometro:
****
****