miércoles, 11 de marzo de 2015

Crítica: Beaster Day: Here Comes Peter Cottonhell (2015)


Película escrita y dirigida por los Snygg Brothers. Se estrenó el pasado 13 de enero dentro de los Estados Unidos por medio de diversas plataformas digitales, pero luce imposible que salga en formato físico o que llegue a otros mercados.

Sinopsis:

Un gigantesco conejo de pascua sediento de sangre empieza a matar sin misericordia a los habitantes de un pueblo, esto mientras el alcalde se hace de la vista gorda en vísperas del festival anual. Todo parece perdido mientras los ataques se incrementan; siendo la última esperanza del pueblo una actriz wannabe y un loco cazador de perros.



Comentarios generales:

Al momento de leer la sinopsis sabía que tenía que alejarme lo antes posible de esto, pero simplemente no pude. Tal vez haya sido por lo ridículo o tal vez porque esperaba algo parecido a las películas de Syfy; sin embargo, esto fue muchísimo peor de lo que imaginaba, ya que poco (en serio… MUY POCO) se le compara a Beaster Day: Here Comes Peter Cottonhell en cuanto a atrocidades dentro del género en la época reciente.

La verdad es que extenderme mucho con esta película seria escribir cosas huecas, ya que aunque es muy clara la intención de los Snygg Brothers de tirarle más al espíritu del cine de serie b y así lograr que el espectador encuentre el encanto gracias a su pobreza extrema, lo cierto es que hasta para eso debes de mostrar un poco más de talento. Aquí cualquier tipo de estructura brilla por su ausencia, básicamente la “historia” es así: un conejo gigante que se parece más a una rata se come a cualquier persona que encuentre en el bosque (principalmente mujeres de pechos grandes), mientras en el pueblo todos se comportan de manera muy estúpida.

Nunca existe la intención de profundizar sobre por qué el conejo es del tamaño que es, ni tampoco sobre por qué esta en ese pueblo en particular. En realidad se trata de casi 90 minutos de escena tras escena random, con un humor muy pobre, diálogos vacíos y en donde hasta el final se logra una continuidad más o menos mirable en base a los únicos dos personajes que tienen algo de importancia en todo esto.

Las actuaciones son lamentables; en especial todas aquellas que pretenden ser graciosas como el alcalde o el cazador de perros. La producción, híjole… ni cómo ayudarles: los efectos del conejo parecen hechos por un niño para una película casera, donde la criatura muestra unos movimientos limitadísimos. Tiene un pésimo trabajo de sonido, el CGI es espantoso y creo que el trabajo de maquillaje es lo único pasable.

Opinión final: Beaster Day es una de las peores cosas que verán en su vida, así de simple.

Ojometro:
*