Película dirigida por Jon Watts, quien además es co-escritor
del guión junto con Christopher D. Ford. Salió directamente en DVD y plataformas
digitales dentro del Reino Unido el pasado 2 de marzo, aunque aún no tiene
fecha establecida para el continente americano.
Sinopsis:
Kent (Andy Powers) es un padre
amoroso que encuentra un traje de payaso para utilizarlo en la fiesta de
cumpleaños de su pequeño hijo. Lo que no
sabe es que no se trata de un traje común y pronto empezará a sufrir una
transformación que forma parte de una antigua maldición que cae en todo aquel
que lo utiliza.
Comentarios generales:
Supuestamente esta película iba a
salir el año pasado, de hecho, era de las que más esperaba; sin embargo, por
motivos que desconozco se retrasó y eso fue generando una gran expectativa a su
alrededor (junto con el nombre de Eli Roth ligado como productor). El tráiler
era llamativo, además de que históricamente los payasos son personajes que
funcionan dentro del género con fórmulas simples; realmente todo estaba a su
favor para hacer de Clown algo muy importante. ¿Lograron eso? No precisamente,
aunque el resultado está lejos de ser malo.
Lo que la dupla Watts/Ford nos
regala es una historia que en el papel luce muy simple, la cual rápidamente
introduce algunos momentos chuscos con el personaje de Kent mientras este lidia
con los problemas iniciales que le provocan el traje; dándole así un aire
ligero a lo que ocurre y que te prepara de buena forma para lo que supones será
un golpe directo cuando las cosas se pongan feas. Situación que lamentablemente
no se da y que en realidad es el principal problema de la película debido a que
el primer acto es utilizado para ir desarrollando poco a poco los misterios que
hay detrás, provocando que todo transcurra de manera exageradamente lenta,
sin sustos o momentos con un grado de intensidad siquiera decente; simplemente
no ocurre demasiado más allá de los conflictos internos del personaje principal
y una breve explicación de los ficticios orígenes de la fuerza maligna detrás
que, si bien son interesantes, no juegan un papel fundamental en los primeros
40/45 minutos.
Es hasta que llega el segundo
acto cuando en verdad esto se torna interesante debido a que finalmente deciden
meter el acelerador y la transformación empieza a tomar forma como uno
quería desde varios minutos atrás. Ciertamente no es algo tan espectacular o lo
sangrienta que uno esperaría, pero está bien llevada; además que los detalles
del pasado del traje son lo suficientemente perturbadores para brindar una
buena dinámica entre una cosa y la otra. Generando así la preparación idónea para
la mejor escena de todas: la del centro de juegos.
Realmente nunca imagine que un
escenario así podría brindar una atmósfera tan interesante: sabes perfectamente
bien cuál será el trágico destino de alguno de los niños, pero la construcción de
los ataques tiene un grado de tensión tan potente que aún así te perturba. Lo único
malo es que no son tan gráficos o violentos, la sangre se mantiene en lo mínimo
cuando a mi juicio era necesaria por lo menos una muerte con estas características.
La parte final es destacada. Por
fin se revela al payaso en su totalidad y la meticulosa historia detrás de este
recibe la atención debida para generar un conflicto entretenido que combina
cierta acción, una buena dosis de sangre y un cierre con el que por momentos
parece jugarán un poco, pero que terminan haciéndolo totalmente crudo y sin
sentimentalismos.
De las actuaciones puedo decir
que en general son buenas; salvo la del hijo y el abuelo que te desesperan,
todas las demás cumplen a la perfección su cometido. La producción es sólida: el
trabajo de fotografía es bueno, la dirección de arte está bien pensada, tiene
un buen score, cuenta con unos efectos decepcionantemente limitados y el
trabajo de maquillaje en la transformación es de destacar.
Opinión final: Clown es un
auténtico volado. Si no tienen problemas con el primer acto seguro les
agradará, pero si ese no es el caso seguramente les dejará sentimientos
encontrados.
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