Película escrita y dirigida por
Kevin Smith (Red State), la cual está inspirada en una historia contada durante
un podcast que él mismo conduce. Se estrenó en cines dentro de los Estados
Unidos el pasado 19 de septiembre recaudando solo 1.8 millones de dólares en
taquilla. Su salida en DVD se tiene planeada para el próximo 30 de diciembre.
Sinopsis:
Cuando el conductor de podcast Wallace
Bryton (Justin Long) desaparece durante un viaje por Manitoba, su novia y su
mejor amigo van a dicho lugar para poder hallarlo. Lo que no saben es que Wallace
probablemente ya nunca será el mismo gracias a la locura de un hombre llamado
Howard Howe (Michael Parks).
Comentarios generales:
Sin duda Red State fue un debut
sorpresivo por parte de Kevin Smith dentro del género, tal vez no sea la
película más original o impactante pero definitivamente hizo que muchos
pudiéramos darle un voto de confianza con sus próximos trabajos. Gracias a eso es
que Tusk se convirtió en uno de los más intrigantes del año, no solo por ser
aparentemente el inicio de una trilogía, sino porque su premisa lucia demasiado
loca, ideal para generar una comedia de horror de grandes proporciones gracias
al conocido estilo de su director; aunque lamentablemente todo este potencial
nunca se ve reflejado.
Y es que después de haberla visto
me quedó muy claro el por qué fue un tremendo fracaso en taquilla, ya que lo
que nos trae Smith es una historia raquítica cuyo principal sustento se basa en
mostrar una situación en extremo bizarra que simplemente no da para más. Con la
cual nunca se logra establecer de manera convincente el tono que pretende
manejar y provoca que durante gran parte de su duración nunca te quede claro a
qué tipo de público quieren atraer: el humor manejado nunca es lo
suficientemente controvertido para catalogarla como una comedia negra, mientras
que claramente la cuestión del terror es casi inexistente como para poder
encasillarla en ese género.
Es como si se quedara perdida en el medio justificándose solo en lo raro, sin ningún otro tipo de merito.
Es como si se quedara perdida en el medio justificándose solo en lo raro, sin ningún otro tipo de merito.
Cuenta con un ritmo estable que ayuda
a que no se sienta tan pesada, pero eso termina importando poco cuando uno de
los puntos clave (la transformación de Bryton) es dejado fuera de cámara,
quitándole así el único momento de genuino interés que se logra generar de
manera eficiente por medio del gran esfuerzo de Michael Parks. Lo cual es una
lástima porque una vez que se revela todo lo de la morsa el grado de locura
presentado en ciertas escenas resulta muy potente y te hace pensar que las
cosas subirán de tono; sin embargo, en lugar de eso lo que nos presentan es una
búsqueda por demás desangelada que le quita fluidez a la película e incluso
termina dejando en segundo plano la idea central.
El final no presenta muchas
complicaciones y aunque el humor expuesto por medio del personaje interpretado
por Johnny Depp es un tanto estúpido, creo que logra ofrecer una conclusión aceptable.
En las actuaciones sin duda es
Parks quien se lleva la mayor atención al ser el responsable de brindar las
escenas más significativas en el lado de la locura, pero de ahí en fuera nadie
más resalta, ni siquiera Depp con su “súper secreto” personaje. La producción
en general tiene buena factura: el trabajo de fotografía y la dirección de arte
logran establecer una atmósfera gótica atractiva, el score es sólido y el
trabajo de maquillaje no creo que sea espantoso, pero el hecho de que la transformación
no se muestre de manera directa le quita ciertos puntos.
Opinión final: Tusk me pareció decepcionante.
Probablemente solo la recomendaría para todos aquellos que son fans de toda la
vida de su director.
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