Cuarta entrega de la saga
dirigida y co-escrita por Jaume Balagueró, quien regresa al mando después de su
ausencia en Génesis. Se estrenó en España el pasado 31 de octubre y aquí en
México durante la semana pasada; mientras que en los Estados Unidos llegará a
cines hasta el 2015.
Sinopsis:
Ángela Vidal (Manuela Velasco),
la única superviviente de la terrible infección, es evacuada del edificio por el
ejército y como modo de contingencia es recluida en un barco hasta que
encuentren una vacuna para el virus. Sin embargo, cuando parece que finalmente
la situación ha sido controlada, el caos vuelve a desatarse y el peligro resulta mucho más aterrador.
Comentarios generales:
REC es una saga peculiar: la
primera película está en mi top 15 de las mejores de la década pasada, pero REC
2 creo que es un bodrio descomunal; mientras que REC 3 es una cosa rara que bien se pudo haber evitado. Y es que
contrario a muchísimos fans que aman la mezcla de infectados/posesiones que se
generó a partir de la segunda entrega, yo nunca la pude digerir; de hecho,
siempre he pensado que terminó por crearle un problema muy grande a la
franquicia dado a que provocó la existencia de dos corrientes totalmente
opuestas en donde era básicamente imposible brindarles un seguimiento adecuado
al mismo tiempo, lo cual se notó con Génesis y ahora también aquí.
Ya que Balagueró con Apocalipsis
lo que hace es en cierto modo regresar a las bases que sentaron el universo de
REC, volviendo directamente a donde se quedo la segunda parte y a partir de ahí
ofrecer una solución lo suficientemente convincente en el tema de los
infectados. Desde los primeros minutos notas que su intención es generar
nuevamente esa atmósfera claustrofóbica característica a pesar de que ahora el
escenario presenta un poco más de complicaciones y dada la evolución que se sufrió
en cuanto al formato tiene que encontrar la manera de lograr esa sensación de
found footage por medio de secuencias que involucran mucho movimiento de la cámara;
las cuales por momentos pueden llegar a resultar un tanto fastidiosas, pero que
al final de cuentas cumplen con su propósito de manera acertada.
Aunque lo más interesante viene
en el hecho de que el director prácticamente desecha de manera inmediata la cuestión
de las posesiones, no la deja olvidada porque si hay alguna que otra mención
(incluso un personaje que te la recuerda), pero resulta evidente que su propósito
es alejarse de esta para así desarrollar mucho mejor la idea del virus. Situación
que lo obliga a replantear ciertas cosas y con ello desperdiciar algunos minutos
en dicho proceso; donde se siente que por más que lo intentan siguen sin
proporcionarte respuestas sólidas sobre la amenaza, pero una vez solventado
este problema la acción simplemente no para: el ritmo se vuelve frenético, con
persecuciones y acciones sangrientas que le añaden muchísimo impacto visual.
Otra cosa para resaltar es que
esta es por mucho la entrega más “seria” de todas, si tiene alguno que otro
toque cómico, pero claramente se nota que esta era la parte donde tenía más injerencia
Paco Plaza.
El final no está mal, regala una
de las secuencias con más tensión de toda la franquicia y plantea con muchísima
lógica el tema del parásito, pero no creo que sea lo suficientemente contundente
para un cierre definitivo.
Con respecto a las actuaciones
puedo decir que traer de regreso a Manuela Velasco fue un gran acierto, su
personaje presenta una evolución notoria y básicamente es ella quien se encarga
darle fuerza a este rubro. La producción en general es buena: el trabajo de fotografía
es muy bueno y ayuda a recrear perfectamente el ambiente de las primeras
entregas, el sonido es bestial, el trabajo de maquillaje realmente no presenta
ninguna mejora con respecto a las anteriores pero sigue siendo sólido y los
efectos en esta ocasión son mucho más espectaculares; especialmente en los
minutos finales.
Opinión final: Apocalipsis gustará
o disgustará dependiendo mucho de la vertiente que más les haya atraído en las
tres entregas anteriores. En mi caso siempre fui más adepto al tema del virus y por ello
esta cuarta entrega me gustó, aunque entenderé perfectamente a quienes no.
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