Película escrita y dirigida por
los Snygg Brothers. Se estrenó el pasado 13 de enero dentro de los Estados
Unidos por medio de diversas plataformas digitales, pero luce imposible que
salga en formato físico o que llegue a otros mercados.
Sinopsis:
Un gigantesco conejo de pascua
sediento de sangre empieza a matar sin misericordia a los habitantes de un
pueblo, esto mientras el alcalde se hace de la vista gorda en vísperas del
festival anual. Todo parece perdido mientras los ataques se incrementan; siendo
la última esperanza del pueblo una actriz wannabe y un loco cazador de perros.
Comentarios generales:
Al momento de leer la sinopsis
sabía que tenía que alejarme lo antes posible de esto, pero simplemente no pude.
Tal vez haya sido por lo ridículo o tal vez porque esperaba algo parecido a las
películas de Syfy; sin embargo, esto fue muchísimo peor de lo que imaginaba, ya
que poco (en serio… MUY POCO) se le compara a Beaster Day: Here Comes Peter
Cottonhell en cuanto a atrocidades dentro del género en la época reciente.
La verdad es que extenderme mucho
con esta película seria escribir cosas huecas, ya que aunque es muy clara la
intención de los Snygg Brothers de tirarle más al espíritu del cine de serie b y
así lograr que el espectador encuentre el encanto gracias a su pobreza extrema,
lo cierto es que hasta para eso debes de mostrar un poco más de talento. Aquí
cualquier tipo de estructura brilla por su ausencia, básicamente la “historia”
es así: un conejo gigante que se parece más a una rata se come a cualquier
persona que encuentre en el bosque (principalmente mujeres de pechos grandes), mientras
en el pueblo todos se comportan de manera muy estúpida.
Nunca existe la intención de
profundizar sobre por qué el conejo es del tamaño que es, ni tampoco sobre por
qué esta en ese pueblo en particular. En realidad se trata de casi 90 minutos
de escena tras escena random, con un humor muy pobre, diálogos vacíos y en
donde hasta el final se logra una continuidad más o menos mirable en base a los
únicos dos personajes que tienen algo de importancia en todo esto.
Las actuaciones son lamentables;
en especial todas aquellas que pretenden ser graciosas como el alcalde o el
cazador de perros. La producción, híjole… ni cómo ayudarles: los efectos del
conejo parecen hechos por un niño para una película casera, donde la criatura
muestra unos movimientos limitadísimos. Tiene un pésimo trabajo de sonido, el
CGI es espantoso y creo que el trabajo de maquillaje es lo único pasable.
Opinión final: Beaster Day es una
de las peores cosas que verán en su vida, así de simple.
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